Impunidad

HACE UN a?o, una unidad del Ej¨¦rcito salvadore?o irrumpi¨® en la Universidad Centroamericana de San Salvador y asesin¨® a seis jesuitas y dos trabajadoras que se encontraban en ella. Hoy, un a?o m¨¢s tarde, est¨¢n detenidos los autores materiales de la matanza y su instigador m¨¢s directo, el coronel Benavides, director de la academia militar. Sin embargo, los mandos militares que planearon y ordenaron el hecho ni siquiera aparecen como implicados. El juez encargado del caso ha sido y est¨¢ siendo incapaz de sentar a todos los responsables en el banquillo. La culpa la tiene, entre otros, el Gobierno de extrema derecha del presidente Cristiani, que lejos de cumplir con su promesa solemne de esclarecer el crimen ha arrastrado los pies e incluso ha puesto trabas al progreso de la investigaci¨®n.El esc¨¢ndalo es tal que el Gobierno de Estados Unidos ha reducido su ayuda militar a El Salvador en un 50%. Otros Gobiernos, como el espa?ol -menos capacitados para imponer sanciones materiales-, han ejercido sobre el pa¨ªs centroamericano considerable presi¨®n moral. Tampoco han tenido ¨¦xito.

En el fondo, no se trata s¨®lo de encontrar y castigar a los culpables de un crimen repulsivo, sino de que un pa¨ªs demuestre que es capaz de funcionar como sociedad civilizada ateni¨¦ndose a la regla de derecho. Como ha recordado la Comunidad Europea, el presidente Cristiani debe comprender que la investigaci¨®n y esclarecimiento de la matanza son esenciales para la estabilidad de El Salvador. S¨®lo si la autoridad civil prima sobre la militar podr¨¢ acceder aquel pa¨ªs a un futuro pac¨ªfico. La principal obligaci¨®n del presidente de la Rep¨²blica es asegurarse de ello con firmeza.