Octavio Paz recibe el Nobel con un discurso ecologista "en defensa de los hombres"
El escritor confes¨® sentirse emocionado como un ni?o
Con un breve discurso de marcado tono ecologista, en el que Octavio Paz se?al¨® que "defender la naturaleza es defender a los hombres", el escritor mexicano se despidi¨® anoche, en presencia de los reyes de Suecia, en el Ayuntamiento de Estocolmo de los actos oficiales que lleva consigo la entrega del Premio Nobel de Literatura. Paz, que manifest¨® que se encontraba "emocionado como un ni?o", hab¨ªa recibido horas antes la medalla y el diploma que le acreditan como premio Nobel de Literatura 1990. Por la ma?ana, los 10 galardonados de Estocolmo hicieron p¨²blica una carta de apoyo al presidente sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorbachov, que no pudo viajar a Oslo a recoger el Nobel de la Paz.
ENVIADO ESPECIAL"Me siento emocionado, lleno de dudas y tambi¨¦n de curiosidad", manifestaba ayer Octavio Paz. Hab¨ªa llegado el gran d¨ªa, un d¨ªa de cielo gris met¨¢lico en Estocolmo, pero repleto de luz y flores en la sala de conciertos, donde se celebr¨® la ceremonia de entrega de los premios. "Es un poco como cuando uno era ni?o" a?adi¨® el escritor. "Los premios emocionaban, pero tambi¨¦n causaban terror".Paz, en ese d¨ªa tan especial para ¨¦l, tuvo un recuerdo para los escritores de lengua castellana que ganaron el Nobel antes que ¨¦l. "Es un indicio de la vitalidad de nuestra literatura", dijo, y elogi¨® las obras de Cela y Garc¨ªa M¨¢rquez. De este ¨²ltimo manifest¨® que "es un gran novelista" y, ante la insistencia de un periodista sueco, a?adi¨®: "Respeto y deploro sus opiniones pol¨ªticas".
La ceremonia de entrega de los premios se inici¨®, con puntualidad sueca, a las 16.30. Fieles a la tradici¨®n, un grupo de manifestantes expresaba en las puertas del edificio su protesta por el dispendio de esos prestigiosos premios, instituidos por Alfred Nobel a su muerte, el 10 de diciembre de 1896.
Fieles a otra tradici¨®n, los claveles amarillos ofrecidos por el Ayuntamiento de San Remo -localidad donde falleci¨® Nobel- inundaban el escenario de la sala de conciertos, presidido por los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia.
Una caracter¨ªstica de la ceremonia, musicalizada por la Orquesta Filarm¨®nica de Estocolmo, es que por primera vez figuraba el tromb¨®n como instrumento solista, en las manos de Christian Lindberg. M¨²sica sueca del siglo XVIII, del compositor Johan Roman, dio entrada al discurso de presentaci¨®n de Lars Gyllensten, presidente de la Fundaci¨®n Nobel.
Los premiados con el Nobel de F¨ªsica fueron los primeros en recibir la medalla y el diploma acreditativos de manos del rey Carlos Gustavo. Se trata de los norteamericanos Jerome Friedman y Henry Kendall y del canadiense Richard Taylor. Les sigui¨® el Nobel de Qu¨ªmica, el norteamericano Elias J. Corey y, a continuaci¨®n, los galardonados con el Nobel de Medicina, los tambi¨¦n norteamericanos Joseph Murray y Donall Thomas. El primero presenta como curiosidad en su curr¨ªculo que es el padre de una cantante pop, Melissa; el segundo es conocido por los espa?oles por ser el m¨¦dico del tenor Jos¨¦ Carreras.
La organizaci¨®n del Nobel, por cierto, sugiri¨® que Carreras cantara durante esta ceremonia, pero un compromiso previo con la Opera de Viena impidi¨® la presencia del tenor en Estocolmo.
Antes de que Octavio Paz recibiera el galard¨®n, el acad¨¦mico sueco Kjell Espmark hizo una breve presentaci¨®n del escritor mexicano. "Me ha correspondido presentar su labor literaria en pocos minutos", dijo. "Es como intentar introducir todo un continente en una c¨¢scara de nuez, empresa para la que la lengua de la cr¨ªtica est¨¢ pobremente dotada. Es en cambio algo que usted ha logrado una y otra vez en poemas que tienen una densidad inveros¨ªmil".
Espmark, que es autor de un libro que desvela algunas interioridades del Nobel de Literatura, pronunci¨® la ¨²ltima parte de su discurso en un muy correcto espa?ol.
Medalla y diploma
Seguidamente, Octavio Paz recibi¨® de manos del rey de Suecia la medalla y el diploma que le acreditaban como Premio Nobel de Literatura 1990, relevando as¨ª al escritor espa?ol Camilo Jos¨¦ Cela, que lo recibiera en este mismo lugar el pasado a?o.Tras saludar, Paz recuper¨® su posici¨®n entre las filas de los galardonados. Todos ellos son americanos: ocho de Estados Unidos, un canadiense y un mexicano.
Lleg¨® en ¨²ltimo lugar la entrega del galard¨®n de Econom¨ªa a los profesores norteamericanos Harry Markowitz, Merton Miller y William Sharpe. El primero de ellos es famoso por la teor¨ªa enunciada desenfadadamente como que "no hay que poner todos los huevos en la misma cesta".
A continuaci¨®n, bajo los acordes del himno nacional sueco, los reyes de Suecia abandonaron el escenario.
De todos modos, las felicitaciones no pudieron alargarse demasiado, ya que el programa establecido por los organizadores fijaba estrictamente las 18.45 como inicio del banquete de los Nobel. Hab¨ªa que atravesar la ciudad, oscura ya desde las dos de la tarde, para dirigirse al Ayuntamiento de Estocolmo.
Babelia
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