Hacienda se quita el cors¨¦
La Agencia Tributaria empezar¨¢ con un presupuesto de 100.000 millones y 27.000 personas
La creaci¨®n de la Agencia Tributaria, prevista para la segunda mitad del a?o pr¨®ximo, ha levantado la pol¨¦mica. Desde algunos sectores se trasluce el temor a que la Administraci¨®n de Hacienda se privatice y que as¨ª los contribuyentes pierdan seguridad jur¨ªdica. Sin embargo, Hacienda pone en marcha la agencia para mejorar su eficacia en la persecuci¨®n del fraude. Para empezar a andar, la agencia contar¨¢ con un presupuesto y unos efectivos similares a los que dispone Hacienda en la actualidad, es decir, algo m¨¢s de 100.000 millones de pesetas y unas 27.000 personas.
A partir de la segunda mitad del a?o pr¨®ximo, si los planes de Hacienda se cumplen y si as¨ª lo aprueba el Parlamento, los contribuyentes ya no tendr¨¢n que v¨¦rselas con las delegaciones de Hacienda para cualquier papeleo. El edificio ser¨¢ el mismo y las caras de los funcionarios tambi¨¦n ser¨¢n las mismas. Lo que cambiar¨¢, a primera vista, es la fachada de los edificios que pasar¨¢n a denominarse Agencias Tributar¨ªas.Salvo en los aspectos formales, "el contribuyente no tiene por qu¨¦ notar el cambio, ya que lo ¨²nico que se modifica es la organizaci¨®n administrativa" afirma Abelardo Delgado, director general de Recaudaci¨®n del Ministerio de Hacienda Pero, ?se van a sentir m¨¢s perseguidos?: "Esto no depende de la creaci¨®n de la agencia, sino de que consigamos una mayor eficacia", a?ade.Con esta explicaci¨®n no est¨¢ de acuerdo, por ejemplo, el diputado del Partido Popular Juan Garc¨ªa Margallo, que ha anunciado la oposici¨®n de su grupo a la creaci¨®n de la agencia. Durante un reciente debate parlamentario con el secretario de Estado de Hacienda, Jos¨¦ Borrell, Garc¨ªa Margallo se?al¨® que la indefinici¨®n actual de lo que ser¨¢ la Agencia Tributar¨ªa puede llevar a que se acabe denominando la cosa, como el Partido Comunista Italiano.Los inspectores de Hacienda, agrupados en Apifle, tambi¨¦n se quejan de que el proyecto de Ley de Presupuestos de Estado para 1991 -donde se regula la agencia- alberga "una serie de indeterminaciones que tendr¨ªan que concretar se antes de poder dar una opini¨®n favorable", seg¨²n se expresa en una carta enviada por la asociaci¨®n a sus afiliados.[UGT ha propuesto una re visi¨®n de la disposici¨®n de los Presupuestos Generales del Estado para 1991 que regula la creaci¨®n de la agencia estatal por considerar que deja la puerta abierta a la privatizaci¨®n de la gestion tributar¨ªa, a la que se opone frontalmente].La agencia se constituye como "ente de derecho p¨²blico", con "personalidad jur¨ªdica propia y plena capacidad p¨²blica y privada". Esto significa que la agencia tendr¨¢ autonom¨ªa de gesti¨®n en materia de personal, financiera, econ¨®mica, patrimonial y de ejecuci¨®n presupuestaria.
Ello se traduce en que, por ejemplo, la agencia tendr¨¢ plena capacidad para aprobar los sueldos de sus funcionarios -sin contar con Administraciones P¨²blicas-; tendr¨¢ su propia oferta de empleo p¨²blico; podr¨¢ establecer las condiciones para el sistema de acceso de funcionarios y contratar a personal laboral, e incluso podr¨¢ participar en el capital de sociedades privadas.
