La C¨¢mara de EE UU aprueba un nuevo presupuesto para desbloquear la situaci¨®n
La C¨¢mara de Representantes lleg¨® anoche, despu¨¦s de varias horas de agrias recriminaciones entre diputados dem¨®cratas y republicanos, a un acuerdo de principio para sacar al pa¨ªs del marasmo presupuestarlo en que se encuentra como consecuencia del rechazo por las dos C¨¢maras del presupuesto para el a?o fiscal 1991, laboriosamente aprobado el 30 de septiembre por el presidente George Bush y los l¨ªderes del Congreso. El acuerdo de la C¨¢mara baja, que mantiene la reducci¨®n del d¨¦ficit en medio bill¨®n de d¨®lares para los pr¨®ximos cinco a?os, comenz¨® a ser debatido por el Senado a ¨²ltima hora de ayer.
El clima de desavenencias en la C¨¢mara Baja fue resumido por el diputado dem¨®crata por el estado de Washington, Rod Chandler, con la gr¨¢fica frase de "Esto es Beirut". Las desavenencias entre los dos partidos tuvieron un fiel reflejo en la votaci¨®n final: 250 a favor (de los que 218 eran dem¨®cratas) por 164 en contra (de los que 136 eran republicanos).Todos los puntos de controversia del nuevo presupuesto, como el aumento de la presi¨®n fiscal indirecta, los incentivos a la inversi¨®n y el incremento de la cifra m¨ªnima anual que tienen que pagar los jubilados por el seguro de enfermedad, fueron eliminados del acuerdo y enviados a los comit¨¦s especializados de la C¨¢mara para su posterior discusi¨®n e inclusi¨®n, si procede, en el presupuesto final, que deber¨¢ ser aprobado por el presidente George Bush y por los plenos de las dos C¨¢maras antes del pr¨®ximo d¨ªa 20.
En esa b¨²squeda de soluciones, la C¨¢mara tambi¨¦n aprob¨® por 305 votos a favor y 105 en contra una asignaci¨®n presupuestaria puente, que permitir¨¢ al Gobierno reanudar sus actividades hasta que el presupuesto sea finalmente aprobado tan pronto sea sancionado por el presidente Bush.
Sin precedentes
En una crisis sin precedentes en los 200 a?os de historia fiscal norteamericana, el Gobierno se encuentra pr¨¢cticamente paralizado desde la medianoche del pasado s¨¢bado como consecuencia del naufragio de sus presupuestos en las C¨¢maras.Debido al largo fin de semana observado en el pa¨ªs, -ayer lunes Estados Unidos celebr¨® el Columbus Day o D¨ªa de Col¨®n-, el impacto de esta paralizaci¨®n en los servicios vitales al usuario, tales como transportes y comunicaciones, ha sido m¨ªnimo. Sin embargo, los turistas nacionales y extranjeros han podido comprobar los efectos de la crisis presupuestaria. Casi todos los monumentos del pa¨ªs en manos del Servicio Nacional de Parques, como la Estatua de la Libertad en Nueva York y el Monumento a Washington en la capital federal, cerraron sus puertas por falta del personal asignado a su mantenimiento. Igualmente, miles de turistas fueron invitados a abandonar los parques nacionales por id¨¦nticas razones.
El debate en la C¨¢mara, que se prolong¨® hasta primeras horas de la madrugada de ayer, fue de tal acritud que hasta el speaker (presidente) de la C¨¢mara, el dem¨®crata Thomas Foley, paradigma de la moderaci¨®n, perdi¨® la compostura antela intervenci¨®n del republicano Newt Gringrich, uno de los rebeldes del partido de Bush y principal responsable del naufragio inicial del presupuesto; que acus¨® a la oposici¨®n dem¨®crata de hacer fracasar las negociaciones. "Si hay alguien en este pa¨ªs, si hay alguien en esta C¨¢mara que trabaje contra su propio presidente", grit¨® Foley, "no es otro que el caballero de Georgia (estado representado por Gingrich).
La crisis presupuestaria significa un duro golpe para el presidente de Estados Unidos, que la pasada semana se vi¨® obligado a apelar directamente al pueblo norteamericano para que presionara a sus representantes en el Congreso a favor de una aprobaci¨®n del presupuesto, apelaci¨®n que sus conciudadanos han ignorado ol¨ªmpicamente a pesar de que la popularidad del actual presidente; como consecuencia principalmente de su gesti¨®n de la crisis del golfo P¨¦rsico alcanza en estos momentos cotas superiores al 70%.
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