Una heterodoxa interpretaci¨®n de la Biblia se convierte en un ¨¦xito literario en Estados Unidos

El libro de J, escrito por un profesor de la Universidad ole Yale (EE UU), Harold Bloom, que es adem¨¢s un temido cr¨ªtico literario, se ha convertido en un ¨¦xito editorial en Estados Unidos. La idea central -que el Dios de la Biblia original no guarda parecido alguno con el Dios elaborado durante milenios por jud¨ªos, cristianos y musulmanes- est¨¢ siendo discutida en los seminarios de teolog¨ªa de todo el mundo.

La idea de que los m¨¢s antiguos textos conocidos de la Biblia hebrea no fueron en absoluto textos religiosos, 'sino una sublime obra literaria, una pieza maestra de humor y sentido de la iron¨ªa es una de las hip¨®tesis que baraja el profesor Bloom en su pol¨¦mico Libro de J que est¨¢ barriendo en todas las listas de superventas en Estados Unidos. La versi¨®n de que la persona no identificada que escribi¨® la Biblia alrededor de hace ahora 3.000 a?os -conocida por los acad¨¦micos durante m¨¢s de un siglo con la inicial J- no fue, como la mayor¨ªa de la gente ha pensado, un hombre, sino una mujer es otra de las tesis del libro. Es m¨¢s, fue una mujer que miraba a Dios mucho, de la misma forma que una madre podr¨ªa haberlo hecho, manteniendo, como dice el autor de esta teor¨ªa, "una orgullosa y divertida mirada hacia un hijo favorito que ha crecido para ser poderosamente benigno, pero al tiempo exc¨¦ntricamente irascible".Estos puntos de vista, tan distantes de la mayor parte de las interpretaciones b¨ªblicas, pueden, en determinados medios, ser descartados como los desvar¨ªos de un exc¨¦ntrico y no tomadas en serio. Pero si provienen de un importante cr¨ªtico literario que ha escrito 20 libros y ense?ado a varias generaciones de cr¨ªticos literarios en la Universidad de Yale, estos puntos de vista atraen la atenci¨®n y provocan controversia. Eso al menos es lo que parece haber ocurrido con El libro de J, una nueva interpretaci¨®n de los or¨ªgenes de la Biblia hebrea escrita por Harold Bloom.

Yav¨¦

La prensa popular ha entrado tambi¨¦n a debatir las hip¨®tesis de Bloom, incidiendo particularmente en que J fue una mujer, inte¨¦is ¨¦ste que Bloom deplora: "No tiene ninguna importancia", dice. "Comet¨ª un grave error. Estoy absolutamente convencido, a partir de bases internas, literarias y psicol¨®gicas, que fue una mujer escritora, pero hubiera preferido no decirlo porque la idea distrae de la parte importante de la tesis". "Lo que importa del libro, lo que debiera ser debatido", dijo en su apartamento cerca de la Universidad de Nueva York, "es la forma en que el Yav¨¦ del escritor J no es en absoluto el Dios de la Biblia hebrea tomada en su conjunto".Durante mucho tiempo, Bloom ha sido una figura controvertida, un hombre que ha combatido intelectualmente contra la mayor parte de las nuevas tendencias de cr¨ªtica literaria, que rechaza como "la escuela del resentimiento" o "Foucault con soda".

Estos ataques incluyen el deconstructivismo, el nuevo historicismo, el feminismo y las escuelas; marxistas. Los seguidores de esas corrientes, seg¨²n ¨¦l, no est¨¢n interesados en el estudio, sino en apoyar sus propias causas pol¨ªticas. ?l ense?a humanidades en la Universidad de Yale e ingl¨¦s en la de Nueva York, y reparte su tiempo entre New Haven y la ciudad de Nueva York.

En esta nueva pol¨¦mica, sus adversarios no son feministas o detractores, sino exegetas de la Biblia y otros profesores para quienes Harold Bloom no conoce suficientemente la Biblia como para que sus interpretaciones sean fiables. "Admiro el ingenio y el nervio de Bloom", coment¨® Robert Alter, profesor de Literatura Comparada en la Universidad de California y que ha escrito varios ensayos sobre ex¨¦gesis de la Biblia, "pero si alguien saliera con un libro diciendo que los sonetos de Shakespeare fueron escritos por una condesa de la corte de Isabel de Inglaterra y hubiese le¨ªdo a Shakespeare en una exc¨¦ntrica traducci¨®n italiana, usted dudar¨ªa de que hubiese escuchado la voz de la condesa. Eso sucede en este caso".

Bloom, nacido en el barrio neoyorquino del Bronx, donde recibi¨® una muy ortodoxa educaci¨®n jud¨ªa, afirma: "He estado obsesionado por la lectura de la Biblia desde que era un ni?o". Bloom ha escrito varios ensayos sobre el texto J, incluyendo uno para un libro de ensayos editado por Rosenberg.