Como punto de partida, la agencia contar¨¢ con los mismos efectivos que en el momento de su constituci¨®n est¨¦n adscritos a la Secretar¨ªa General de Hacienda en las ¨¢reas de gesti¨®n, inspecci¨®n y recaudaci¨®n; en estos momentos son 26.460 personas (15.680 funcionarios y 10.780 contratados). Queda fuera la Direcci¨®n General de Tributos y los Tribunales Econ¨®mico-Administrativos, lo que se explica porque "su funci¨®n es normativa, no de gesti¨®n".Inquietudes
Sin embargo, ello ha despertado algunas suspicacias entre los funcionarios de Hacienda porque existe la impresi¨®n de que a los de la agencia les van a pagar mejor. El director general de Recaudaci¨®n se?ala que los sueldos est¨¢n a¨²n por determinar en la nueva catalogaci¨®n de puestos de trabajo, que afectar¨¢, una vez aprobada, a todo el personal de la Secretar¨ªa General de Hacienda. En ella, "habr¨¢ una soluci¨®n retributiva para todos, de forma que se eviten indeseables cambios de puesto de trabajo con el ¨²nico fin de ganar m¨¢s". El sistema de contrataci¨®n tambi¨¦n ha motivado algunas inquietudes. Delgado se?ala que "las funciones que sean p¨²blicas ser¨¢n desarrolladas, como hasta ahora, por funcionarios p¨²blicos y el sistema de acceso ser¨¢ de oposici¨®n o concursos de traslado".
Otro motivo de inquietud, seg¨²n los inspectores, es que los directivos de la agencia se nombren "a dedo" y con criterios pol¨ªticos. El director general de Recaudaci¨®n explica, por su parte, que el sistema ser¨¢ el mismo que el que rige en la actualidad, es decir, que "para ser subsecretario, secretario de Estado o director general no hace falta ser funcionario; por tanto, en la agencia, estos puestos tambi¨¦n ser¨¢n cubiertos por libre designaci¨®n".
La autonom¨ªa de la que gozar¨¢ la agencia tambi¨¦n se concreta en el presupuesto. Las cuentas ser¨¢n elaboradas por la agencia y ser¨¢n remitidas al Parlamento junto con los Presupuestos del Estado. La agencia se financiar¨¢ adem¨¢s con un porcentaje "razonable" -del 10% al 15 % - sobre la recaudaci¨®n por actas de inspecci¨®n, que en la actualidad asciende a 180.000 millones de pesetas.
Polic¨ªas y ladrones
La Agencia Tributaria recuperar¨¢ el viejo proyecto, fracasado en un primer intento, de que la polic¨ªa colabore en la persecuci¨®n del fraude fiscal. El proyecto de ley de presupuestos, que regula el funcionamiento de la agencia, establece la creaci¨®n de una unidad policial especializada en la investigaci¨®n y persecuci¨®n del fraude fiscal. Esta unidad depender¨¢ org¨¢nicamente del Ministerio del Interior, pero estar¨¢ dirigida por la Agencia Tributaria.
Seg¨²n la carta enviada por Apifle a sus asociados, "no hay nada que objetar a la creaci¨®n de unidades especiales de car¨¢cter policial dentro de la propia agencia". Pero, "mucho nos ternernos" que la organizaci¨®n prevista "va a resultar confusa y dif¨ªcil de articular en la pr¨¢ctica".
El director general de Recaudaci¨®n, Abelardo Delgado, explica que la unidad policial "ser¨¢ reducida" y con el ¨²nico objetivo de "prestar apoyo para los casos en que una irregularidad tributar¨ªa aparezca mezclada con otro tipo de delitos".
El problema que se puede plantear es el del secreto prolesional, ya que los datos de que dispone Hacienda s¨®lo pueden ser facilitados a la polic¨ªa mediante mandato judicial.
Lo privado y lo p¨²blico
La Agencia Tributar¨ªa tendr¨¢ capacidad para participar en el capital de sociedades mercantiles "cuyo objeto social est¨¦ vinculado con sus fines y objetivos". Este art¨ªculo de la Ley de Presupuestos de 1991 ha levantado la pol¨¦mica ya que, desde algunos sectores, se considera que ello abre la v¨ªa para la privatizaci¨®n de algunas funciones de la Administraci¨®n tributaria.
El problema es que no se concreta qu¨¦ tipo de servicios ser¨¢n ejercicios por estas sociedades privadas con participaci¨®n p¨²blica. Se apunta, adem¨¢s, que los criterios deber¨ªan adaptarse a la Ley de Contratos del Estado, de forma que el contribuyente pueda tener la seguridad de que en ¨²ltima instancia puede reclamar ante Hacienda.
El director general de Recaudaci¨®n, Abelardo Delgado, explica que este art¨ªculo del proyecto de ley se ha puesto "como una cuesti¨®n de estilo; ¨²nicamente para dejar una puerta abierta". A?ade que es posible que dentro de algunos a?os la agencia pueda participar en alguna empresa "pero nunca para privatizar funciones p¨²blicas". Pone como ejemplo la contrataci¨®n de determinados servicios, como la publicidad o la fabricaci¨®n de impresos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.