Benazir Bhutto espera que las urnas le devuelvan el poder

Benazir Bhutto, ex primera ministra de Pakist¨¢n, destituida de su puesto el pasado 6 de agosto por una decisi¨®n del presidente Gulam Ishad Jan con el patrocinio del Ej¨¦rcito, bajo la acusaci¨®n de corrupci¨®n y clientelismo pol¨ªtico, conf¨ªa en que las elecciones legislativas de ma?ana le devuelvan el poder que, seg¨²n ella, se le arrebat¨® de forma arbitraria.

Tal y como ocurriera en el mes de noviembre de 1988, cuando Bhutto accedi¨® al poder y puso fin a un r¨¦gimen dictatorial auspiciado por los mandos militares, las elecciones de ma?ana son la dualidad entre partidarios fervorosos y enemigos ac¨¦rrimos de Benazir y, del mismo modo que entonces, la confrontaci¨®n pol¨ªtica se lleva a cabo bajo la atenta mirada del Ej¨¦rcito, que sigue tutelando el tumbo democr¨¢tico paquistan¨ª.Cuando, el pasado 6 de agosto, la hija del ejecutado en la horca Al¨ª Bhutto fue arrojada sin miramientos del despacho oficial, su popularidad estaba en su punto m¨¢s bajo. Ahora, las decisiones del aparato estatal y militar para desposeerla del cargo ha tenido un efecto de bumer¨¢n. En las ¨²ltimas semanas las simpat¨ªas por Benazir Bhutto han alcanzado un nivel desacostumbrado.

Han sido, curiosamente, los duros adversarios de la ex primera ministra los que parecen haberla servido su esperado triunfo de ma?ana, al insistir una y otra vez en una campa?a propagand¨ªstica denigratoria que se ha revuelto contra ellos mismos. D¨ªa tras d¨ªa, el aparato oficial se ha movilizado para desacreditar con todo tipo de acusaciones a esta mujer de 37 a?os, lo que redund¨® en un apoyo social como forma de protesta contra el aparato estatal que solamente se preocupaba de infundir maledicencias contra Bhutto, sin importarle ning¨²n otro problema.

Para completar esta acci¨®n de acoso y derribo contra la ex primera ministra, el proceso en curso contra ella, a petici¨®n del jefe del Estado, no ha podido demostrar ninguno de los cargos que se la imputan.

Por el contrario, su esposo, Al¨ª Zardari, cumple una pena de prisi¨®n, desde el pasado d¨ªa 10, convicto de las acusaciones de fraude financiero, malversaci¨®n de fondos y complicidad en un secuestro.

La conspiraci¨®n

Benazir sostiene que las acusaciones lanzadas tanto contra ella como contra su esposo forman parte de una "conspiraci¨®n", con el prop¨®sito de enturbiar su imagen e impedir su retorno al poder. Confiada en su victoria, no por ello considera f¨¢cil restablecer su poder, y responde con un escueto "de ellos depende" a la pregunta de si es posible restablecer los lazos entre ella y los militares en caso de vencer en las elecciones de ma?ana.

Bhutto preside la organizaci¨®n pol¨ªtica m¨¢s numerosa y potente del pa¨ªs, el Partido del Pueblo Paquistan¨ª (PPP), contra la que se ha librado una guerra de nervios en las ¨²ltimas semanas y ciertas maniobras intimidatorias. As¨ª, hasta hace pocos d¨ªas se manten¨ªa en suspenso la posibilidad de que las elecciones no se celebrasen y jefes militares emit¨ªan con toda claridad su opini¨®n contraria a Bhutto. De este modo, el general Aslam Beg, comandante en jefe del Ej¨¦rcito, envi¨® una serie de mensa es a la opini¨®n p¨²blica, en los que expon¨ªa el punto de vista militar en contra de un posible triunfo de Bhutto. Por su parte, el jefe del Estado ha anunciado que las acciones judiciales contra la ex primera ministra proseguir¨¢n despu¨¦s de las elecciones, sea cual sea el resultado de las mismas.