"Ser¨¢ dif¨ªcil que la gente se crea que no soy un chulo"
VICENTE JIM?NEZ Pregunta. ?C¨®mo valora que, siendo usted el ¨²nico representante espa?ol, no haya aqu¨ª nadie de la federaci¨®n [la entrevista se realiz¨® el martes; ayer, mi¨¦rcoles, s¨ª se person¨® Pujol]?
Respuesta. Si fueran otros los que jugaran, habr¨ªa mucha gente. Pero estoy yo y no han considerado interesante asistir. No lo necesito. Habr¨¢n ido a Nueva York porque con Conchita y Arantxa no tienen problemas. Lo ¨²nico que me duele es que yo haya sido el que mejor se ha portado con la federaci¨®n y ahora me paguen de esta manera. La carrera de un tenista es corta y las de los directivos larga. Pero me queda cuerda para rato. No me van a sacar as¨ª como as¨ª.
P. ?Cree que Orantes deber¨ªa estar en Francfort?
R. Eso habr¨¢ que pregunt¨¢rselo a ¨¦l. Lo ver¨¢ por televisi¨®n. Tal vez ha pensado que yo no me enfrentar¨¦ a estos jugadores en la Copa Davis, aunque, si ganamos a Canad¨¢, seguramente lucharemos con Estados Unidos.
P. ?Cu¨¢les han sido sus relaciones con la federaci¨®n desde el conflicto de Mosc¨²?
R. No existen. Desde la reuni¨®n en el Consejo Superior de Deportes, nadie me ha llamado ni yo he hablado con ellos.
P. ?Cree que se portaron incorrectamente con usted?
R. En primer lugar, yo ten¨ªa las cartas en la mano tras lo sucedido en Mosc¨², pero no expuse correctamente mi opini¨®n sobre el equipo y Orantes. Habl¨¦ con las personas incorrectas, en un mal momento, y lo plante¨¦ todo fatal. Ahora bien, esas personas [los federativos] se aprovecharon de que estaba fuera de Espa?a para vender una mala imagen de m¨ª. Yo tambi¨¦n habr¨ªa dicho: ?Uy, ¨¦ste es un delincuente! Lo que m¨¢s me doli¨® fue que el montaje lo hizo gente del tenis, no de fuera. Yo me equivoqu¨¦, lo reconozco. ?Pero c¨®mo pudieron salir tantos trapos sucios? Creo que me he portado lo suficientemente bien con el tenis espa?ol como para que no me paguen as¨ª.
"No s¨¦ mentir"
P. Quiz¨¢ no supo llegar a la gente.
R. No soy pol¨ªtico, ni orador ni federativo. No puedo mentir, se me nota. S¨¦ que ser¨¢ dificil que la gente no me considere un chulo, ni un engre¨ªdo, y que no crea que mi familia es un clan. Lo triste fue ver c¨®mo en s¨®lo una semana se vino abajo todo el trabajo, los ¨¦xitos y las victorias de muchos a?os.
P. Usted coment¨® que, a pesar de reconocer sus errores, la mala imagen que los aficionados ten¨ªan de usted no variar¨ªa.
R. Durante dos semanas se me fueron las ganas de todo Despu¨¦s de la reuni¨®n de Madrid, dio la impresi¨®n de que me arrodill¨¦ porque me hab¨ªan hecho un chantaje, de que rectifiqu¨¦ porque me hab¨ªan puesto la soga al cuello. No fue as¨ª. Que quede claro que si juego la Copa Davis es porque lo deseo, porque soy el n¨²mero uno espa?ol y puedo ayudar al equipo, no por miedo a la mili ni a perder la subvenci¨®n de la ADO. Como residente en otro pa¨ªs, puedo pedir otro tipo de pr¨®rrogas militares. El dinero no lo ped¨ª. Me lo dieron porque quisieron. No lo necesito.
P. ?El hecho de haber adoptado la residencia fiscal en M¨®naco ha da?ado su imagen?
R. Hay gente que dice que ya no soy espa?ol, pero yo soy m¨¢s espa?ol que nadie. Yo tuve que irme de Espa?a porque me ha c¨ªan la vida imposible. Adem¨¢s de pagar a Hacienda un 56% de mis ganancias, me hicieron durante dos a?os una inspecci¨®n exagerada s¨®lo para intentar cogerme. Fue demasiado. Pidieron informaci¨®n en todos los torneos para saber qu¨¦ cobraba, cu¨¢nto me descontaban, en Roland Garros y en el Congo. El inspector, como no encontr¨® ninguna irregularidad, se enfad¨® much¨ªsimo.
P. ?Desde cu¨¢ndo posee la residencia fiscal en M¨®naco?
R. Desde hace muchos a?os. Lo que pasa que no la utilic¨¦ hasta el a?o pasado porque era un personaje p¨²blico y, no me importaba pagar a la Hacienda espa?ola. Pero, al imponer el 56% de tributo a partir de los ocho millones, no tuve m¨¢s remedio que irme. Un tenista gana mucho dinero, es cierto, pero en muy pocos a?os. Me parece l¨®gico hacer algo as¨ª. Si el Gobierno aprobara una ley m¨¢s ben¨¦vola sobre las rentas irregulares, no me importar¨ªa volver a Espa?a.
P. ?Teme que su decisi¨®n de no jugar el pr¨®ximo Campeonato de Espa?a sea interpretada como una nueva huida para no enfrentarse a Sergi Bruguera?
R. No tengo ganas de jugar porque s¨¦ que no voy a rendir al m¨¢ximo. En enero quiero estar en el Open de Australia en perfectas condiciones.
P. ?Qu¨¦ planteamiento hace para el futuro?
R. Olvidar. Quiero jugar en Wimbledon en 1991. Si gano partidos, se me volver¨¢ a querer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.