Las refineras espa?olas podr¨¢n fijar los precios de los combustibles tras la divisi¨®n de Campsa

La segregaci¨®n de Campsa, consistente en separar la red log¨ªstica de la actividad comercial, permitir¨¢ que las compa?¨ªas petroleras espa?olas podr¨¢n fijar, independientemente de la empresa distribuidora, el precio de venta al p¨²blico de los carburantes que expendan en sus refiner¨ªas y gasolineras antes de que se establezca el mercado ¨²nico. La segregaci¨®n est¨¢ prevista para antes de fin de a?o, y cada compa?¨ªa recibir¨¢ un n¨²mero de gasolineras propiedad de Campsa de acuerdo a su cuota actual de mercado. La propuesta cuenta con el respaldo del Ministerio de Industria.

Esta novedad, que se ha puesto sobre la mesa recientemente, parte de la segregaci¨®n que hay que hacer previamente en la compa?¨ªa distribuidora en dos partes, la log¨ªstica y la de distribuci¨®n propiamente dicha (gasolineras). Seg¨²n este plan de reorganizaci¨®n, la red log¨ªstica -referente a almacenaje, red de oleoductos y otros bienes tangibles-, quedar¨¢ integrada en Campsa, mientras que la actividad comercial se repartir¨¢ entre sus accionistas.Una vez hecho el reparto entre los distintos operadores espa?oles, ¨¦stos tendr¨¢n facultad para fijar los precios en los productos que vendan, respetando el precio m¨¢ximo que est¨¦ en vigor, lo que confiere mayor inter¨¦s para acelerar la segregaci¨®n. La adopci¨®n de esta medida ser¨¢ inmediata para la venta de fuel¨®leo y gas¨®leo de calefacci¨®n, que lo har¨ªan directamente las refiner¨ªas. Para la venta en gasolineras, est¨¢ por decidir la fecha. En principio, y seg¨²n la ley de adaptaci¨®n del monopolio de petr¨®leos a la normativa comunitaria, bastar¨ªa con hacerlo a partir de 1992; pero Industria y Campsa quieren hacerlo inmediatamente.

A partir del cambio, las empresas espa?olas podr¨¢n competir en igualdad de condiciones en las carreteras y en la venta de puertos, grandes clientes, transportistas..., al tiempo que lo hacen con las multinacionales que vayan entrando en Espa?a a trav¨¦s de la red paralela.El reparto afecta a las gasolineras que son propiedad de Campsa, alrededor de 1.500 (a final de 1989 eran 1.369) , y a las que tiene abanderadas bajo contrato. Sin embargo, existen otras 2.100 estaciones, 613 unidades de suministro (con m¨¢s de un surtidor) y 689 (puntos de venta con un solo surtidor, tambi¨¦n conocidos por postes), que no est¨¢n ligadas a la empresa distribuidora.

Flecos pendientes

El problema surge de las gasolineras que no est¨¢n adscritas a la red de Campsa y que pertenecen, en gran parte, a particulares. Para encauzar el proyecto, se tratar¨ªa de que cada una de esas gasolineras se ajustase a las decisiones que adoptare la compa?¨ªa de abanderamiento con la que est¨¢ contratada.El reparto se har¨¢ de acuerdo con la cuota de mercado (Repsol, 58%; Petronor, 13%; CEPSA, 16%; Petromed, 7%, y Ertoil, 6%.). Para equilibrar la distribuci¨®n de esas gasolineras, se observar¨¢ una escala de ventas de cada estaci¨®n y su situaci¨®n. Sobre esta cuesti¨®n no existen demasiadas discrepancias, aunque Ertoil -empresa perteneciente al grupo Ercros, ligado al inversor kuwait¨ª KIO- sigue poniendo la proa al acuerdo. Ertoil considera que tiene mucho m¨¢s valor el 7% con que cuenta en la actual Campsa que eso mismo trasladado, a gasolineras.Las empresas privadas, a su vez, han propuesto que se haga un reparto sobre el 15% que ten¨ªa el INH en Campsa y traspas¨® a Repsol, en la que tiene el 68% del capital, en el momento de realizar la nueva estructura de la empresa distribuidora. Este es uno de los flecos que est¨¢n retrasando el acuerdo definitivo para la segregaci¨®n.Otro de los temas pendientes es la valoraci¨®n de la marca Campsa, cuya propiedad pretende Repsol, que quiere mantener el 25% de las gasolineras abanderadas por Campsa. Los accionistas privados llegaron a pedir 60.000 millones de pesetas. Las partes han encargado la valoraci¨®n a una firma externa.