Y Bakunin se puso la boina

Los experimentos pol¨ªticos van muy por delante de los estudios sociol¨®gicos. El ¨²ltimo informe sobre la juventud vasca distingue seis tribus: los nacionalistas revolucionarios, los nacionalistas moderados, los juveniles, los tolerantes, los racistas y los populares. Jes¨²s, un licenciado en Magisterio radicado en Santurtzi, no acierta a encuadrarse en ninguno de ellos. Hace unos a?os era un activo militante del anarkoabertzalismo, una mezcla que angustiar¨ªa al propio Bakunin.Desde?an el sufragio universal y las virtudes del parlamentarismo, son profundamente anti autoritarios y prefieren los movimientos sociales asamblearlos a la rigidez del aparato del partido. Desconfian de las formas de hacer pol¨ªtica de HB, pero introducen en la urna la papeleta de la coalici¨®n radical "porque su mira telesc¨®pica apunta al coraz¨®n del Estado", asegura uno de sus defensores.

Jes¨²s sobrevive en Santurtzi gracias a las "chapucillas que me van saliendo con el tema de las sustituciones". El juego electoral le trae sin cuidado, y ahora m¨¢s que nunca. "He votado a HB durante muchos a?os, pero su particular forma de entender el problema vasco, en clave exclusivista, y su actitud rapi?era con los movimientos sociales ha roto mis lazos con HB".

El informe de la juventud vasca de 1990 concede un incremento de casi dos puntos de intenci¨®n de voto a HB, mientras que pronostica un descenso del 4,5% entre los j¨®venes que votar¨ªan a Euskadiko Ezkerra. El voto antisistema, que fue corroborado por el electorado espa?ol en las primeras elecciones al Parlamento Europeo -m¨¢s de 150.000 votos-, desempe?a un papel de ej¨¦rcito de reserva para el futuro de la coalici¨®n independentista. Bakunin est¨¢ a punto de subirse por las paredes de la margen izquierda.