Un informe revela que el uso de hormonas para cebar reses era general y tolerado en Catalu?a

Una investigaci¨®n efectuada por un equipo veterinario de Barcelona revela que en 1989 y 1990 el uso d¨¦ clembuterol y otras sustancias prohibidas para el engorde de ganado ha sido general entre los ganaderos. Varias fuentes han corroborado este hecho y han coincidido en que era conocido y tolerado por la Generalitat. El informe incluye una encuesta que demuestra que los animales eran medicados con c¨®cteles de sustancias farmacol¨®gicas prohibidas, algunas de probado efecto cancer¨ªgeno, obtenidas por la red comercial de piensos. Una situaci¨®n similar se dio en otras regiones de Espa?a.

A siete millones de pesetas el kilo se ha pagado el clembuterol en el mercado negro de sustancias prohibidas para el engorde del ganado. Esta coca¨ªna del ganado ha llegado a mover m¨¢s de 3.000 millones de pesetas en dinero negro s¨®lo en Catalu?a. Veterinarios vinculados a empresas productoras de pienso han indicado que la dosis aconsejada era de medio gramo de clembuterol por cada tonelada de pienso, pero muchos ganaderos efectuaban ellos mismos la mezcla y daban, seg¨²n estas fuentes, "cantidades excesivas de polvo pensando err¨®neamente que iban a conseguir mejores resultados".La intoxicaci¨®n de dos decenas de personas en el centro de Espa?a por haber comido v¨ªsceras de animales tratados implica que esas reses fueron sometidas a dosis desmesuradas de clembuterol. Aparte de las consecuencias del uso incontrolado de estas sustancias, el problema es su acumulaci¨®n, aunque a¨²n no se ha hecho ning¨²n estudio sobre los efectos del consumo prolongado, seg¨²n un responsable de Sanidad.

La an¨®mala situaci¨®n era del dominio p¨²blico y conocida por la Administraci¨®n. Varias fuentes han indicado a este diario que incluso el director general de Producci¨®n e Industrias Agroalimentarias de la Generalitat, Jordi Peix, hab¨ªa llegado a negociar con representantes del sector que a partir del 30 de septiembre pasado se dejaran de utilizar los controvertidos productos. Jordi Peix se encuentra ausente de la Generalitat por vacaciones y no ha sido posible conocer su versi¨®n sobre el desenlace de esta negociaci¨®n. El director general de Consumo, Pere Carbonell, hab¨ªa reiterado su malestar por la situaci¨®n del sector c¨¢rnico en Catalu?a y su impotencia para lograr una postura m¨¢s firme por parte de Agricultura, que siempre alegaba el perjuicio econ¨®mico que una actuaci¨®n dr¨¢stica producir¨ªa en el sector.

C¨®ctel farmacol¨®gico

A la pregunta de "?hace usted servir muchas hormonas?", la mayor¨ªa de los ganaderos respondieron sin tapujos: "Todas las que podemos". Los animales no s¨®lo eran tratados con sustancias prohibidas, sino que se les somet¨ªa a un explosivo c¨®ctel farmacol¨®gico. El m¨¢s extendido era el uso de implantes cut¨¢neos de hormonas sexuales (progesterona y nandrolona) cada 40 d¨ªas, acompa?ado de clembuterol y tiouracilos al final de la crianza.

Los ganaderos se quejaban de que los tratantes (intermediarios) no aceptaban animales no tratados, porque el margen de beneficio era menor. En general, ofrec¨ªan un precio inferior en las reses no tratadas.

As¨ª, con el uso de sustancias prohibidas, el ganadero obten¨ªa un mejor rendimiento de su trabajo y la seguridad de una salida f¨¢cil para el producto.

Resulta sobrecogedor comprobar, en boca de los propios ganaderos, que no ten¨ªan ni idea del mecanismo de acci¨®n de estas sustancias, de modo que muchos administraban estos productos a "ojo de buen cubero" en dosis tan elevadas que en numerosas ocasiones provocaron la muerte s¨²bita del animal por fallo cardiaco.

El informe concluye que "en raras ocasiones, por no decir casi nunca, los ganaderos se encuentran con inspecciones veterinarias que conlleven un decomiso. Se citan casos de aparentes decomisos por causas mayores -controles por parte de instancias superiores-, que eran decomisados al d¨ªa siguiente. Los pocos casos de inspecci¨®n se toman como un escarmiento puntual dif¨ªcilmente generalizable, y se le atribuyen causas m¨¢s personales que de legalidad".

Red clandestina

Tambi¨¦n en cuanto a la forma de obtenci¨®n fueron sinceros los ganaderos consultados: directamente de la red clandestina o a trav¨¦s de las casas de piensos. Algunas veces, las sustancias ven¨ªan incorporadas al propio pienso y otras en un saquito blanco que llega con el propio pedido. A 7.000 pesetas el gramo. Lo cual plantea la cuesti¨®n de qu¨¦ relaci¨®n exist¨ªa entre los distribuidores de piensos y la red clandestina montada en torno a las f¨¢bricas ilegales de producci¨®n descubiertas en Viladecans y Manresa. En la primera, la polic¨ªa decomis¨® m¨¢s de 100 kilos de clembuterol, y en la segunda, importantes cantidades de finalizadores, como el diestilbestrol, de efectos cancer¨ªgenos. Los ganaderos ten¨ªan claro que, en cuanto a la salud se refiere, los m¨¢gicos polvos "nada bueno pueden ser", lo que no les imped¨ªa usarlos en grandes cantidades.