Walesa no halla alternativa al equipo de gobierno de Mazowiecki
El presidente electo de Polonia, Lech Walesa, tomar¨¢ hoy posesi¨®n de su cargo ante la Asamblea Nacional sin poder designar, tal como era su deseo, un nuevo primer ministro que sustituya al gran perdedor de las recientes elecciones presidenciales, Tade¨²sz Mazowiecki. El pasado jueves, Walesa declar¨® que deber¨¢ continuar las consultas durante las Navidades, y plante¨® a los polacos la disyuntiva de formar un nuevo gobierno y aplazar las elecciones parlamentarias a 1992, o bien de mantener el actual ejecutivo y celebrar las legislativas en la pr¨®xima primavera.La amenaza de aplazar las parlamentarias "por lo menos un a?o", formulada por Walesa puede interpretarse como un intento de demostrar a los polacos la necesidad imperante de mantener al Gobierno de Mazowiecki, "con las correcciones indispensables", hasta la primavera ya que, seg¨²n Walesa, ning¨²n Gobierno asumir¨¢ responsabilidades con s¨®lo tres meses de gesti¨®n. En el fondo Walesa no est¨¢ interesado en la permanencia del propio Mazowiecki, sino del autor del plan de ajuste econ¨®mico Leszek Balcerowicz, sin el cual la perspectiva de colaboraci¨®n con Occidente ser¨¢ escasa. Seg¨²n los ¨ªntimos de Walesa, Balcerowicz podr¨ªa llegar a primer ministro y continuar como vicepresidente del Gobierno despu¨¦s de las parlamentarias de primavera.
Juego contra todos
Walesa est¨¢ jugando no s¨®lo contra los partidos que le apoyaron en la lucha por la presidencia y que acaban de fracasar en la misi¨®n de formar el Gobierno, cuyo ejemplo m¨¢s claro fue el caso de la renuncia del abogado Jan Olszewski, sino tambi¨¦n contra sus propios electores, cuyo voto fue la moci¨®n de censura al programa econ¨®mico del Gobierno de Mazowiecki. El plan de Balcerowicz supuso, un descenso de casi un 30% del poder adquisitivo de la poblaci¨®n.
Adem¨¢s, Walesa parece seguir convencido de que su gran popularidad y carisma le permitir¨¢n controlar la eventual oleada de protestas, mientras la ruptura de los buenos contratos con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial traer¨ªan consigo una verdadera cat¨¢strofe econ¨®mica para Polonia.
Adam Michnik, intelectual y periodista proximo a Mazowieck?, record¨® ayer a Walesa que el Parlamento ya hab¨ªa aprobado la dimisi¨®n del primer ministro y de su Gabinete y pregunt¨® si se trata de que los aliados de Walesa puedan seguir atacando al Gobierno en la campa?a electoral para las legislativas. En un editorial publicado ayer, Michnik afirm¨® que los incondicionales de Walesa deben asumir la responsabilidad con el Gob¨ªerno, o bien Walesa debe buscar un compromiso "en caso de que considere su base pol¨ªtica como demasiado estrecha". En este supuesto, seg¨²n Michrik deber¨ªan celebrarse unas negociaciones formales de Walesa con Mazowiecki. "El compromiso es posible, y debe encontrarse", puntualiz¨® Michnik.
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