El clan canino

Enormes mastines y m¨ªnimos chihuahuas llenaron el Pabell¨®n de Convenciones de la Casa de Campo de finos ladridos, brillantes peinados y del perfumado olor animal de 1.631 ilustres canes. Participaban, entre otros, Guillermo de Zacar¨ªas, Lula el Gallinero, Ario de Santa Olimpia o Archival Ballali's Benny Sintini, todos de perruno rancio abolengo. Todos hab¨ªan sido llevados por sus due?os a la XVIII Exposici¨®n Internacional Canina con un objetivo: que se les reconociera como los m¨¢s hermosos y distinguidos de su clase.

Con el pelo brillante y bien peinado y con lacitos rojos en las orejas, Gordon, nombre de andar por casa de Maneetag del Zarzoso Fuego Fatuo, esperaba su turno para exhibirse ante los espectadores de la XVIII Exposici¨®n Canina. Gordon es un caniche blanco gigante. Algunas zonas de su cuerpo han sido afeitadas "No se le afeita por capricho" afirma Carlos Fern¨¢ndez Renau, uno de sus due?os. "Se sigue la tradici¨®n de esta raza. En la corte francesa eran usados para cazar patos, y para que nadasen mejor se les afeitaba algunas partes del cuerpo. Los lazos eran para que destacasen en el agua. Es un peinado hist¨®rico".Gordon, campe¨®n de su raza en EE UU, necesita cuatro horas para ser ba?ado, secado y peinado. La joven Sara el Carrizal, hija de los campeones Ata¨²lfo el Gallinero y Alba el Carrizal, no necesita tantas horas; es un podenco ibicenco, perro de campo espa?ol. "Tuve otro podenco y desde entonces es mi raza favorita; es oriunda espa?ola, y eso me gusta", dice su due?o, Francisco Guerrero, que tambi¨¦n declara sus preferencias por una raza que no puede participar en estos cert¨¢menes: los chuchos. "Tengo un chucho. Es tan bueno como el mejor. Para cazar y para cualquier faena creo que es preferible que tengan cruce", asegura.Jes¨²s Herrero pag¨® 80.000 pesetas por Blanca, su bull terrier, un perro de pelea de potentes patas y mand¨ªbula, y Almudena D¨ªaz Miguel, de 23 a?os, pag¨® 180.000 por su irish wolfhound; fue por ¨¦l a Irlanda.

Los animales participantes en la exposici¨®n, desde Butterfly, un casi invisible chinesse crest, hasta Archival, un irish wolfhound, cuestan por lo general entre 50.000 y 150.000 pesetas, aunque para la mayor¨ªa de los due?os no tengan precio. Para unos, poder lucirlos les compensa del trabajo de limpiarlos y alimentarlos; son bellezas caninas. Para otros, lo importante es tenerlos; son animales a los que respetan.