La aviaci¨®n aliada concentra su ataque en la Guardia Republicana iraqu¨ª
El Pent¨¢gono ha decidido cambiar su estrategia. Sin renunciar a los bombardeos masivos contra objetivos militares en Irak, que hasta la noche del s¨¢bado se hab¨ªan concretado en 4.700 misiones a¨¦reas desde la ruptura de las hostilidades el jueves, el mando supremo norteamer¨ªcano ha ordenado a la aviaci¨®n aliada que comience a descargar sus golpes contra la Guardia Republicana iraqu¨ª, cuyos 110.000 hombres constituyen la espina dorsal del ej¨¦rcito de Sadam Husein.
La decisi¨®n del Pent¨¢gono fue anunciada el s¨¢bado por el jefe del Estado Mayor Conjunto norteamericano, general Colin Powell, despu¨¦s de asistir a una reuni¨®n de los miembros del Consejo de Seguridad Nacional, convocada por el presidente George Bush en Camp David.."Se ha decidido dar un giro en la estrategia original para comenzar a concentrarnos en la Guardia Republicana y en otras fuerzas" iraqu¨ªes, manifest¨® Powell. La Guardia, compuesta por unidades ciegamente fieles a Sadam, llev¨® el peso de las mayores ofensivas durante la guerra entre Ir¨¢n e Irak, y est¨¢ concentrada en fortificaciones erigidas en Kuwait y en el sur de Irak.
En la reuni¨®n del s¨¢bado, Bush inform¨® a sus m¨¢s cercanos colaboradores de sus dos conversaciones con el primer ministro israel¨ª, Isaac Shamir, tras el segundo ataque iraqu¨ª a Tel Aviv, as¨ª como de su decisi¨®n de enviar a Israel bater¨ªas de misiles tierra-aire Patriot, con dotaciones norteamericanas, con objeto de parar la represalia israel¨ª contra Irak. Los Patriot, enviados apresuradamente en un intento de proteger a las ciudades israel¨ªes de nuevos ataques con cohetes Scud, proced¨ªan de un pa¨ªs europeo no revelado.
Simult¨¢neamente al env¨ªo de los misiles, Bush orden¨® que dos altos funcionarios de la Administraci¨®n, el n¨²mero dos del Departamento de Estado, Lawrence Eagleburger, y el subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, emprendieran viaje de urgencia a Israel para discutir la coordinaci¨®n militar.
La decisi¨®n de enviar dotaciones norteamericanas a Israel para manejar las bater¨ªas de los Patriot supone un riesgo pol¨ªtico para Bush, por la explotaci¨®n propagand¨ªstica que Bagdad puede hacer en el resto de las capitales ¨¢rabes de esa primera presencia militar de EE UU en territorio israel¨ª.
El caso turco
Otro peligro proviene de la decisi¨®n turca de permitir la utilizaci¨®n de la base de Incirlik para el bombardeo de objetivos militares iraqu¨ªes en el norte de Irak. Un contraataque iraqu¨ª a Turqu¨ªa, pa¨ªs miembro de la OTAN, podr¨ªa significar una ampliaci¨®n del conflicto al resto de los miembros de la Alianza, obligados a defender a Turqu¨ªa seg¨²n los t¨¦rminos del tratado constitutivo de la organizaci¨®n.
Aunque hasta este momento ni Ankara ni Washington lo han confirmado, algunos testigos presenciales informan que, desde el viernes, aviones F- 111 y F- 15 adscritos a la OTAN efect¨²an ataques contra objetivos militares en el norte de Irak.
El cambio de estrategia ordenado por el Pent¨¢gono coincide con los movimientos de tropas de tierra emprendidos por los marines y la infanter¨ªa desde sus bases en el desierto saud¨ª hacia el norte del reino wahabita, en un preludio del ataque frontal a las posiciones iraqu¨ªes en Kuwait, que se prev¨¦ para comienzos de febrero.
Entre las unidades que iniciaron el s¨¢bado su desplazamiento hacia la frontera kuwait¨ª est¨¢ la Segunda Brigada Acorazada, de la veterana 82 Divisi¨®n Aerotransportada, cuyos hombres fueron los primeros en llegar a Arabia Saud¨ª tras la invasi¨®n del, emirato, el 2 de agosto.
El Pent¨¢gono anunci¨® ayer la p¨¦rdida de un nuevo avi¨®n en el conflicto, con lo que las bajas aliadas en aviaci¨®n ascienden a 16 aparatos: nueve norteamericanos, cuatro brit¨¢nicos, uno kuwait¨ª, uno saud¨ª y otro italiano, cifras muy inferiores a las facilitadas por Bagdad, que habla de 160 aviones derribados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.