Perplejidad

Se?or director, quiz¨¢ usted y sus lectores se queden tan perplejos como yo con lo que me est¨¢ ocurriendo.Bajando este verano de La Maliciosa con un amigo, decidimos ba?arnos en una poza y cuando llev¨¢bamos un buen rato en el agua se desvaneci¨® de repente y se hundi¨®. Sin darme tiempo a coger aire, baj¨¦ al fondo, le agarr¨¦ por la cintura y a tirones pude subirle hasta dejar su cabeza apoyada en una roca fuera del agua, pero antes de que yo pudiera salir, not¨¦ que me hund¨ªa y perd¨ª el conocimiento. Entonces ocurri¨® lo que una vez hab¨ªa le¨ªdo que se sent¨ªa en el momento de morir. En una claridad cegadora se materializaron im¨¢genes de momentos intrascendentes de mi vida que pasaban muy deprisa, pero aun as¨ª pod¨ªa retener en mi retina detalles muy precisos de cada una de ellas, aunque lo m¨¢s asombroso de esta visi¨®n era la coherencia que yo encontraba entre unas y otras, como si toda mi existencia hubiera tenido un sentido, lo que es muy extra?o, pues nunca antes hab¨ªa sospechado que los actos de los mortales pudieran ser tan coherentes. La ¨²ltima imagen, interminable, me mostraba impotente, mirando c¨®mo me ahogaba yo mismo en la poza de La Maliciosa.

As¨ª se lo cont¨¦ a la enfermera al salir del coma, cuando me pregunt¨® por lo que me hab¨ªa ocurrido, y sin pens¨¢rselo mucho me contest¨®: "Nunca hab¨ªa o¨ªdo nada parecido, pero es mi obligaci¨®n decirle que est¨¢ usted aqu¨ª desde hace tres d¨ªas, despu¨¦s de chocar contra un tractor en la autov¨ªa de Talavera".- .