El virus de la hepatitis B, posible arma contra el sida
El neur¨®logo norteamericano Peter Herman, investigador del hospital Mount Sinal, de Nueva York, se ha mostrado esperanzado sobre la posibilidad de aprovechar el virus de la hepatitis B para impedir la penetraci¨®n del virus del sida en las c¨¦lulas, ya que ambos entran por el mismo sitio de la membrana celular. De esta forma ser¨ªa posible retrasar el desarrollo de la enfermedad."El virus del sida y el de la hepatitis B entran a la c¨¦lula por la misma puerta, el receptor C4", explic¨® Herman, "y si se logra bloquear esa puerta com¨²n por medio de un virus de la hepatitis B atenuado, se impide la entrada del virus del sida a la c¨¦lula".
Herman particip¨® esta, semana en el I Simposio Internacional de la Fundaci¨®n Areces dedicado a las investigaciones en el cerebro. El neur¨®logo norteamericano describi¨® su experiencia en el tratamiento del sida en una pareja de homosexuales, de los cuales uno de ellos hab¨ªa padecido la hepatitis B. "El paciente que hab¨ªa padecido hepatitis sobrevivi¨® a su compa?ero", dijo.
Una l¨ªnea de investigaci¨®n prometedora ser¨ªa encontrar un virus de la hepatitis B modificado para que no sea agresivo y sirva as¨ª de coraza a los linfocitos contra el virus del sida.
"Se conoce que el virus permanece cerca de una hora unido a la membrana celular y que tarda tambi¨¦n una hora en penetrar al citoplasma. Una vez dentro de la c¨¦lula, bastan 16 horas para que el virus se multiplique". "En algunos pacientes, el proceso de multiplicaci¨®n del virus dentro de las c¨¦lulas tiene lugar despu¨¦s de algunas semanas; en otros transcurren meses o a?os, hasta 17, sin que se desarrollen los s¨ªntomas. No se sabe qu¨¦ desencadena el proceso de multiplicaci¨®n del virus dentro de las c¨¦lulas infectadas", a?adi¨® Herman.
Seg¨²n este neur¨®logo, a pesar de los efectos devastadores de la enfermedad en el sistema nervioso central, el virus es dificil de detectar, y no se ha observado dentro de las neurona, sino en las c¨¦lulas de sost¨¦n del tejido nervioso y del l¨ªquido cefalorraqu¨ªdeo. En el cerebro de un joven de 25 a?os causa lesiones comparables a las de la enfermedad de Alzheimer en un anciano de 70 a?os.
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