De mal rumor

El mercado de valores, a remolque del pesimismo, teme que un d¨ªa de ¨¦stos resulte que el rumor sea un hecho. Por el momento, como en el cuento, la bolsa reacciona cada vez que alguien anuncia la presencia del lobo. Ayer, con el dinero m¨¢s reticente, los rumores de intervenci¨®n estadounidense en el Golfo primero y de asesinato de Sadani despu¨¦s, ambos desmentidos, hicieron oscilar los cambios de forma brusca, con significativas bajas en la ma?ana y cierta recuperaci¨®n por la tarde.A la espera del IPC correspondiente al mes de septiembre, dato que provoca m¨¢s curiosidad que temor, los profesionales del mercado se limitan a mantener el tipo. Han pasado los tiempos en los que se pod¨ªa aconsejar en bolsa y s¨®lo aquellos que han quedado atrapados en la coyuntura, los otros rehenes de Sadam, contin¨²an pendientes de la renta variable.

El mercado precisa est¨ªmulos fuertes para reaccionar. La prolongaci¨®n de la crisis del Golfo, con la dosis diaria de amenazas y amagos estrat¨¦gicos, ha congelado la inversi¨®n y ha desviado la liquidez hacia lugares m¨¢s seguros. La bolsa se desliza lentamente hacia la pr¨¢ctica inmovilidad. Con bajos vol¨²menes de negocio, y si nada cambia, lo l¨®gico es que persistan los goteos a la baja.