Landsbergis arranca una tregua al ?jercito sovi¨¦tico
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El presidente de Lituania, Vitautas Landshergis, anunci¨® anoche que en una negociaci¨®n de ¨²ltima hora hab¨ªa pactado una tregua con el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico. Poco antes de las diez de la noche, hora del toque de queda, Landshergis se dirigi¨® a la poblaci¨®n, exhort¨¢ndola a recogerse en sus domicilios. Una comisi¨®n parlamentaria, inform¨®, hab¨ªa llegado a un acuerdo con los militares, representados por un coronel de apellido Belo¨²sow. ?ste se hab¨ªa comprometido a que el Ej¨¦rcito no sacar¨ªa sus tanques a la calle como en noches anteriores. A pesar de todo, varios miles de personas permanec¨ªan frente al Parlamento lituano alrededor de la medianoche de ayer, desafiando el toque de queda impuesto por los militares sovi¨¦ticos y el Comit¨¦ de Salvaci¨®n Nacional, el fantasmag¨®rico organismo que pretende hacerse con el poder en Lituania.
El trato hab¨ªa sido cerrado en la base militar del norte, que se encuentra en las afueras de Vi1na, en presencia de la delegaci¨®n oficial llegada de Mosc¨² ayer por la ma?ana. De esta delegaci¨®n forma parte el presidente de Armenia, Levon Ter Petrosian."Venceremos, porque no tenernos miedo a nada, y esta chispa debemos transmitirla a nuestros descendientes", dijo Landsbergis en una emotiva alocuci¨®n transmitida por los altavoces a la multitud que se calentabajunto a hogueras en la calle. "No hay tiempo". "No hay tiempo", era una frase que se repiti¨® varias veces a lo largo del mensaje de Landsbergis. "No tenemos derecho a poner sus vidas en peligro", dijo el pol¨ªtico que prefiri¨® quedarse en el edificio del Soviet Supremo para estar en comunicaci¨®n con Tall¨ªn, la capital de Estonia donde el presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, negociaba con los estonios. Un grupo de miembros de la escolta presidencial, provistos de armas de fuego, y varios centenares de hombres, se quedaron en el edificio del Parlamento, que volver¨¢ a reunirse hoy, d¨ªa de luto por las v¨ªctimas del domingo sangriento, si los acontecimientos discurren de acuerdo con lo pactado con los militares.
El ambiente era tenso y electrizado en el Soviet Supremo de Lituania poco antes de las 10 de la noche. El viento helado se colaba por las rendijas. Los parlamentarios, con los abrigos puestos, discut¨ªan sobre el comportamiento a adoptar. Sobre las mesas hab¨ªa m¨¢scaras antig¨¢s. Un par de sacerdotes cat¨®licos en sotanas segu¨ªan el debate. Uno de ellos, muy joven, consideraba que el cardenal de Lituania hab¨ªa sido muy blando en un rriensaje al presidente Mija¨ªl Gorbachov.
Mensaje a Gorbachov
Con un chaleco antibalas puesto, Landsbergis tambi¨¦n dirigi¨® un mensaje a Gorbachov ante una videoc¨¢mara. Sus palabras, en ruso, sonaron limpias del acento que le es habitual. "M¨ªre su coraz¨®n. ?Por qu¨¦ protegi¨® y protege con su nombre a los enemigos? Podr¨ªa detener su mano. ?Por qu¨¦ no lo hace?".
Por otra parte, Albertas Simenas, el primer ministro lituano desde hac¨ªa dos d¨ªas, fue localizado ayer por la tarde, tras haber desaparecido a primera hora de la ma?ana con toda su, familia. Por lo visto, Simenas no estuvo a la altura de las circunstancias y el Parlamento nombr¨® un nuevo jefe del Gobierno, el nacionalista radical Gedeminas Vagnolius.
El ministro de Exteriores de Lituania, Algirdas Saudargas, que est¨¢ en Varsovia, se har¨¢ cargo del Gobierno en el exilio si el Parlamento y el Gabinete son disueltos por la fuerza, seg¨²n una ley aprobada en la madrugada por el S¨®viet Supremo lituano. Una comisi¨®n estatal, encabezada por Sigmas Vaisvilas, dirigir¨¢ los funerales "de las v¨ªctimas de la agresi¨®n sovi¨¦tica". Entre ellas se cuentan mujeres y ni?os.
Gorbachov guardaba silencio.. Gorbachov no habla reaccionado ni el viernes ni el s¨¢bado a los intentos de di¨¢logo realiza dos por el presidente de Lituania, Vitautas Landsbergis, y por el moderado Algirdas Brazauskas, el hombre que protagoniz¨® la escisi¨®n de los comunistas nacionalistas lituanos.
Landsbergis intent¨® por tres veces -la ¨²ltima, el s¨¢bado- localizar a Gorbachov. Brazauska dijo haber llamado al jefe del KGB, VIad¨ªmir Kriuchkov, el s¨¢bado por la ma?ana, para in formar que los dirigentes lituanos estaban dispuestos a ir a Mosc¨² en cualquier momento Brazauskas hab¨ªa llamado tambi¨¦n en la ma?ana del s¨¢bado al general Fi¨®dor Kuzm¨ªn, jefe de la regi¨®n militar del B¨¢ltico, para protestar por la presencia de un carro blindado en el puesto de control ferroviario de Vilna Brazauskas opin¨® que la direcci¨®n lituana deber¨ªa haber sido m¨¢s flexible en su relaci¨®n con el Kremlin, y dijo que el ultim¨¢tum enviado por Gorbachov le hab¨ªa hecho pensar que iba a pasar algo serio. Gorbachov, opinaba Brazauskas, estaba al tanto de lo que ocurr¨ªa, pero la forma de la acci¨®n represiva fue un "grosero trabajo de los militares". [El presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, cree que ni Gorbachov ni el ministro de Defensa, sovi¨¦tico, Dmitri Yazov, dieron la orden de disparar. As¨ª se lo dijo a Lansbergis por tel¨¦fono, informa Efe].
"Hemos tocado todas las teclas y nos han rechazado en todas partes", afirmaba Romualdas Ozolas, que fue viceprimer ministro de Prunskiene. "Ya estaba decidido que el Ej¨¦rcito deb¨ªa reforzarse en v¨ªsperas de la intervenci¨®n en el golfo P¨¦rsico", se?al¨®. "La perestroika se acab¨® hace tiempo", ha dicho Ozolas.
El papel de Gorbachov en la represi¨®n del s¨¢bado es objeto de dos hip¨®tesis b¨¢sicas: o bien el presidente ha encabezado la acci¨®n o bien es un reh¨¦n en manos de los militares que se han plantado en el B¨¢ltico. En cualquier caso, nada exime a Gorbachov, m¨¢xima figura del Estado, de la responsabilidad pol¨ªtica que logr¨® evitar en los sangrientos sucesos de Tbillsi, en abril de 1989. La dimisi¨®n de Edvard Shevardnadze se interpreta en medios pol¨ªticos lituanos como una prueba de que los sucesos de Vilna son parte de un plan bien concebido en el que ha participado activamente el KGB y la direcci¨®n del Ej¨¦rcito.
Por otra parte, Elena Bonner, la viuda de Andr¨¦i Saj¨¢rov, dijo anoche en Mosc¨² que va a pedir al Comit¨¦ del Nobel que anulen el otorgado a Saj¨¢rov "para que no figure su nombre junto al de Gorbachov", a quien le fue con cedido el Nobel por la "defensa de los derechos humanos".
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