Cinematograf¨ªa esencial
Las dos pel¨ªculas de Aki Kaurism?ki estrenadas en Espa?a -Ariel (todav¨ªa en cartel) y La chica de la J¨¢brica de cerillas-, as¨ª como la oportuna retrospectiva que le dedic¨® la Filmoteca Espa?ola a principios del pisado a?o, nos han permitido descubrir a un cineasta independiente, de estimable talento, cuya trayectoria merece ser seguida con la mayor atenci¨®n. Nacido en Helsinki hace 33 a?os, Kaurism?ki comenz¨® a dirigir en 198 1, Fecha en la que ¨¦l y su hermano Mika, junto con el tambi¨¦n realizador Pauli Pentti, crearon su propia compa?¨ªa de producci¨®n. Desde entonces hasta ahora ha realizado, escrito y producido siete largometrajes de ficci¨®n."La capacidad de emplear bien mis recursos disminuye cuando su n¨²mero aumenta". Esta frase de Robert Bresson (incluida en su indispensable librito Notas sobre el cinemat¨®grafo), maestro evidente de Kaurism?ki, resume muy bien una de las preocupaciones fundamentales del director finland¨¦s, que, en pIena ¨¦poca de saturaci¨®n y despilfarro, se ha propuesto batir r¨¦cords de sobriedad y recuperar para el cine las virtudes de lo esencial. Kaurism?ki dosifica sus recursos narrativos con cuentagotas, utiliza lo m¨¢s imprescindible de lo imprescindible y, sin embargo, sus pel¨ªculas son extraordinariamente generosas, porque en el cine todo aquello que se escatima con inteligencia acaba multiplicando su eficacia. Adem¨¢s, la econom¨ªa rejuveneje: la historia de La chica de la fabrica de cerillas es la m¨¢s vieja del mundo; pero, narrada con la iron¨ªa y la concisi¨®n extremas del toque Kaurism?ki, no s¨®lo parece virgen, sino que, a su lado, otras historias, supuestamente novedosas, de la cartelera se vuelven f¨®siles.
La chica de la f¨¢brica de cerillas (Tulitikkutehtaan tytt?)
Direcci¨®n, gui¨®n y triontaje: Aki Kaurlsm¨¢ki. Fotograf¨ªa: Timo Salminen Productores: Aki Kaurism¨¢ki, Klas Olofsson y Katinka Farago. Producci¨®n Villealfa Filtriproductions OY y The Swedish Film Institute. Finlandia, 1989 1990. Int¨¦rpretes: Kati Outinen, Elina Salo, Esko Nikkari, Vesa Vierikko. Estreno en Madrid: cine Alphavile (versi¨®n original).
La obsesi¨®n ahorrativa del director le lleva incluso al milagro de hacer de la nada cine: los silencios hablan, las elipsis revelan lo invisible, y hasta se nos hace evidente aquello que transcurre fuera del encuadre. El espectador, como en otras ¨¦pocas, vuelve a ser un colaborador insustituible del proceso de proyecci¨®n y recupera su libertad para ver, o¨ªr, pensar e imaginar.
Las primeras im¨¢genes de la pel¨ªcula -esas m¨¢quinas, perfectas y un poco aterradoras, que consumen la existencia, tambi¨¦n mec¨¢nica, de Iris (Kati Outinen) en la f¨¢brica de cerillas- recuerdan tambi¨¦n otra de las viejas obsesiones del cine de Bresson: "Dominar la precisi¨®n. Ser yo mismo un instrumento de precisi¨®n". Kaurism¨¢ki elige el bistur¨ª: Ariel y La chica de la f¨¢brica de cerillas -segunda y tercera partes de una trilog¨ªa que se inici¨® con Sombras en el para¨ªso (1986)- son las autopsias de un pa¨ªs, Finlandia, que el director ya ha abandonado -ahora reside en Portugal-, incapaz de soportar el hedor. S¨®lo el humor, negr¨ªsimo y sutil, del realizador consigue hacer disfrutable la putrefacci¨®n.
En La chica de la f¨¢brica de cerillas no hay di¨¢logos, porque no los hay en la vida de Iris, pero tampoco hacen falta para que todo quede dicho: nada m¨¢s elocuente que la mudez de una sobremesa familiar para explicar la p¨¢gina de sucesos.
?Qu¨¦ camino debe seguir una solitaria consumidora de novelas rosas para convertirse en protagonista de la cr¨®nica negra? El engranaje de las imagenes se deriva del mismo mecanismo inexorable y perfecto que conduce a la fabricaci¨®n de una caja de cerillas o al nacimiento de una asesina, pero son los sentimientos los que conducen a los hechos, y no al contrario. Kaurism?ki consigue hacer de la desolaci¨®n absoluta una experiencia cinematogr¨¢fica estimulante.
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