2.000 camas en el mar
Los buques hospital norteamericanos esperan acontecimientos en el Golfo y en el mar Rojo
Visto de lejos parece un enorme carguero. Pero a medida que te acercas se distinguen dos banderas sobre el puente: la Cruz Roja y la Media Luna Roja (el equivalente ¨¢rabe) ondean sobre dos grandes m¨¢stiles a popa del buque hospital Mercy, de la Marina norteamericana, una gran embarcaci¨®n de m¨¢s de 300 metros de eslora que navega por aguas del golfo P¨¦rsico y el mar Rojo desde el pasado 15 de septiembre. El Mercy y su gemelo, el Comfort, se turnan a un lado y al otro de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga en guardia continua, esperando a que algo suceda.
Son dos de los hospitales mayores del mundo. Cada uno de ellos tiene 1.000 camas y una tripulaci¨®n de 900 personas. Est¨¢n listos para cualquier eventualidad. De hecho, ya han tenido que actuar en varias ocasiones. El entrenamiento del ej¨¦rcito norteamericano en el Golfo ha causado varios accidentes mortales (40 bajas, incluidos los fallecidos en el accidente a¨¦reo de Alemania), adem¨¢s de las enfermedades habituales tratadas en hospitales civiles: roturas, operaciones de apendicitis, extracciones de muelas o gripes.Por estos d¨ªas el Mercy navega junto a la costa oriental de Arabia Saud¨ª, cerca de Dahran, mientras que el Comfort est¨¢ en pleno mar Rojo, donde decenas de barcos de guerra occidentales patrullan d¨ªa y noche para asegurar la efectividad del bloqueo contra Irak. Ambos pueden atender todo tipo de enfermedades o heridas de guerra, aunque su misi¨®n se limite a realizar unos primeros auxilios antes de enviar a los heridos de vuelta a Estados Unidos.
El capit¨¢n Paul Barry, comandante del Mercy, explica que su hospital flotante est¨¢ siempre preparado para actuar. "El servicio m¨¦dico funciona 24 horas al d¨ªa. Estamos siempre en estado de alerta y listos para cualquier cosa. Nadie puede predecir el tipo de pacientes que tendremos, pero podemos tratarlos a todos". Los enfermos, heridos o accidentados llegan hasta el barco en helic¨®pteros con el emblema de la Cruz Roja o a bordo de peque?as embarcaciones que hacen las veces de ambulancias.
El Mercy es comparable a un gran hospital de cualquier capital occidental. Cuenta con 12 quir¨®fanos, 4 unidades de cuidados intensivos con 20 camas cada una y 16 de cuarentena. Hay, m¨¢s de 1.000 camas ¨²tiles, atendidas por 500 persona; (m¨¦dicos y enfermeros), y con apoyo de 400 empleados que atienden la administraci¨®n y los servicios. Adem¨¢s, hay dos salas de operaciones dentales, un gran. laboratorio, un banco de sangre, cuatro salas de radiolog¨ªa, un esc¨¢ner y una farmacia. M¨¢s de lo que muchos hospitales en tierra quisieran tener.
La misi¨®n encomendada a los dos barcos-hospital norteamericanos cuando abandonaron su pa¨ªs a mediados de agosto es atender todas las eventualidades que puedan suceder tanto a los soldados de EE UU como a los de las tropas multinacionales en caso de guerra. En previsi¨®n de que Irak utilice armas qu¨ªmicas. o biol¨®gicas, el personal sanitario del Mercy y del Comfort ha recibido una formaci¨®n especial para tratar a los heridos. Existen salas de descontaminaci¨®n y un equipo especial de 40 personas en cada barco puede actuar en cualquier momento.
MASH en el desierto
Los servicios m¨¦dicos del ej¨¦rcito norteamericano no se limitan soIamente a los dos grandes buques-hospital. Cada divisi¨®n tiene su peque?o equipo sanitario y el mando ha instalado diversos hospitales de campa?a en puntos estrat¨¦gicos del desierto. Se trata de los mobile army surgery hospital (MASH), muy conocidos en todo el mundo por la famosa serie de televisi¨®n estadounidense. Los MASH del desierto tienen cierto parecido a los de la televisi¨®n, aunque aqu¨ª hayan instalado aparatos de aire acondicionado en las salas de operaciones y huela a desinfectante en las 20 tiendas de campa?a que forman el hospital, con capacidad para 60 enfermos.
Los m¨¦dicos de estos hospitales de campa?a son diferentes a los de los grandes buques sanitarios. Y sus medios, muy inferiores. "Aqu¨ª no podemos hacer una cirug¨ªa fina", explica uno de ellos, "se trata de salvar vidas en caso de guerra". En los MASH se habla de cirug¨ªa de alb¨®ndiga (meatball surgery) para explicar el tipo de trabajo que se ve¨ªan obligados a realizar en Vietnam. Aunque todos esperan no tener que entrar en acci¨®n y que todo se solucione por la v¨ªa diplom¨¢tica.
Mientras tanto, igual que sus colegas del Mercy o el Comfort, se preparan tambi¨¦n para atender heridos por armas qu¨ªmicas. Dicen que ser¨ªan capaces de salvar al 90% de esos heridos, aunque el impacto ps¨ªquico de este tipo de ataque es dif¨ªcil de prever. Todo el personal del centro m¨¦dico tiene siempre a mano su m¨¢scara de gas. "Yo me puedo poner mi traje antig¨¢s en s¨®lo 15 segundos", dice orgulloso un soldado que apenas pasa de los 20 a?os.
En las paredes de las tiendas de campa?a los militares han colgado docenas de cartas y dibujos enviados por ni?os desde los colegios de Estados Unidos. "Querido soldado, gracias por proteger a Arabia Saud¨ª", se puede leer en una l¨¢mina, junto al dibujo de un arco iris y un peque?o soldado que agita una bandera con las barras y las estrellas. "Buena suerte" o "vuelve pronto a casa", dicen otros ni?os en sus cartas. Eso es lo que quieren todos: volver pronto a casa. Y si es posible, sin tener que poner a prueba su cirug¨ªa de alb¨®ndiga.
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