La voz y eI car¨¢cter de Kiri Te Kanawa
La soprano neozelandesa actuar¨¢ el pr¨®xirno a?o por primera vez en Espa?a
La cantante neozelandesa Kiri Te Kanawa, de 46 a?os, una de las primeras sopranos del mundo, se encuentra en Viena grabando un nuevo disco. De "extremadamente fascinante y extremadamente aburrido" califica su sistema de vida en el mundo de la m¨²sica, desde que en diciembre de 1971 se present¨® en Le nozze di Figaro, de Mozart, en el papel de la condesa, en el Covent Garden de Londres. La cantante actuar¨¢ el pr¨®ximo a?o por primera vez en Espa?a, con funciones en Barcelona, Valencia y Madrid.
La soprano Kiri Te Kanawa, que pasa la mayor¨ªa de sus vacaciones de verano en alg¨²n lugar de Alicante, se presentar¨¢ por primera vez en un escenario espa?ol el pr¨®ximo mes de mayo, donde cantar¨¢ lieder y fragmentos de ¨®pera. La cantante muestra en tres hojas de papel cuidadosamente diagramado el programa para el quinquenio. El 21 de mayo, en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona; el 25, en el Palau de la M¨²sica de Valencia, y el 30, en el teatro de la Zarzuela de Madrid.La vida de Kiri Te Kanawa, que en 1982 fue nombrada "Dame commander of the British Empire (DBE)" por la reina Isabel II, est¨¢ llena de nostalgias profundas que transforman su personalidad, segura, determinada y directa, en otra que existe en el universo de las contradicciones. All¨ª, en debate consigo misma, el programa de los pr¨®ximos cuatro a?os de vida -escenarios desde San Francisco a Viena- y la sensaci¨®n constante de no estar en casa.
A ella, dame Te Kanawa, le brillan los ojos oscuros cuando habla de sus hijos, de 14 y 11 a?os, y de su esposo, que la esperan ansiosos en Londres, donde viven, para verla seis meses al a?o. "A mis hijos no les interesa lo que pasa con mi carrera. Ellos quieren a su madre en casa. Es duro para los ni?os, es duro para mi marido, es duro para m¨ª. Es un sacrificio enorme y a veces te preguntas si vale la pena".Admite que estar entre las primeras sopranos del mundo es "extremadamente fascinante y extremadamente aburrido". Y relata la rutina de sus viajes cuando la vida entera se suspende para salir al escenario "puntualmente y a un ciento por ciento de tu capacidad". "Vives encerrada, concentr¨¢ndote en tu trabajo, con el terror constante de salir afuera porque puedes enfriarte. Cuidar la garganta, cuidar este pedazo del cuello [lo rnuestra con sus manos] se transforma en una obsesi¨®n. No puedes trasnochar, no puedes hablar demasiado, no puedes estar en una sala con humo, no puedes tener los pies fr¨ªos, no puedes ir a una fiesta", a?ade.
Empresaria
Ella, m¨¢s que una diva, parece una empresaria moderna y vital y ha desafiado todos los usos de los artistas de ¨®pera y sale a correr y juega al tenis diariamente Est¨¢ convencida de que "los resfriados han disminuido en comparaci¨®n a cuando estaba encerrada".En las grandes casas del canto se habl¨® por primera vez de ella cuando, en diciembre de 1971, se present¨® en Le nozze di Figaro, de Mozart, en el papel de la condesa, en el Covent Garden de Lendres. Lo que sucedi¨® despu¨¦s fue un brillante camino sin obst¨¢culos: Desd¨¦mona (Otello), Do?a ElvIra (Don Giovanni) y Amelia (Simon Boccanegra) en el Metropolitan Opera House de Nueva York.
Sus padres adoptivos son para ella una historia sin terminar, y Kiri Te Kanawa habr¨ªa preferido tener m¨¢s tiempo, unos a?os, para poderles dar las gracias. Su madre, europea, y su padre, maor¨ª, que la adoptaron en Nueva Zelanda siendo un beb¨¦, pronto se convencieron del talento de Kiri. "Invirtieron hasta el ¨²ltimo penique en mi educaci¨®n musical. Es triste que ya no est¨¦n y que yo no pueda devolverles lo que ellos me dieron, una vida confortable. Mi madre muri¨® muy temprano y s¨®lo mi padre pudo ver algo de mi carrera y me acompa?¨® por todo el mundo en mis giras".
Hace tres meses se abri¨® el primer teatro de ¨®pera en Nueva Zelanda, y dame Te Kanawa, que ide¨® el proyecto y ayud¨® a financiarlo, cant¨® en la noche inaugural. "No necesito que me traten como una diosa cuando vuelvo a casa. Pero cuando regreso siento que la gente all¨¢ no ha tenido las oportunidades maravillosas que he disfrutado y se las quiero transmitir. Pero ellos realmente no lo quieren saber [se r¨ªe]. Son felices de que hayas logrado la fama, pero no quieren escuchar c¨®mo lo has logrado y menos quieren saber lo buena que es".
La han dirigido Herbert von Karajan en el festival de Salzburgo y sir George Solti, "un antiguo y brillante compa?ero de trabajo durante d¨¦cadas". Reconoce que con Claudio Abbado se produce una alquimia "rri¨¢gica", y con Leonard Bernstein, a quien recuerda con una sonrisa, Kiri Te Kanawa demostr¨® su gracia para moverse entre el mundo de la ¨®pera y el mundo de los musicales sin complejos. Con Bernie como conductor y compositor cant¨® en la inolvidable producci¨®n discogr¨¢fica y de v¨ªdeo de West Side story y en 1987 grab¨® My Jair lady en el papel de Eliza Doolittle, en una producci¨®n de la BBC. En 1981 , en la boda del pr¨ªncipe Carlos de Gales y lady Diana Spencer, el mundo entero vio y escuch¨® a Kiri Te Kanawa, que cant¨® parte de la misa.
Operas estimulantes
Afirma que quien canta a compositores tan opuestos como Gustav Mahler (Cuarta sinfon¨ªa) y Wolfgang Amadeus Mozart (Don Giovanni) no significa que tenga un "repertorio amplio". "Los compositores que elijo vienen muy bien a mi voz. Yo puedo hacer una Arabella de Strauss o la Marschallin en Rosenkavalier, Amelia en Simon Boccanegra, Rosalinda en Fledermaus y algunos otros. Eso es todo. Esta amplitud no significa que yo tenga un repertorio amplio: significa s¨®lo que he elegido esas ¨®peras especialmente para m¨ª y que hay otras que no son estimulantes ni para mi voz ni para mi car¨¢cter".El canto no le da tregua a Kiri Te Kanawa, una perfeccionista disciplinada. Durante los meses que vive en Londres retorna sus clases permanentes de canto dos veces por semana para perfeccionar la t¨¦cnica. "Es como los jugadores de tenis. Repetir siempre las mismas t¨¦cnicas: raqueta atr¨¢s-pegarle a la pelota, raqueta atr¨¢s-pegarle a la pelota. Lo que se hace es repetir las mismas t¨¦cnicas de sonido para saber enfrentar el cl¨ªmax del canto".
Babelia
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