Condenado a 72 a?os de prisi¨®n el asesino del mes¨®n El Lobo Feroz
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Santiago San Jos¨¦ Pardo a 72 a?os y cuatro meses de c¨¢rcel por asesinar y emparedar a dos prostitutas en el mes¨®n El Lobo Feroz, situado en la calle de Lucientes de la capital, en el a?o 1987. El tribunal le considera autor de dos delitos de asesinato, de otro asesinato en grado de frustraci¨®n y de dos delitos de inhumaci¨®n ilegal, con la concurrencia de la circunstancia atenuante de enajenaci¨®n mental.
La sentencia establece tambi¨¦n que Santiago San Jos¨¦ indemnice a las dos hijas de una de las v¨ªctimas, Mar¨ªa Luz Varela Alonso, con 15 millones de pesetas, y con igual cantidad a los herederos de la otra rnujer emparedada, que no ha podido ser identificada a¨²n. El condenado deber¨¢ pagar 50.000 pesetas a Araceli Fern¨¢ndez Regadera, una tercera prostituta, a la que provoc¨® lesiones cuando intent¨® asesinarla.La sentencia reconoce que San Jos¨¦ ten¨ªa disminuidas sus facultades mentales cuando perpetr¨® los asesinatos, pero puntualiza que esta disminuci¨®n no le exim¨ªa de la responsabilidad de sus actos. La resoluci¨®n judicial recuerda que Santiago San Jos¨¦, El Legionario, a quien en 1984 le fue diagnosticada una esquizofrenla paranoide en el hospital militar de Melilla, era adem¨¢s alcoh¨®lico, lo que le provocaba, entre otros trastornos, impotencia sexual y agresividad.
En la relaci¨®n de hechos probados se relata que a finales del mes de agosto de 1987, San Jos¨¦, despu¨¦s de cerrar el mes¨®n de El Lobo Feroz, que regentaba desde dicierribre de 1986, se dirigi¨® a la madrile?a calle de la Cruz, donde concert¨® los servicios como prostituta de Mar¨ªa Luisa Varela.
El tribunal considera probado que ambos regresaron al mes¨®n, donde la mujer comenz¨® a desvestirse. Cuando ¨¦sta se hab¨ªa desnudado de cintura para abajo, El Legionario cogi¨® un cuchillo de grandes dimensiones, "de los que utilizaba para cortar jam¨®n", y se lo clav¨® a Mar¨ªa Luz, que se encontraba de espaldas, caus¨¢ndole la muerte inmediata. Una vez cometido el crimen, Santiago San Jos¨¦ traslad¨® el cuerpo al s¨®tano del local.
Tela de arpillera
Pocos d¨ªas despu¨¦s limpi¨® la sangre, cubri¨® el cad¨¢ver con una tela de arpillera y con bolsas de pl¨¢stico y tap¨® el cuerpo con yeso, maderas.y cajas de cerveza.El 12 de octubre del mismo a?o, San Jos¨¦ se dirigi¨® de nuevo a la calle de la Cruz, donde acord¨® con una mujer no identificada la realizaci¨®n del acto sexual. Los hechos se desarrollaron de forma similar a los anteriores, escondiendo en esta ocasi¨®n el cad¨¢ver bajo la escalera del s¨®tano y tap¨¢ndolo despu¨¦s con losetas y madera.
El 23 de diciembre de 1987 se dirigi¨® tambi¨¦n a la calle de la Cruz y acord¨® un servicio con la prostituta Araceli Fern¨¢ndez, a quien tambi¨¦n intent¨® acuchillar. Esta mujer logr¨® escapar de la agresi¨®n, aunque result¨® con heridas leves.
Los cuerpos de las dos mujeres emparedadas se descubrieron el 23 de enero de 1989, cuando el nuevo propietario del establecimiento, que hab¨ªa sido traspasado en diciembre de 1987, acometi¨® obras de reforma en el s¨®tano donde se hallaban ocultos los cuerpos.
La sentencia rechaza el argumento de la defensa de El Legionario, que argument¨® que ¨¦ste ten¨ªa totalmente anuladas sus facultades mentales. El tribunal recuerda que el ahora condenado reconoci¨® los hechos en sus primeras declaraciones al ser detenido.
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