Fern¨¢ndez Ord¨®?ez pide a Portugal que facilite la presencia de la banca espa?ola

Nueve ministros espa?oles y portugueses iniciaron ayer por la tarde en el Algarve una reuni¨®n de dos d¨ªas para impulsar a¨²n m¨¢s unas relaciones que van viento en popa, y en las que el ¨²nico escollo de envergadura son las dilaciones de Lisboa para conceder el permiso para que la banca espa?ola ampl¨ªe su presencia en Portugal.

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, que encabeza una delegaci¨®n de la que forman parte los titulares de Educaci¨®n y Transportes y los secretarios de Estado de Comercio, Hacienda y Cooperaci¨®n Internacional, reiter¨® esta petici¨®n espa?ola a su hom¨®logo portugu¨¦s, Joao de Deus Pinheiro, al que acompa?an sus colegas de Educaci¨®n, Obras P¨²blicas y Comunicaciones, Planificaci¨®n, Comercio y Juventud.La celebraci¨®n de seminarios anuales, que Espa?a s¨®lo manten¨ªa hasta ahora con Francia, fue acordada por los jefes de Gobierno de ambos pa¨ªses, Felipe Gonz¨¢lez y An¨ªbal Cavaco Silva, en su reuni¨®n de febrero en Sevilla, y el prop¨®sito del que empez¨® ayer es justamente allanar el camino de la pr¨®xima cumbre, prevista para el 5 de diciembre en Portugal.

La parte espa?ola espera que en esa ocasi¨®n Lisboa autorice, por fin, a por lo menos otro banco espa?ol -el Hispano Americano y el Central han presentado solicitudes- a operar en Portugal, una petici¨®n que el ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga, ha formulado por carta a su hom¨®logo luso el 5 de marzo y el 10 de julio.

Ese d¨ªa deber¨ªa tambi¨¦n ser anunciada la apertura de tres nuevos pasos fronterizos en Galicia, Castilla y Le¨®n y Extremadura similares al existente en Rosal de la Frontera (Andaluc¨ªa), en el que los peatones y automovilistas no son controlados por los aduaneros m¨¢s que cuando existen sospechas.

Bancos portugueses

Tres bancos portugueses -el Portugu¨¦s do Atl¨¢ntico, el de Fomento Nacional y el Esp¨ªritu Santo- disponen de permiso para operar en -Espa?a, mientras s¨®lo el Exterior de Espa?a act¨²a directamente en el pa¨ªs vecino, aunque el BBV y el Hispano Americano est¨¢n implantados a trav¨¦s de filiales financieras y el Santander ha adquirido un 10% del Banco do Comercio e Industria.

La penetraci¨®n bancaria en Portugal se ha complicado a¨²n m¨¢s con la reciente introducci¨®n de una ley de compensaciones que obliga a asumir al inversor privado local o extranjero parte de los cr¨¦ditos de dudosa recuperaci¨®n concedidos por la banca p¨²blica lusa. La apertura de una sucursal bancaria en una zona urbana se encarece as¨ª en un 25%, lo que hace que algunas entidades se replanteen sus planes de expansi¨®n a pesar de ser interesante a¨²n.

Ni que decir tiene que, a pesar de que Portugal dispone de plazo hasta 1995 para liberalizar el sector bancario, la pol¨¦mica ley ha sido mal acogida no s¨®lo por la banca espa?ola, sino por la Comisi¨®n Europea, cuyo comisario encargado de velar por el respeto de la libre competencia, Leon Brittan, tiene la intenci¨®n de pedir su abolici¨®n.

Al margen de este problema, Espa?a y Portugal viven una aut¨¦ntica luna de miel en la que parecen superados los antiguos recelos. Este fen¨®meno lo ilustra el auge de sus intercambios comerciales y sus numerosos proyectos de cooperaci¨®n de todo tipo, como la inclusi¨®n de Lisboa en la red de alta velocidad europea, a trav¨¦s de un ramal en la l¨ªnea Madrid-Sevilla, o la pr¨®xima creaci¨®n de tertulias entre intelectuales de ambos pa¨ªses.

Los 327.000 millones de pesetas de exportaciones espa?olas a Portugal en 1989 superan a las destinadas a toda Latinoam¨¦rica y rondan la mitad de las ventas espa?olas a Alemania. A¨²n muy excedentaria para Espa?a -la cobertura es del 166%-, la balanza comercial tiende, sin embargo, a equilibrarse gracias al dinamismo de las exportaciones lusas, que crecieron el a?o pasado un 35%.

La desproporci¨®n es a¨²n mayor en materia de inversiones espa?olas en Portugal, que con 12.500 millones de pesetas en los nueve primeros meses de 1989 casi triplicaron a las efectuadas por entidades lusas en Espa?a. Despu¨¦s del Reino Unido, Espa?a es el primer inversor extranjero, y nada menos que 700 empresas portuguesas cuentan con capital espa?ol.