El 'peque?o apartheid' desaparece en Sur¨¢frica
Las librer¨ªas, lugares de acampada, aseos p¨²blicos, autobuses y piscinas de Sur¨¢frica ya tienen clientes de todas las razas, sin que hasta el momento se hayan producido incidentes. Hernus Kriel, ministro de Planificaci¨®n y Asuntos Provinciales, coment¨® a los periodistas que "no ha habido demasiados males, el sol luce de nuevo y Sur¨¢frica se mantiene donde estaba".
El martes fue el primer d¨ªa en 37 a?os que la ley sobre segregaci¨®n racial en los lugares p¨²blicos de esparcimiento dejaba de tener efecto. Esta ley, uno de los pilares del sistema de apartheid, otorgaba el control de estas actividades exclusivamente a los Gobiernos central y regionales, y de ellas se beneficiaban solamente los blancos. En la mayor parte del pa¨ªs, la derogaci¨®n de la ley ha sido aceptada sin mayores problemas. En las grandes ciudades, corno es el caso de Johanesburgo, Durban y Ciudad del Cabo, hab¨ªa instalaciones interraciales desde hace alg¨²n tiempo.Solamente en algunas ciudades y pueblos del Transvaal y de Orange, provincias ambas con estatutos, particulares y gobernadas con mano firme por los conservadores, hay reticencias en los consejos municipales nombrados por el Partido Conservador. Muchos de entre ellos han declarado que no aceptar¨¢n la nueva disposici¨®n del Gobierno. Otros utilizar¨¢n subterfugios legales para escamotear la nueva ley.
En Bethal, por ejemplo, situada a 300 kil¨®metros al sureste de Johanesburgo, la biblioteca p¨²blica queda abierta para los periodistas negros, siempre y cuando ¨¦stos satisfagan una cuota de 200 d¨®lares (unas 20.000 pesetas) si quieren consultar un libro. En la localidad de Springs, todas las piscinas se vaciaron, de modo que se evita el problema de si se admite o no a los negros.
Otras 100 ciudades, dominadas por el Partido Conservador, desafiar¨¢n a la nueva ley, seg¨²n las palabras del alcalde de Barkpan, Billy Olivier. Los grupos antiapartheid negros, incluido el Congreso Nacional Africano (ANC), declararon que utilizar¨ªan la presi¨®n frente a los ayuntamientos recalcitrantes para hacer que se cumpla la reforma.
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