Alb¨¦niz en Italia, a la sombra de Don Quijote
Frente a la consideraci¨®n de Isaac Alb¨¦niz, relativamente frecuente, como un creador casi pintoresco, su importancia se va imponiendo con el tiempo, como ha demostrado un encuentro internacional en la Academia Espa?ola de Roma.
En la Academia Espa?ola de Roma y por iniciativa de la Embajada de Espa?a se ha desarrollado, desde el d¨ªa 10 al 13, un convenio internacional sobre Isaac Alb¨¦niz.La finalidad era buscar, a trav¨¦s del estudio y de la m¨²sica, los perfiles de un artista m¨¢s complejo de lo que suele creerse y cuya originalidad e importancia no son discutidas ya por nadie. Sufr¨ªa Alb¨¦niz, esto s¨ª, un cierto olvido y alguna marginaci¨®n debidos, probablemente, al empe?o persistente de clasificarlo como un creador meramente pintoresco. Por una u otra v¨ªa, el discurso de cuantos intervinieron en las conferencias y discusiones era el de demostrar la radical universalidad e incluso modernidad de un compositor original, casi sin precedentes ni consecuentes.
A la tarea dedicaron sus trabajos el profesor y pianista Giovanni Nenna, un entusiasta de Alb¨¦niz, cualquiera sea su modo de entenderlo; el compositor madrile?o Ram¨®n Barce, que escudri?¨® certeramente en los supuestos culturales que desde un tiempo lejano hicieron posible el nacimiento de una figura como la del autor de Iberia; el flamenc¨®logo F¨¦lix Grande, que aport¨® significaciones importantes de esa rica manifestaci¨®n popular andaluza, situada en el cruce de varias culturas; el cr¨ªtico Andr¨¦s Amor¨®s, cuyo cuadro del momento cultural espa?ol y europeo a fin del XIX estuvo pleno de inter¨¦s. Dos hispanistas francesas Cristiane la Bordays y Jacqueline Kalfa, cercaron a nuestro compositor desde el punto de vista de su protagonismo, sus conexiones y sus vivencias francesas. El propio Nenna discurri¨® en torno a las innovaciones de la escritura pian¨ªstica albeniciana.
En el orden musical, Alb¨¦niz son¨® en algunos fragmentos de su segundo y tercer estilo, desde la Suite espa?ola a Iberia, as¨ª como en tres transcripciones orquestales de Fern¨¢ndez Arb¨®s dirigidas con claridad por V¨ªctor Pablo P¨¦rez a la Orquesta de la RAI en el auditorio del Foro It¨¢lico, en un programa que antes nos hab¨ªa ofrecido valiosas demostraciones de m¨²sica moz¨¢rabe y gregoriana, y de unas versiones muy discutibles del repertorio sefard¨ª cantadas por Shoham Einafe. Como si se hubiera preparado a prop¨®sito, al tiempo la ?pera de Roma representaba en el teatro Valle uno de los muchos quijotes barrocos: el de Giovanni Paisiello, sobre libro de Giovanni Battista Lorenzi.
Teatro musical
Se trata de puro teatro musical napolitano, en cuya trama introducen los autores con asombrosa naturalidad las figuras de Don Quijote y su escudero para darnos algunas de sus aventuras en paralelo y entrelazadas con una an¨¦cdota amorosa de personajes de la ¨®pera bufa napolitana.
Estrenado en el teatro de los Florentinos de N¨¢poles en 1769, este Quijote lib¨¦rrimo y el montaje que presenta la Opera romana constituyen una verdadera delicia. Y es que la direcci¨®n esc¨¦nica de Pino Micol, la musical de Pier Giorgio Morandi, el acierto y la gracia de unos escenarios y unos figurines multicolores y de gran viveza hacen del conjunto una sucesi¨®n de aciertos apoyados en la excelente labor del cuadro de cantantes: Paolo Barbacini en Don Quijote, personaje ante el cual los autores parecen rendir el tono bufo para otorgarle un espiritualismo; Romano Francheschetto en Sancho Panza, ¨¦ste s¨ª convertido en figura c¨®mica; la Condesa, encarnada y cantada por la bien conocida Mar¨ªa Angeles Peters; la Duquesa, de Elena Cilio, y los personajes napolitanos, a lo que hay que sumar un grupo de mimos. La representaci¨®n, sin lujo excesivo, demostr¨® una vez m¨¢s que con un presupuesto de talento se pueden hacer grandes cosas.
Fueron patrocinadores del encuentro sobre Alb¨¦niz la presidencia italiana, los ministerios espa?oles de Exteriores y Cultura, la RAI, la Fundaci¨®n Alb¨¦niz, que preside Paloma O'Shea, y la Federaci¨®n Sefard¨ª Italiana.
Babelia
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