La bandera foralista
Unidad Alavesa ha recogido un sentimiento hist¨®rico de agravio frente a las otras provincias vascas
El 27 de mayo de 1990, Jos¨¦ Luis A?¨²a, propietario de una autoescuela de Vitoria, desayun¨® tarde. Un grupo de personas le hab¨ªa pedido el d¨ªa anterior que se presentara como candidato a lehendakari por Unidad Alavesa. Y eso de lehenilakari le quit¨® el sue?o. Sin embargo, el hecho de haber ense?ado a conducir a m¨¢s de 18.000 alaveses le llev¨® a pensar que tambi¨¦n pod¨ªa llevar el volante de un partido, y meti¨® la directa. Cinco meses m¨¢s tarde, 14.000 papeletas con su nombre convert¨ªan unas siglas desconocidas en una sorpresa electoral: tres esca?os en el Parlamento vasco.
El alavesismo, que de forma especial durante este siglo ha dado forma a diferentes partidos pol¨ªticos, organizaciones de defensa del territorio y protestas de todo tipo frente a los movimientos estatutarios, y m¨¢s concretamente contra Vizcaya y su poder econ¨®mico y pol¨ªtico, volv¨ªa a aflorar con fuerza para plantear una seria reflexi¨®n en toda la sociedad vasca.Unidad Alavesa, con una campa?a basada en la explotaci¨®n de un sentimiento de agravio hist¨®rico frente a las provincias compa?eras de viaje auton¨®mico, Vizcaya y Guip¨²zcoa, ha acado de las cenizas un buque de bandera foralista que a lo largo de la historia lo ha dirigido fundamentalmente la derecha, pero al que tampoco ha renunciado coyunturalmente la izquierda.
Problemas como la invasi¨®n del euskera", "cerrar el grifo de agua a los vizca¨ªnos", "el centralismo de Bilbao", "poner coto al expolio impositivo alav¨¦s"; casos como el aeropuerto de Foronda, comparable al de Barajas y pr¨¢cticamente sin vuelos; la oposici¨®n a la instalaci¨®n en ?lava de un vertedero cuyos residuos son generados fundamentalmente en Vizcaya, y la idea de que Ios alaveses, mejor solos", han rentabilizado una opci¨®n pol¨ªtica que ha sacado votos de un abanico que va desde la ultraderecha hasta el nacionalismo, pasando por los abstencionistas.
El importante grado de autonom¨ªa que ?lava ha mantenido desde 1878, a trav¨¦s de los concieros econ¨®micos, incluso en la ¨¦poca del franquismo, es el tel¨®n de fondo que para Unidad Alavesa legitima la cr¨ªtica a la "agresi¨®n" de vizca¨ªnos y guipuzcoanos. Una "impos¨ªci¨®n" cultural, ling¨¹¨ªstica y social canalizada a trav¨¦s, de los partidos que les representan frente a los derechos hist¨®ricos de los alaveses. Unidad Alavesa hace suya una cita de Julio Caro Baroja en el libro El laberinto vasco: "Ni la lengua, ni las costumbres, ni las leyes, ni la ciencia se pueden imponer por la fuerza, ni tampoco por disposiciones pol¨ªticas democr¨¢ticas".
Antiestatutarios
Eduardo Dato, l¨ªder conservados que fund¨® en 1915 la Alianza Patri¨®tica Alavesa -definida como partido ajeno a toda pol¨ªtica para el fomento de Vitoria-, sostuvo que ?lava iba a quedar aplastada frente a provincias m¨¢s fuertes corrio Vizcaya y Guip¨²zcoa.La Alianza aglutin¨® bajo ese paraguas a personas de ideolog¨ªas tan diversas como socialistas, liberales y republicanos, adem¨¢s de los conservadores. Una despolitizaci¨®n que se ha rnantenido a lo largo M tiempo. Sin embargro, en la II Rep¨²blica el mensaje se endurece tras la entrada de Jos¨¦ Luis Oriol en el partido Hermandad Alavesa, en el que se fragua la uni¨®n del carlismo, bajo el lema "Religi¨®n, fueros, familia, orden, trabajo, propiedad".
En 1932, unos d¨ªas despu¨¦s de que Navarra dijera no a una comunidad conjunta con las otras tres provincias vascas, Jos¨¦ Luis Oriol pide la separaci¨®n de ?lava del estatuto de autonom¨ªa que hab¨ªa apoyado mientras Navarra estaba dentro. Curiosamente, socialistas y republicanos se opusieron a ese proyecto inicial y alzaron la bandera del foralismo, preparando incluso un proyecto de autonom¨ªa para ?lava.El ¨²ltimo de los intentos de crear un partido foralista-alavesista lo protagoniz¨® en la d¨¦cada de los setenta Pedro Morales Moya -Uni¨®n Foral Alavesacasi a la par del nacimiento de una corriente de opini¨®n llamada Solidaridad Alavesa, cuyo ¨®rgano de opini¨®n fue el peri¨®dico Norte Express, a la postre fundado con capital de los Oriol.
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