Significa la guerra del Golfo el fin de la 'pax americana'?
El articulista considera que la lucha para contener a Irak es algo m¨¢s que una pelea por mantener el precio del petr¨®leo a un nivel moderado. En la crisis del Golfo se est¨¢n configurando tambi¨¦n unas nuevas relaciones de poder en las que EE UU ha reconocido la limitaci¨®n de sus poderes y su relativa p¨¦rdida de hegemon¨ªa.
Estados Unidos lidera hoy la lucha contra la ocupaci¨®n iraqu¨ª de Kuwait. Nuestras tropas en Arabia Saud¨ª son muy numerosas; nuestros aviones y nav¨ªos, de los m¨¢s poderosos; el presidente Bush, ya sea en las Naciones Unidas o en Washington, se encarga de orquestar la coalici¨®n y se ha erigido como principal portavoz de los aliados de Europa, Asia, ?frica y las Am¨¦ricas. -Hubo, sin embargo, una ¨¦poca en la que el l¨ªder mundial operaba sin aliados, corriendo con todos los gastos y tomando las decisiones unilateralmente. Fue as¨ª en la Roma de Augusto C¨¦sar, y fue as¨ª en la Gran Breta?a de la reina Victoria. Y fue as¨ª tambi¨¦n a finales de los a?os cuarenta, cuando Am¨¦rica introdujo el Plan Marshall para la recuperaci¨®n europea. Durante la ocupaci¨®n de Jap¨®n por el general MacArthur, se gobernaba con omnipotencia y se contaba con los suficientes fondos para pagar por todo aquello que Jap¨®n necesitara.
Hoy d¨ªa la situaci¨®n es diferente. El presidente George Bush espera que el Gobierno en el exilio de Kuwait y el atemorizado rey de Arabia Saud¨ª corran con gran parte de los gastos en los que Estados Unidos ha incurrido para su defensa. Las ventas de petr¨®leo han reportado a estos pa¨ªses cientos de billones en activos en el pasado, y ahora deber¨¢n contribuir a pagar las facturas para salvar sus vidas y poder restablecer su renta futura.
La situaci¨®n es la misma para varios de los otros reinos y emiratos del golfo P¨¦rsico. En realidad, a esta forma de compartir los gastos por partes iguales que vemos en los aliados ¨¢rabes en la lucha contra Sadam Husein podr¨ªa muy bien aplic¨¢rsele la vieja sentencia comunista de Carlos Marx: "D¨¦ cada uno seg¨²n seg¨²n su capacidad a cada uno seg¨²n sus necesidades".
El indigente Egipto, el primer pa¨ªs en cooperar con el equipo de Bush, est¨¢ recibiendo en estos momentos miles de millones de d¨®lares en ayuda alimentaria y condonaci¨®n de su deuda. Para mantener antiguos equilibrios,?
Israel recibir¨¢ nueva ayuda en forma de armamento. Es de tener que el protector de terroristas y dictador de Siria se convierta en el nuevo candidato para la caridad de Washington antes de que se termine de reducir al dictador iraqu¨ª, o incluso Ir¨¢n, a pesar de su odio isl¨¢mico a los americanos a quienes personifica como el diablo.
El presidente Bush requerir¨¢ miles de millones de d¨®lares m¨¢s para poder compensar a Turqu¨ªa y a Jordania por el grave da?o econ¨®mico que les ha supuesto el tener que honrar o sufrir el embargo comercial impuesto a Irak.
Hasta aqu¨ª me he ocupado de los costes de la crisis expresados en t¨¦rminos de dinero y otros recursos econ¨®micos tales como alimentos, ropa, tanques, ca?ones 31 nav¨ªos. Francia, el Reino Unido y otros aliados de Estados Unidos en las Naciones Unidas han estado enviando al Golfo unidades de tropas y buques de guerra como un gesto simb¨®lico. El peque?o ej¨¦rcito de Arabia Saud¨ª cuenta ahora a su lado con tropas provenientes de Egipto y de otros pa¨ªses adversarios de Sadam. Husein dentro de la Liga ?rabe.
Es de suponer que las fuerzas norteamericanas, que en estos momentos luperan los 200.000 hombres, no necesiten en realidad de estos recursos humanos extranjeros. En efecto, coordinar batallones de naturaleza tan heterog¨¦nea tiene que complicar ateriormemente las tareas de defensa y ataque. ?A qu¨¦ se debe entonces esta presi¨®n tan fuerte ejercida sobre Washington para que reclute fuerzas de tantos y tan diversos aliados en el seno de las Naciones Unidas?
Razones
Las razones son diplom¨¢ticas y psicol¨®gicas. Por lo general, los ¨¢rabes odian a los americanos, y Sadam Husein lo sabe y cuenta con ello. Los egipcios son valiosos para los americanos, porque confieren legitimidad a las operaciones antiraqu¨ªes; e incluso los sirios, que hacen su aparici¨®n ante la corte de la opini¨®n p¨²blica mundial con las manos sucias, son bienvenidos por oportunistas maquiav¨¦licos. Algunos aceptar¨ªan ayuda del propio diablo, y llegar¨ªan, tal vez, a pedirla de los desequilibrados dictadores libios.
