Los israel¨ªes se preguntan si la ciudad santa ser¨¢ una nueva Belfast

V?CTOR CYGIELMAN El asesinato, el pasado domingo, de tres jud¨ªos y la herida mortal de otro ayer en Jerusal¨¦n, todos ellos apu?alados por j¨®venes palestinos, han suscitado en todos los medios de comunicaci¨®n, incluidos los de adscripci¨®n derechista, la cuesti¨®n de si acaso Jerusal¨¦n se convertir¨¢ en la Belfast de Oriente Pr¨®ximo y se pondr¨¢ fin a la ilusi¨®n de una Jerusal¨¦n unificada.

Muchos jud¨ªos descubren, hoy que la ciudad santa para las tres grandes religiones monote¨ªstas, unificada bajo soberan¨ªa israel¨ª, ha dejado de existir, despu¨¦s de 20 a?os -desde la aplastante victoria del Tsahal (Ej¨¦rcito) en 1967- en que jud¨ªos y ¨¢rabes coexistieron, sin alegr¨ªa y aut¨¦ntica vecindad, pero en calma y con una sorprendente serenidad.

A medida que la Intifada se desarrollaba, escolares, obreros y empresarios de Jerusal¨¦n este participan m¨¢s activamente en la revuelta de los palestinos de Cisjordania y Gaza.

Los pol¨ªticos de Israel, sean del Likud o del laborismo, hab¨ªan declarado que nada impedir¨ªa que Jerusal¨¦n, la capital eterna de los jud¨ªos, fuese reunificada. Pero la realidad se encarg¨® de desmentir d¨ªa tras d¨ªa tales aseveraciones grandilocuentes.

Ciudad dividida

Despu¨¦s de un enfrentamiento, inusitadamente duro, entre polic¨ªas israel¨ªes y palestinos en un arrabal de Jerusal¨¦n, el propio alcalde de la ciudad, Teddy Kolleck, firme partidario de la ciudad reunificada, no tuvo empacho en declarar ante la televisi¨®n que la coexistencia entre ¨¢rabes y jud¨ªos en Jerusal¨¦n ha muerto".

Nada se ha hecho, incluso no ha habido un refuerzo considerable de efectivos polic¨ªales en la ciudad santa. La ciudad est¨¢ dividida, y sirva como ejemplo la dificultad para encontrar un ch¨®fer jud¨ªo que quiera llevarle desde el hotel Hilton hasta el American Colony, porque piensa que tendr¨ªa que adentrarse en territorio enemigo.

Despu¨¦s de la matanza del Monte del Templo, el pasado d¨ªa 8, donde perecieron 21 palestinos por disparos israel¨ªes, todos pensaron que. la reacci¨®n no tardar¨ªa en llegar. En las poblaciones circundantes de Jerusal¨¦n, los j¨®venes solamente ten¨ªan en la boca una palabra: "Venganza". Ahoraes el momento de los remedios.

Para la derecha nacionalista israel¨ª, no hay que ceder un mil¨ªmetro, sino recrudecer la represi¨®n y tener paciencia. "Debernos aprender a convivir con el terrorismo, como hacemos con los muertos en accidentes de circulaci¨®n", afirma el coronel retirado Rafl Eytan, ex miembro del Mosad (servicio secreto) y jefe antiterrorista con el Gobierno de Men¨¢jem Beguin.