Entre la chabola y la burocracia
130 familias esperan un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Comunidad para ocupar sus pisos
Francisca Mart¨ªnez, de 80 a?os, fue vecina del pol¨ªgono Peri 14.4, en el barrio de San Diego, de Vallecas, hasta que los bomberos derribaron su casa hace una semana y la dejaran en la calle. Las promesas de que se le entregar¨ªa un piso antes de eliminar su vivienda no se han cumplido. Su caso no es ¨²nico: 130 familias de la zona son las v¨ªctimas de una falta de coordinaci¨®n entre la Comunidad y el Ayuntamiento. Un centenar de viviendas esperan desde hace a?os a estos vecinos, afectados por la burocracia que se interpone entre ambos organismos.
La anciana damnificada est¨¢ aturdida y ha acudido a refugiarse en la casa de su hijo. Confi¨® en el Ayuntamiento cuando ¨¦ste le prometi¨® que le avisar¨ªa para que fuera a recoger sus enseres antes de la demolici¨®n. Por un error no explicado, la anciana lleg¨® a recoger sus enseres cuando todo estaba cubierto por un amasijo de ladrillos y polvo de cemento. La p¨¦rdida de sus recuerdos ha provocado una depresi¨®n a Francisca Mart¨ªnez.El estruendo del piquete de derribo sac¨® a los vecinos de la cama, que contemplaron en carnes ajenas cu¨¢l iba a ser su futuro. Por eso ahora se han unido y afirman que no saldr¨¢n hasta que no se les entregue su nuevo piso: "Todos o ninguno", aseguran en¨¦rgicamente.
Terrenos sin urbanizar
No es que la vivienda de Francisca Mart¨ªnez, una casa baja y mal construida, fuera una maravilla. Como el resto de los hogares de la zona, qued¨® cubierta con dos palmos de agua a causa de las lluvias primaverales. Los bomberos acudieron en aquella ocasi¨®n para evitar cat¨¢strofes mayores, ya que se hab¨ªan llegado a hundir los techos de algunas casitas construidas antes de la guerra en un terreno que permanece sin urbanizar hasta la fecha.
Los bomberos instalaron una lona por techo y vigas de sujeci¨®n en la casa del vecino Juan L¨®pez, de 75 a?os. Varia estaciones despu¨¦s, este jubila do sigue cobijado en las telas del apa?o, hasta que corra la misma suerte que Francisca Mart¨ªnez y su semichabola quede reducida a escombros.
Los vecinos, que recibieron la primera promesa de realojo cuando el concejal socialista Francisco Garrido se encontraba en el Ayuntamiento, hace cuatro a?os, han ido perdiendo las esperanzas con el paso del tiempo. El cambio de concejal y la burocracia retrasaron hasta el presente mes de octubre el traslado de vivienda anunciado, pero el mes de octubre se termina y los vecinos reciben un nuevo aplazamiento para diciembre.
El vocal de la Junta de Vallecas Francisco de la Antonia comunica la angustia en la que se encuentran sumidos los vecinos. La precariedad de las casas, el aumento de las enfermedades por la insalubridad de las mismas y los fallecimientos de las personas cuya salud se ve m¨¢s afectada por las humedades y suciedad. Ahora los vecinos se unen cada vez m¨¢s y no saldr¨¢n de sus casas hasta ser realojados. Nadie m¨¢s firmar¨¢ una declaraci¨®n de ruina, como hizo Francisca Mart¨ªnez, confundida por unas letras y unas palabras que no entendi¨®. "De aqu¨ª salimos todos o ninguno", a?ade el vocal del barrio.
Las nuevas viviendas en las que deben instalarse llevan tiempo terminadas, pero sus problemas con el Ayuntamiento, agravados por el cambio de concejal, les impiden de momento acceder a estas casas que les parecen un sue?o. Hay 100 casas esper¨¢ndoles y el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) ha advertido que si antes de abril no las ocupan ser¨¢n asignadas a otras familias necesitadas. Hasta que la burocracia aclare las cosas, siguen vac¨ªas estas viviendas de 70 a 100 metros cuadrados emplazadas en el barrio de Nuevas Palomeras, en las calles de Buenos Aires y de Pedro Laborde.
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