Las naciones aliadas, tras su victoria en 1945, se mostraron satisfechas de convertir a Jap¨®n y a Alemania en pa¨ªses pacifistas a los que se prohibi¨® tener fuerzas armadas. Por tanto, es ir¨®nico que la Casa Blanca y el Congreso norteamericano critiquen hoy a Jap¨®n y a Alemania por no haber enviado al golfo P¨¦rsico contingentes de tropas de mayor envergadura.
Pero el problema central que quiero tratar en este art¨ªculo es de car¨¢cter econ¨®mico, y no militar o diplom¨¢tico. ?Qu¨¦ lecci¨®n podemos sacar sobre Estados Unidos como superpotencia si contrastamos el rol del presidente Bush en 1990, mendigando a sus aliados una contribuci¨®n por partes iguales, y el que cumpli¨® el presidente Truman en 1947 como proveedor del Plan Marshall y otros programas de ayuda exterior? ?Se ha convertido Norteam¨¦rica en un l¨ªder del pasado? ?Ha seguido Estados Unidos la senda de la Roma imperial y de la triunfante Gran Breta?a? ?Qui¨¦n tomar¨ªa el lugar de Estados Unidos como primera potencia mundial si se diera el caso de que lo hubiera perdido? En la era de Gorbachov, ?no ser¨¢ ciertamente la Uni¨®n Sovi¨¦tica? ?La Alemania reunificada? ?El Mercado Com¨²n despu¨¦s de 1992?
S¨¦ que el historiador Paul Kennedy, de la Universidad de Yale, ha escrito un libro, ¨¦xito de ventas, sobre la ca¨ªda de Am¨¦rica. Ya hace 20 a?os, el fallecido Herman Kahn, un brillante f¨ªsico y estratega de la guerra fr¨ªa que se empe?aba en pensar lo impensable, invent¨® el concepto de la Cuenca del Pac¨ªfico, y afirm¨® que ¨¦sta llegar¨ªa a dominar el mundo. Sin embargo, el doctor Kahn (Strange-love) era un economista sin t¨ªtulo, y su futurolog¨ªa no puede haber sido muy acertada teniendo en cuenta que pas¨® por alto el movimento ecologista y los problemas que afronta el Club de Roma respecto al agotamiento de los recursos naturales.
Mis puntos de vista econ¨®micos son los siguientes:
1. No cabe duda de que Estados Unidos experimentar¨¢ una baja en su participaci¨®n fraccionaria en la renta mundial en el periodo 1990-20 lo, no obstante lo cual seguir¨¢ manteni¨¦ndose 1 en el primer puesto. No hay ning¨²n pa¨ªs del que pueda decirse que es un sustituto cercano, ya que Jap¨®n, que ocupa en estos momentos el segundo lugar, percibe ?in PNB real total que se cifra en menos de la mitad del de Estados Unidos.
2. En cuanto a nivel de vida real per c¨¢pita se refiere, Estados Unidos ocupa todav¨ªa, sin lugar a dudas, el primer puesto, y le siguen, por este orden, Canad¨¢, Noruega y luego Alemania, Dinamarca, Francia, Suiza y Suec¨ªa. No se puede decir que Jap¨®n entre a¨²n en esta clase l¨ªder (pero, por supuesto, est¨¢ ganando un poco m¨¢s casi todos los a?os).
3. A pesar de ser no solamente un pa¨ªs rico, sino tambi¨¦n el m¨¢s rico del mundo, Estados Unidos no cuenta en estos momentos con recursos disponibles. Ahorramos poco y consumimos mucho y los presidentes Reagan y Bush han debilitado el sistema tributario. No es de extra?ar entonces que George Bush, taz¨®n de mendigo en mano, suplique a sus aliados que no se conviertan en polizontes en esta crisis..
Es un hecho positivo que Norteam¨¦rica sea realista respecto a sus poderes limitados, como lo es para el mundo que las dos superpotencias -EE UU y la URSS -est¨¦n perdiendo su hegemon¨ªa en t¨¦rminos relativos.
Es bueno tambi¨¦n que el resto del mundo, desde Corea hasta Jap¨®n, pasando por Italia y Espa?a, pueda emanciparse de la dependencia de un gran hermano. As¨ª, en la era pos-Gorbachov, mejoran considerablemente las perspectivas para un mundo conformado por naciones pac¨ªficas que conviven en una suerte de balance entre pa¨ªses tolerables y pa¨ªses tolerantes. Por estas razones puede decirse que la lucha actual para contener a Irak es algo m¨¢s que una simple pelea por mantener el precio del petr¨®leo a un nivel moderado.
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