El tr¨¢fico en Madrid
Lo primero es agradecer a EL PA?S su esfuerzo y valent¨ªa por afrontar el caos, la suciedad, el ruido cada vez m¨¢s dificilmente soportable y la fealdad que la imposici¨®n del autom¨®vil -como medio de transporte y forma de afirmaci¨®n personal- ha tra¨ªdo sobre Madrid. Lo segundo, manifestar una cierta decepci¨®n tras leer las recomendaciones de Bernhard Winkler.Ya queda dicho que este imperfecto atasco permanente al que se sigue llamando tr¨¢fico no es el ¨²nico mal que ocasiona el autom¨®vil. Por tanto, liberar de ¨¦l a unas zonas de la ciudad supondr¨ªa seguir castigando a las otras, y qui¨¦n sabe si de un modo todav¨ªa m¨¢s acentuado.
Pero, centr¨¢ndonos en el tr¨¢fico, llama la atenci¨®n, por ejemplo, que Winkler no haya pensado en los tranv¨ªas, y eso aun despu¨¦s de haberse admirado de la red de metro. Y tambi¨¦n choca que ponga m¨¢s ¨¦nfasis en la construcci¨®n de las carreteras radiales que en la de nuevas v¨ªas f¨¦rreas. Las ventajas que el ferrocarril y el tranv¨ªa tienen sobre el autob¨²s cantan solas.
Y por ¨²ltimo, lo m¨¢s sorprendente sin duda es que apareciendo como aparece el autom¨®vil, ya no como causa de la desgracia, sino como la desgracia misma, ande el se?or Winkler haciendo tantos n¨²meros para compaginar la peste automovil¨ªstica con la ciudad habitable, paseable, confortable, en vez de, sencillamente, plantearse la supresi¨®n del trasto, aut¨¦ntica vaca sagrada de Occidente. Claro que entonces no le contratar¨ªan como mago ni EL PA?S ni nadie. ?Qu¨¦ ser¨ªa del m¨¦dico si desapareciera la enfermedad?-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.