La segunda fase de las obras de la catedral nueva de Salamanca cuesta 125 millones

La segunda fase de las obras de restauraci¨®n de la catedral nueva de Salamanca, con un presupuesto de 125 millones de pesetas, pretende recuperar la fachada norte, que es la que cuenta con m¨¢s elementos ornamentales identificadores del estilo g¨®tico, aunque no falte la decoraci¨®n renacentista. Previamente, la fastuosa ornamentaci¨®n de la portada principal tambi¨¦n fue restaurada, con un coste superior a los 40 millones de pesetas.

Las actuaciones en el conjunto catedralicio -Salamanca es la ¨²nica ciudad espa?ola que cuenta con dos catedrales- se desarrollan de acuerdo con el plan de intervenci¨®n global elaborado por el arquitecto Valent¨ªn Berriochoa por encargo de la Junta de Castilla y Le¨®n, que corre en solitario con el coste de las obras. Se trata de actuaciones programadas por fases, que no se limitan a reparar la f¨¢brica y elementos en mal estado, sino que tambi¨¦n buscan la rehabilitaci¨®n de todos los espacios del templo, con la intenci¨®n de evitar los parcheos mediante acciones aisladas por reclamo de situaciones de emergencia.Aunque la parte m¨¢s llamativa de la fachada norte se encuentra en la puerta de Ramos, las actuaciones t¨¦cnicas se centran en la zona m¨¢s deteriorada por la acci¨®n de los elementos: crester¨ªas. pin¨¢culos, cornisas, molduraciones, arbotantes, contrafuertes y cubiertas en las tres l¨ªneas en que se organiza escalonadamente una fachada que, a pesar de su altura, armoniza la horizontalidad y la verticalidad, considerado un destacado logro de la familia Gil de Onta?¨®n, que carg¨® con el peso de la construcci¨®n.

Adem¨¢s de eliminar algunos arbustos de tama?o apreciable que echaron ra¨ªces en los muros entre la piedra de Villamayor, tambi¨¦n se contempla la limpieza de la fachada -que corre a lo largo de toda la plaza de Anaya-, lo que en su momento origin¨® pol¨¦mica. La diversidad de criterios se plante¨® a la hora de establecer si deber¨ªan ser eliminadas o mantenerse las inscripciones que hacen referencia a Francisco Franco y a Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera. Sali¨® adelante la posici¨®n de mantener, una vez limpia de manchas de pintura con que fue apedreada, la inscripci¨®n sobre el que fue jefe del Estado, mientras se decidi¨® borrar la referencia al fundador de la Falange.

La permanencia de la inscripci¨®n de Franco se decidi¨® por considerarla un elemento hist¨®rico que, adem¨¢s, tiene miga. Se trata de un cl¨¢sico v¨ªtor de la universidad salmantina (pero con la novedad del acompa?amiento del yugo y las flechas y una pluma), que recuerda la investidura como doctor honoris causa que Franco recibi¨® el 8 de mayo de 1954, aunque se le hab¨ªa concedido seis a?os antes. "Generalissimo Franco Mil. Hisp. Glor.". ("General¨ªsimo Franco, Miles Hispanus Gloriosus"), dice la leyenda sobre el muro catedralicio.

Y precisamente en el miles gloriosus reside lo llamativo de la inscripci¨®n, ya que -como se ha se?alado repetidamente por especialistas- se desliz¨® una peque?a venganza, pues, en contra de una traducci¨®n improvisada o de urgencia, no significa "soldado glorioso", sino "soldado fanfarr¨®n", que es el sentido del adjetivo latino aplicado a las personas: ¨¢vido de gloria, de ostentaci¨®n.