Calvo Sotelo asegura que Espa?a no fue informada, cuando entr¨® en la OTAN, de la existencia de Gladio
Leopoldo Calvo Sotelo, presidente del Gobierno espa?ol de febrero de 1981 a diciembre de 1982 y principal impulsor del ingreso de Espa?a en la OTAN, declar¨® ayer a EL PA?S que, en las conversaciones que se celebraron en aquella ¨¦poca sobre las modalidades de la integraci¨®n espa?ola, los representantes de la Alianza no informaron de la existencia de la red clandestina Gladio. La estructura paramilitar de la OTAN, descubierta por un juez italiano, ven¨ªa funcionando desde los a?os cincuenta en, al menos, Italia, Francia, Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), B¨¦lgica, Holanda y el Reino Unido.
Calvo Sotelo asegura que, debido a la disoluci¨®n anticipada de las Cortes, s¨®lo se celebraron un par de reuniones con la OTAN desde que Espa?a ingres¨® en dicha organizaci¨®n, en mayo de 1982, hasta que su gobierno fue relevado por el del PSOE, a finales de ese mismo a?o. "No hubo una negociaci¨®n en sentido estricto y, por tanto, tampoco hubo ocasi¨®n de hablar de ello, si es que hab¨ªa que hablar", argumenta.Sin embargo, la existencia de la red Gladio tampoco fue revelada al Gobierno espa?ol en los a?os posteriores a la sustituci¨®n de Calvo Sotelo, a juzgar por las declaraciones de Javier Rup¨¦rez, primer embajador de Espa?a ante la OTAN, cargo que ocup¨® desde junio de 1982 hasta febrero de 1983, y de Fernando Mor¨¢n, primer ministro de Asuntos Exteriores del PSOE, que form¨® parte del Gabinete hasta julio de 1985.
"Nunca supe nada de ese tema", afirma Rup¨¦rez, actual responsable de la Comisi¨®n de Defensa del Partido Popular (PP), "no ten¨ªa la m¨¢s remota idea al respecto hasta que lo he le¨ªdo en los peri¨®dicos". Por su parte, Fernando Mor¨¢n ha manifestado a este diario que "mientras fui ministro ni nunca he tenido la menor noticia, indicio o rumor de la existencia de Gladio o de algo parecido".
Tanto el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, como el ministro de Defensa, Narc¨ªs Serra, han negado p¨²blicamente que Espa?a contara con una sucursal de Gladio, pero no han aclarado si fueron informados por sus socios de la existencia de una red secreta de la OTAN. El titular de Defensa ha encargado al Cesid (Centro Superior de Informaci¨®n de la Defensa) una investigaci¨®n en torno a posibles conexiones espa?olas de la estructura clandestina.
El ex presidente Calvo Sotelo, que en mayo de 1981 nombr¨® al todav¨ªa director del Cesid, Emilio Alonso Manglano, sostiene que en las reuniones que mantuvo en aquella ¨¦poca con el jefe del servicio militar de inteligencia nunca le habl¨® de este asunto, por lo que cree que no existi¨® una conexi¨®n espa?ola de la red. "No tengo noticia de que existiera aqu¨ª nada parecido y, sin duda, la hubiera tenido si existiera", argumenta.
Calvo Sotelo sostiene que se ha enterado ahora, con sorpresa y a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, de que en numerosos pa¨ªses de la OTAN funcionaba una organizaci¨®n secreta e ilegal destinada a actuar en caso de invasi¨®n por parte del Pacto de Varsovia, cuyo planteamiento considera "rid¨ªculo e incluso delictivo". "Si me hubiera llegado noticia de algo tan disparatado", afirma, "hubiera actuado".
Al inicio de la transici¨®n, seg¨²n admite el ex presidente, exist¨ªa inquietud en los pa¨ªses occidentales sobre el papel del Partido Comunista en la nueva Espa?a democr¨¢tica, pero "el modesto resultado del PCE en las primeras elecciones y el m¨¢s modesto de las siguientes tranquiliz¨® a nuestros vecinos". Respecto a las conexiones que pudieran existir entre Gladio y el franquismo, prefiere no pronunciarse, por carecer de datos, aunque opina que la creaci¨®n en Espa?a de una red de ese tipo era innecesaria, ya que "el propio r¨¦gimen era Gladio".
En id¨¦nticos t¨¦rminos se ha expresado Alberto Oliart, ministro de Defensa con Calvo Sotelo. En su opini¨®n, es "pueril" pensar que se creara una estructura clandestina en Espa?a durante los a?os cincuenta, cuando se puso en marcha en el resto de Europa, ya que "aqu¨ª Gladio era el Gobierno". Tras la muerte de Franco, en su opini¨®n, este movimiento, producto de la guerra fr¨ªa, "hab¨ªa pasado de moda". Oliart asegura que "nadie me habl¨® nunca de gladios ni de gladiolos, ni o¨ª hablar de una estructura referida a elementos de involuci¨®n".
Testimonio de Moyen
La conexi¨®n espa?ola de Gladio fue denunciada por Andr¨¦ Moyen, un ex agente del Servicio General de Informaci¨®n belga, de 76 a?os, con el que ayer se entrevist¨® en Bruselas el diputado de Izquierda Unida Antonio Romero. Moyen sostiene que su primer contacto con la sucursal espa?ola se produjo en octubre de 1948 y de forma indirecta, aunque supo que "una c¨¦lula de la red operaba en Las Palmas".
El agente belga hab¨ªa sido enviado a Canarias para investigar un fraude de combustible que era transportado en barcos de su pa¨ªs que hac¨ªan la ruta Amberes-Congo. "El asunto serv¨ªa", asegura, "para que altas autoridades espa?olas se llenaran los bolsillos y luego detectamos adem¨¢s un enorme tr¨¢fico de droga". El Gobierno espa?ol, alertado, le envi¨® como ayudantes a "dos agentes del Bur¨® Segundo Bis del Alto Estado Mayor" del Ej¨¦rcito. "Eran personas muy preparadas, me ayudaron mucho, hablamos de muchas cosas y pude darme cuenta que estaban al corriente de Gladio", recuerda.
Seg¨²n Antonio Romero, el testimonio de Moyen confirma que "existi¨® una red de Gladio en Espa?a durante el franquismo", con n¨²cleos en Madrid, Barcelona, San Sebasti¨¢n y Canarias, y que "actu¨® contra militantes comunistas y anarquistas, as¨ª como contra mineros asturianos y nacionalistas catalanes y vascos".
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