John Major responde a sus cr¨ªticos nombrando una ministro de Estado

John Major, el nuevo primer ministro brit¨¢nico, sali¨® ayer al paso de las andanadas recibidas desde sus propias filas por la ausencia de mujeres en el Gabinete y nombr¨® una ministro de Estado para Hacienda, cargo importante, pero que no supone presencia en el Ejecutivo. Major compareci¨® por primera vez en calidad de premier en los Comunes y consigui¨® evitar los embates de Neil Kinnock, el l¨ªder de la oposici¨®n, sobre el poll-tax.

La thatcheriana Teresa Gorman estaba ayer que se sub¨ªa por las paredes por la ausencia de mujeres en el Gabinete formado la v¨ªspera por Major, a quien acus¨®, con exageraci¨®n, de haberse rodeado de amiguetes. La oposici¨®n tambi¨¦n le critic¨® por su "machismo" y hasta la Comisi¨®n de Igualdad de Oportunidades lament¨® la ausencia femenina despu¨¦s del modelo que hab¨ªa establecido Margaret Thatcher, criticado al un¨ªsono por las feministas brit¨¢nicas.La explicaci¨®n oficial de Downing Street y del Partido Conservador de la llamativa ausencia por primera vez en 25 a?os es que Major hab¨ªa cubierto los ministerios con las personas m¨¢s capaces para desarrollar la funci¨®n encomendada, l¨ªnea de defensa que siguieron algunas de las hipot¨¦ticas ministrables. Luego Major, en respuesta a una pregunta de la oposici¨®n en los Comunes, coment¨® que las mujeres alcanzar¨¢n posiciones de responsabilidad por, m¨¦ritos propios, que su administraci¨®n va a promocionar a muchas y que ayer mismo se iba a ver.

Lynda Chalker, subsecretaria para el Desarrollo Internacional, era la que m¨¢s hab¨ªa sonado y por la ma?ana visit¨® al primer ministro. Pero fue Gillian Shephard la elevada de un cargo medio en Seguridad Social al Tesoro.

Primera reuni¨®n

Major presidi¨® ayer la primera reuni¨®n de su Gobierno en una atm¨®sfera relajada y colegiada, seg¨²n dejaron trascender los ministros. Justo una semana antes, Thatcher hab¨ªa comunicado su decisi¨®n de dimitir y ayer los veteranos no pudieron dejar de notar la diferencia de estilo. En el question time -los 15 minutos que cada martes y jueves el primer ministro dedica a responder a preguntas de los parlamentarios- tambien fue perceptible el cambio. Un Major nervioso y a veces dubitativo al hablar contrast¨® con la fiera esgrima parlamentaria de Thatcher, desarrollada hasta la perfecci¨®n a lo largo de 698 comparecencias en once a?os y medio. No obstante, el premier pareci¨® competente, aunque gris, y dio la impresi¨®n de que su tono ser¨¢ menos. abrasivo que el de Thatcher.El nuevo Gabinete, que acoge a las diferentes corrientes del conservadurismo, tuvo ayer ocasi¨®n de considerar por primera vez los problemas que tiene por delante: poll-tax, recesi¨®n econ¨®mica y Europa, entre los principales. A la reuni¨®n no asisti¨® Dougias Hurd, secretario del Foreign Office, quien deb¨ªa estar en Nueva York para la reuni¨®n del Consejo de Seguridad sobre la crisis del Golfo. En pol¨ªtica exterior, el Gabinete es pura continuidad. En el Foreign Office se celebr¨® con champa?a, al menos psicol¨®gico, la desaparici¨®n de Thatcher, cuyo protagonismo en la escena internacional era fiel reflejo de su desprecio por los altos cargos diplom¨¢ticos. La primera ministra asumi¨® directamente el control de la pol¨ªtica exterior, un ¨¢rea por la que Major no siente ninguna afinidad.