"No hay mayor valent¨ªa que resistir"
El m¨²sico Zubin Mehta vive la guerra en Israel
"He venido a Israel porque es mi segunda casa, porque en estas circunstancias -este pa¨ªs me ha adoptado hace 30 a?os- no tengo otro sitio donde estar que ¨¦ste. Tambi¨¦n estuve durante la guerra de 1967 y 1973", afirma Zubin Mehta. El maestro, como le llaman en el mundo musical, lleg¨® a Tel Aviv el mismo d¨ªa 15. "Di el concierto inaugural en Viena del 200? aniversario de Mozart y vol¨¦ a Par¨ªs para tomar el Concorde hacia Nueva York. No s¨¦ qu¨¦ me pas¨®. Algo me apretaba en el est¨®mago, y, al llegar al mostrador de Air France, ped¨ª que me dieran un billete para Israel".En el Hilton de Tel Aviv tiene una magn¨ªfica suite con su nombre desde la que se divisa hasta el puerto de Jafa.
La han llenado de bombones -"sufro chocolatiadicci¨®n"- y durante la entrevista la mujer de un amigo m¨¦dico le env¨ªa otra suculenta tarta que saboreamos con t¨¦ ¨¢rabe. "La tragedia aut¨¦ntica de esta guerra son los miles de iraqu¨ªes muertos. Nadie habla de ellos. Parece que Irak s¨®lo fuese Sadam Husein. Sin embargo, estoy seguro de que en cuanto Israel lance una bomba contra Bagdad aparecer¨¢ de inmediato la foto de una madre con un ni?o muerto en los brazos para atraer la atenci¨®n de todo el mundo ¨¢rabe".
Este parshi, nacido en Bombay hace 53 a?os, que un d¨ªa les dijo a los jud¨ªos que le ca¨ªan tan bien que se har¨ªa jud¨ªo "si la operaci¨®n no fuese dolorosa", asegura que "no hay mayor valent¨ªa que resistir". Mehta recuerda que el activismo pacifista del mahatma Gandhi logr¨® expulsar a los brit¨¢nicos de la India, y, como el ¨²nico "hijo adoptivo" israel¨ª, el maestro lamenta: "La tristeza de este pa¨ªs es que no tienen paz f¨ªsica, ni interior. No saben lo que es la paz". "No soy un pol¨ªtico, soy un m¨²sico, pero creo que Israel no debe atacar", a?ade.
De pronto se le ilumina la cara: "?Sabe que Toledo ser¨¢ en 1992 la capital jud¨ªa de Espa?a? Yo adoro Espa?a. El 4 de mayo de 1992, con Pl¨¢cido, vamos a dar el concierto inaugural en la plaza de la ciudad, y la Reina lo va a patrocinar".
El pensamiento de la Reina hace aflorar las ra¨ªces persas e indias del maestro, e inicia una disertaci¨®n sobre la conveniencia de volver a las monarqu¨ªas, de tener un "rey que est¨¦ sobre todo y al que la gente pueda dirigirse". Desde Afganist¨¢n a Bulgaria, sugiere la conveniencia de apartarse de "comunismos, republicanismos y otros ismos", y la reinstauraci¨®n de la monarqu¨ªa.
Seg¨²n Mehta, el conflicto de Oriente Pr¨®ximo "es muy emocionaV; y recuerda que, en la primera semana de junio de 1967, estaba en la oficina de su amigo Tedy Kollek, el alcalde de Jerusal¨¦n, y Ben Guri¨®n -que ya no era primer ministro- estaba tambi¨¦n. "Entonces lleg¨® la noticia de que el Muro de las Lamentaciones hab¨ªa pasado finalmente a manos jud¨ªas. Fue un gran momento para Ben Guri¨®n que yo no pude entender. Ben Guri¨®n comenz¨® a llorar y dijo instintivamente: "Ese muro nunca volveremos a d¨¢rselo".
El maestro asegura que, si algo est¨¢ claro, es que ,esta guerra no es por Kuwait", e indica que, aunque no les guste a sus amigos jud¨ªos, Israel tendr¨¢ "que devolver los territorios ocupados o aprender a convivir con los palestinos". "Israel est¨¢ ahora muy unido, porque se encuentra en una situaci¨®n de semiguerra, pero el pa¨ªs est¨¢ cada vez m¨¢s dividido sobre la cuesti¨®n palestina. Tendr¨¢n que abordarla antes de que el odio crezca demasiado".
Al preguntarle si no siente miedo de la guerra se levanta del sill¨®n y, como si repitiera autom¨¢ticamente lo que hizo estos d¨ªas cuando son¨® la alarma, se asoma al balc¨®n: "Yo miraba para ver si ve¨ªa caer los misiles". Entonces comienza a re¨ªrse de los "azares del destino": "El misil iraqu¨ª que no explot¨® fue a caer en la joyer¨ªa de un kurdo".
Zubin Mehta destaca que no tiene miedo porque no est¨¢ "solo". Sus amigos est¨¢n con ¨¦l, y no puede evitar criticar a los miles de israel¨ªes, la gran mayor¨ªa ortodoxos, que han abandonado el pa¨ªs. "Por eso, para Israel era muy importante que un no jud¨ªo viniera en estos momentos", afirma el director de la Orquesta Filarm¨®nica de Nueva York y de la de Israel, que est¨¢ dispuesto, a partir de hoy, a sustituir a un director, cuyo nombre no menciona, que deber¨ªa haber estado en Israel y que no ha venido.
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