Un canciller para Alemania

Helmut Kohl ha perseguido la unidad alemana desde hace muchos a?os, desde aquellos tiempos en que las clases que marcaban la pauta en Alemania Occidental todav¨ªa no ten¨ªan demasiado inter¨¦s en el asunto. Cuando a Finales de 1989 se convirti¨® en una posibilidad tangible, ¨¦l la aprovech¨® con entusiasmo. Ahora la mayor¨ªa de los alemanes ha reelegido al canciller de la unidad. ( ... )?Pero no hubiera debido ser mayor el margen de la victoria? La democracia cristiana sigui¨® hace un a?o la llamada de la historia y dej¨® muy atr¨¢s al partido socialdern¨®crata. Desde entonces ha inspirado la gran pol¨ªtica europea, marcando su direcci¨®n y su ritmo. Es cierto, s¨ª, que los pueblos del centro de Europa han superado el comunismo en sus pa¨ªses. Pero el que la Uni¨®n Sovi¨¦tica haya aceptado esa p¨¦rdida se debe tanto al presidente de EE UU como al canciller alem¨¢n. ( ... ) La uni¨®n europea es impulsada fundamentalmente desde Bonn; y todo esto hay que atribu¨ªrselo a la CDU, como fuerza pol¨ªtica que lidera el Estado.

?No ser¨ªa de justicia que a esta formaci¨®n le correspondieran m¨¢s votos que el magro 44% obtenido? Justicia es una palabra ajena a las elecciones. Evidentemente, muchos electores que no se oponen por principio a la CDU ( ... ) dan menos importancia a los exitos de Kohl que a sus costes financieros. ( ... )

3 de diciembre