Juzgado en Valencia un presunto gal acusado de incendio y estafa
El fiscal pidi¨® ayer en Valencia ocho a?os de prisi¨®n para Gilbert Perret, a quien acusa de incendiar un almac¨¦n con el fin de cobrar una p¨®liza de seguros. Perret est¨¢ considerado miembro de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL) y del Batall¨®n Vasco Espa?ol (BVE). En noviembre de 1980 fue detenido por su presunta participaci¨®n en el atentado al bar Hendayais, en el sur de Francia, donde murieron dos ciudadanos franceses.
Perret qued¨® en libertad horas despu¨¦s. La banda terrorista ETA mat¨® a Cl¨¦ment Perret, hermano de Gilbert, en agosto de 1985. Gilbert Perret reconoci¨® ayer a este diario, a trav¨¦s de su abogado, que ha trabajado en ocasiones para el Gobierno espa?ol. "Para un Gobierno democr¨¢tico, pero no como terrorista, sino salvando vidas humanas a trav¨¦s de un trabajo de informaci¨®n", explic¨®. Su abogado, Jos¨¦ Luis P¨¦rez de los Cobos, resalt¨® que jam¨¢s ha sido reconocido por testigos, por lo que se mostr¨® convencido de su inocencia. Perret reside en alg¨²n lugar de Castell¨®n.El fiscal considera que Gilbert Perret acord¨® con Carlos Garc¨ªa Zapico, industrial valenciano, incendiar el almac¨¦n que ¨¦ste pose¨ªa en la localidad valenciana de Torrent. El almac¨¦n ardi¨® una noche del d¨ªa 30 de julio de 1983. Perret, Zapico y otros socios se repartieron los 90 millones de pesetas que pag¨® la compa?¨ªa aseguradora del almac¨¦n, seg¨²n el ministerio fiscal. Los autores materiales del incendio est¨¢n en rebeld¨ªa o no han sido identificados. Estas personas fueron contratadas por Gilbert Perret, seg¨²n el fiscal. Ocho personas se sentaron ayer en el banquillo.
El defensor de Zapico no neg¨® ayer, durante el juicio celebrado en Valencia, que su cliente acordara participar en la operaci¨®n. Este abogado, sin embargo, declar¨® que lo hizo por temor a represalias. "Cuando hay un asesinato hecho por la primera banda terrorista del pa¨ªs [con referencia al asesinato de Clement Perret a manos de ETA]", en palabras del defensor, es l¨®gico pensar en un situaci¨®n de miedo. "Se palpaba que algo grave podr¨ªa producirse", se?al¨® el letrado. El asesinato de Clement se produjo dos a?os despu¨¦s del incendio del almac¨¦n.
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