Defensa cifra en 10.000 las viviendas castrenses que deber¨¢n dejar sus inquilinos
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El Ministerio de Defensa cifra en casi 10.000 las casas militares que a medio plazo deber¨¢n ser desalojadas por sus actuales inquilinos como consecuencia del decreto sobre creaci¨®n del Instituto para la Vivienda de las Fuerzas Armadas, publicado el pasado martes en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. Por el contrario, alrededor de 22.000 militares que no tienen vivienda castrense percibir¨¢n a partir del 1 de junio una compensaci¨®n econ¨®mica.
En medios de Defensa se estima que el proceso de desahucio de las viviendas militares afectadas por el decreto ser¨¢ largo, ya que muy pocos inquilinos acceder¨¢n al desalojo voluntario, y con toda probabilidad habr¨¢ que esperar al pronunciamiento de los tribunales. Los c¨¢lculos m¨¢s optimistas de los responsables de la operaci¨®n apuntan a que, a final de a?o, hayan sido "recuperadas" para el ministerio que dirige Narc¨ªs Serra unas 500 casas.Las autoridades del departamento est¨¢n dispuestas a llevar adelante el proceso utilizando, si es necesario, el r¨¦gimen disciplinario de las Fuerzas Armadas. En este momento, est¨¢n abiertos varios expedientes por la negativa al desalojo de casas incluidas en la orden ministerial de 28 de marzo de 1989, que cre¨® las primeras viviendas log¨ªsticas, es decir, ligadas al destino militar del arrendatario.
El nuevo sistema pretende generalizar la vinculaci¨®n del disfrute de la vivienda al desempe?o de un destino militar en la misma localidad, de forma que cuando se cambie de poblaci¨®n o se abandone el servicio activo cese autom¨¢ticamente la ocupaci¨®n de la casa. El problema se plantea al aplicar esta doctrina al actual parque de viviendas, ya que m¨¢s del 30% de las casi 45.000 existentes est¨¢n ocupadas por personal no activo (ver EL PA?S del 30 de diciembre).
Plazos de desahucio
Seg¨²n el decreto, los militares ya retirados o en la reserva y aquellos a quienes les falten cinco a?os o menos para dejar el servicio activo por edad, as¨ª como las c¨®nyuges de todos los anteriores, podr¨¢n conservar la vivienda hasta su fallecimiento. Gozar¨¢n de id¨¦ntico privilegio las viudas de militares, siempre que no contraigan nuevo matrimonio, y el personal civil del Ministerio de Defensa que ahora est¨¦ ocupando una vivienda.
Por el contrario, ser¨¢n desalojados los que han perdido la carrera, de forma voluntaria u obligada, como los pilotos que pasaron a l¨ªneas comerciales o quienes han sido sancionados con p¨¦rdida de empleo; las viudas que se han vuelto a casar, los hu¨¦rfanos mayores de edad y el personal de organismos que ya no dependen de Defensa, como Aviaci¨®n Civil o Marina Mercante.
Tambi¨¦n deber¨¢n desalojar la casa, antes del 1 de enero de 1992, los militares en la reserva transitoria a los que les falten cinco a?os o m¨¢s para pasar a la reserva si contin¨²an en el servicio activo.
El plazo de desalojo para los militares que modifiquen su situaci¨®n administrativa, cambien de localidad, pierdan la carrera o pasen al retiro o la reserva es de dos a tres meses. Para las viudas de aquellos militares que mueran a partir de ahora y no tuvieran consolidado el derecho a la vivienda hasta el fallecimiento ser¨¢ de medio a?o.
Los responsables de Defensa admiten que este ¨²ltimo supuesto puede ser el m¨¢s dram¨¢tico desde el punto de vista personal, si se trata de viudas de militares j¨®venes, que no hab¨ªan tenido tiempo de adquirir vivienda propia, y se quedan al cargo de los hijos. No obstante, aseguran que para atender situaciones particulares, el ministerio conservar¨¢ un limitado n¨²mero de casas cuyo disfrute no estar¨¢ ligado al destino.
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