El timo de la rueda pinchada
Bandas de delincuentes desinflan los neum¨¢ticos del coche de sus v¨ªctimas para desvalijarlas
Lorenzo R. B. de L., due?o de una firma de inversiones, sali¨® del Lloyd Bank de la calle de Serrano con m¨¢s de un mill¨®n de pesetas en efectivo. Al ir a subir a su autom¨®vil Nissan, un desconocido le advirti¨® que ten¨ªa un neum¨¢tico pinchado y se ofreci¨® a ayudarle a poner el de repuesto. Pero mientras Lorenzo estaba sacando las herramientas, el amable ciudadano le rob¨® el dinero y ocho obligaciones hipotecarias por valor de un mill¨®n cada una, adem¨¢s de varios talonarios. Sin saberlo, se convirti¨® en una nueva v¨ªctima del timo de la rueda pinchada.
La Brigada Judicial de Madrid tiene contabilizados nueve timos de este tipo durante el mes de octubre y otros tantos durante el de noviembre. "Es una modalidad que est¨¢ proliferando de forma alarmante", asegura un inspector.El procedimiento, por lo general, es casi siempre el mismo. Uno o dos miembros de la banda merodean por el patio de operaciones de alguna de las grandes sucursales bancarias de la capital. El trasiego de p¨²blico hace que pasen inadvertidos y que puedan trabajar sin problemas. Los cacos observan a las personas que retiran dinero y, como es natural, eligen a aquella a la que han visto sacar una cantidad m¨¢s elevada.
Una vez seleccionada la v¨ªctima, como si se tratase de una cacer¨ªa, los ojeadores marcan la pieza a otros c¨®mplices, que se encargar¨¢n de seguirla y ver cu¨¢l es su autom¨®vil. Despu¨¦s, s¨®lo resta desinflar uno de los neum¨¢ticos forzando la v¨¢lvula con un simple mondadientes o por el m¨¢s expeditivo m¨¦todo de acuchillar el caucho.
Cuando el honrado ciudadano se dispone a subir al coche, uno de los integrantes del grupo le llama amablemente la atenci¨®n: "Perdone, se?or... No s¨¦ si se ha dado cuenta de que lleva un neum¨¢tico sin aire...", dice el falso samaritano. El automovilista echa un juramento y muestra su contrariedad por tal imprevisto, momento en que el farsante se ofrece a echarle un mano: "Saque las herramientas, que yo le ayudo y lo arreglamos en un minuto", afirma. En un descuido de la v¨ªctima, el amable ayudante u otro compinche robar¨¢n la cartera, el portafolios o la maleta y echar¨¢ a correr dejando al pringao [la v¨ªctima] con la rueda pinchada y con un palmo de narices.
De esta forma, Lorenzo R. B. de L. fue desvalijado el 2 de octubre. Debi¨® sentir la misma sensaci¨®n de rabia e impotencia que ese otro ciudadano que el pasado 28 de noviembre, tras salir con 1.300.000 pesetas del Banco Central de la calle de L¨®pez de Hoyos, fue desplumado por cuatro suramericanos que se ofrecieron a ayudarle con su neum¨¢tico pinchado. ?Vaya comediantes!
Hace unos d¨ªas, los chilenos Jonathan Tilson ?vila Vergara, de 26 a?os; Ricardo Di¨®genes Contreras Pulgar, de 29, y Rafael Segundo Hidalgo Montesinos, de 30, fueron acusados de intentar robar medio mill¨®n de pesetas a la secretaria de una empresa, que acababa de retirar dicha suma de un banco de la calle de Agust¨ªn de Fox¨¢.
Los suramericanos, que se hallaban ilegalmente en Espa?a, siguieron a la joven desde el banco 31 vieron c¨®mo se pon¨ªa al volante de un coche en el que esperaba la hija del propietario de la empresa donde trabaja.
Cuando iban a emprender la marcha, un desconocido advirti¨® a las mujeres que ten¨ªan pinchada una rueda del autom¨®vil. Cuando la secretaria se baj¨® para ir a una parada de taxis en busca de ayuda, tres individuos se abalanzaron sobre ella y le arrebataron el bolso. Los ladrones, sin embargo, perdieron en su huida el paquete que conten¨ªa el dinero.
Atacan a los extranjeros
"Quienes m¨¢s practican este m¨¦todo del pinchazo son algunos grupos de delincuentes suramericanos", afirma un portavoz de la Brigada Judicial. "Pero tambi¨¦n hay ¨¢rabes y espa?oles que est¨¢n trabajando de esta forma", a?ade.Los distritos donde estas bandas operan con m¨¢s frecuencia son los de Chamart¨ªn, Buenavista, Centro y Tetu¨¢n, por ser all¨ª donde se concentra el mayor n¨²mero de entidades bancarias. Tambi¨¦n hay otros grupos que act¨²an en la estaci¨®n de Chamart¨ªn y en el aeropuerto de Barajas, donde aparecen providencialmente para ayudar a los viajeros justo en el momento en que descubren que su coche est¨¢ inutilizado por un inoportuno pinchazo.
"Hay clanes que prefieren atacar a los ocupantes de veh¨ªculos con matr¨ªcula extranjera por pensar que ¨¦stos van cargados de dinero", comenta un funcionario. Y a veces no dudan en obrar de modo tan contundente como lo hicieron con una pareja de franceses que circulaban por la plaza de Cibeles: un delincuente se baj¨® de otro coche y les raj¨® un neum¨¢tico con una navaja.
La polic¨ªa tambi¨¦n ha advertido otra variante del timo del pinchazo. Los cacos, que viajan en un autom¨®vil, golpean ligeramente el parachoques trasero del veh¨ªculo de la v¨ªctima. Y cuando ¨¦sta echa pie a tierra para observar los desperfectos, alguno de los delincuentes aprovecha el barullo para sustraer al descuido los objetos que lleva dentro del coche.
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