Jap¨®n vive al margen de la crisis
La gravedad de la crisis del Golfo no parece afectar sobremanera a Jap¨®n y a los japoneses, pese a que la televisi¨®n y la prensa escrita dedican amplia cobertura al acontecimiento, pero sin analizar el impacto que el eventual estallido de una guerra pudiera tener para el pa¨ªs. Un comentarista de Yomiuri Shimbun, el diario de mayor circulaci¨®n nacional, confesaba ayer que la actitud insular japonesa ha vuelto a reflejarse en un momento tan cr¨ªtico como el actual.Las dos ¨²nicas iniciativas diplom¨¢ticas tomadas en los ¨²ltimos d¨ªas por la naci¨®n considerada como la segunda potencia econ¨®mica del mundo se han limitado a una carta enviada el pasado 26 de diciembre por el primer ministro, Toshiki Kaifu, a Sadam Husein, instando al m¨¢ximo dirigente iraqu¨ª a retirar sus tropas de Kuwait, y una llamada telef¨®nica de Kaifu al presidente norteamericano, George Bush, el pasado d¨ªa 1, para que agote todas las v¨ªas de negociaci¨®n. Poco es si se compara con los movimientos realizados por otros pa¨ªses.
Ning¨²n representante del Gobierno de Tokio ha viajado a la zona ni nadie ha presentado alguna propuesta de paz. Tan s¨®lo Takako Doi, dirigente del Partido Socialista, ha querido romper esta actitud tan pasiva. Doi viaj¨® esta semana a Par¨ªs para entrevistarse con el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, y ayer vol¨® a Bagdad con la intenci¨®n de ser recibida por Husein. Su viaje no ha sido del agrado del Gobierno, que adem¨¢s se ha visto forzado a mantener abierta la Embajada de Jap¨®n en Irak hasta que Doi regrese a Tokio el pr¨®ximo lunes, un d¨ªa antes de que venza el plazo dado para la retirada iraqu¨ª de Kuwait.
Postergar la crisis
Por otra parte, en un momento tan delicado como ¨¦ste, Kaifu no ha podido aplazar la tradicional crisis de Gobierno que a finales de a?o estalla en Jap¨®n en funci¨®n del equilibrio entre las diferentes facciones que componen el gubernamental Partido Liberal. Kaifu mantuvo a los titulares de Exteriores y de Finanzas, Taro Nakayama y Ryutaro Hashimoto, respectivamente, aun cuando muchos ponen en duda la capacidad de gesti¨®n diplom¨¢tica del primero. Algunos observadores opinan que la calma con que el pa¨ªs vive la crisis se debe a la apat¨ªa por un problema considerado geogr¨¢ficamente lejano en el que no est¨¢ en peligro la vida de japoneses.
El deseo de Kaifu de crear un cuerpo de paz que colaborase en misiones coordinadas por la ONU fracas¨®, ya que la participaci¨®n de soldados habr¨ªa supuesto una violaci¨®n de la Constituci¨®n antimilitarista japonesa. El Gobierno intenta ahora concertar con la oposici¨®n un proyecto que satisfaga a todos. Hasta ahora, Jap¨®n ha respondido con dinero a la crisis de Oriente Pr¨®ximo (2.000 millones de d¨®lares en apoyo de la fuerza militar internacional y otros tantos para los pa¨ªses m¨¢s afectados), y s¨®lo despu¨¦s de recibir presiones de Washington.
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