Pasando a la mayor¨ªa
No voy a echarme a llorar aqu¨ª, hombre, no sea que se escurra por la tinta de este casto Rotativo y se le embadurnen a ust¨¦ los dedos; pero ?no se da ust¨¦ cuenta de lo tr¨¢gica que es la cosa?Le publico aqu¨ª, ya a primeros de Enero, una noticia en que le aseguro que no va a haber Gran Guerra ni Guerra III, porque la Guerra es esto en lo que estamos, y le recomiendo que ponga ust¨¦ su miedo en otro sitio, ?no? Bueno, pues como si nada: ha seguido usted viviendo con frenes¨ª la guerra de los Medios de Formaci¨®n de Masas, elevando reclamaciones (?a qu¨¦ Dios?) para evitar la Guerra, acudiendo a manifestaciones por la Paz que las izquierdas convocaban (no iban ellas a convocarlas contra la venta de autom¨®viles, que s¨®lo se carga 6000 espa?olitos por a?o y les repudre la vida, lo m¨¢s, a otros 30 milloncitos de ellos) y tragando tele y prensa por un tubo, para que las cuatro piruetas de los militronchos occidentales entre sus pocitos de petr¨®leo le sigan alimentando la idea de 'guerra' que durante cinco meses (y 45 a?os) le han estado a usted metiendo, a fin de que siga disfrutando de esta Paz, que se le hace preciosa (?verd¨¢ que s¨ª?) tan s¨®lo gracias a la idea y al miedo de la Guerra que los Medios y Usted han mantenido.
Y del mismo modo, poco antes le explicaba a usted lo que es el Preservativo y la Moral de ve ras dominante que estaba detr¨¢s de la campa?a estatal aquella, ?no? Pues no, se?or: me entero al poco de que, al cumplir sus 16, le ha regalado ust¨¦ a su hija (pero, hombre) un bote de condoncitos para que no le traiga a casa complicaciones.
?tem m¨¢s, ya en otras noticias le hab¨ªa contado antes c¨®mo es el truco de la Mayor¨ªa Democr¨¢tica y las votaciones, siempre de resultado bueno para el Amo, por el simple hecho de que la Mayor¨ªa est¨¢ compuesta de individuos y cada individuo es reaccionario por esencia, as¨ª que, como un hombre un voto... ?no era as¨ª? Pues nada: resulta que se arma algo de jaleo en su oficina, convocan los Sindicatos, ponen a votaci¨®n, como Dios manda, y usted va y se calla como un puto y vota lo que le ponen a votar, tan contentito. Pero, hombre.
Y asimismo, le hab¨ªa dicho cu¨¢l era la funci¨®n de los nombres y las caras de los Personajones que se cree (y se lo creen ellos) que rigen la Pol¨ªtica y la Econom¨ªa y la Cultura, que no son m¨¢s que trampantojos para distraer de los verdaderos mecanismos del Sistema y tener divertido al personal, ?recuerda? Pues no, se?or, no recuerda ust¨¦: porque he visto que, despu¨¦s de haberse le¨ªdo todo aquello, ha seguido usted, en la Empresa y en la barra y hasta entre andanadas de tele en el seno de la familia, comentando con entusiasmo de las aventuras y catadura moral de Fulano, Mengano y Perenganita, los que los Medios de Formaci¨®n de Masas le ponen delante de las narices para eso.
Y as¨ª con un ciento de cosas que aqu¨ª le he ido diciendo, y que usted se ha le¨ªdo (y usted deben de ser unos 500.000), y que ha dejado a beneficio de inventarlo, y a seguir como si no hubiera usted o¨ªdo nada. ?No es para morirse?
"Pero bueno," ya le oigo yo que me interrumpe aqu¨ª mas que amoscao "pero entonces ?qu¨¦ es lo que se cre¨ªa usted?, ?qu¨¦ esperaba?: ?que nada m¨¢s soltar ust¨¦ una parida en el Rotativo, al momento ¨ªbamos todos a ponemos firmes, agachar las orejas y obedecer sus instrucciones rigurosamente, y que yo dejo de esto o yo dejo de aquello porque lo dijo Blas? Jo, pues anda que no es el sujeto casi nadie".
Criterio propio
Pero no, hombre, no, ?c¨®mo iba yo a esperar semejante cosa? ?No s¨¦ yo acaso que usted es una persona adulta, independiente, con su opini¨®n formada y su criterio propio para decidir lo que es mentira y lo que no y c¨®mo anda la feria y lo que vale un peine y lo que significa hacer tal cosa o dejar de hacerla? Pues claro que no, se?or m¨ªo: no ten¨ªa ust¨¦ ninguna obligaci¨®n de hacerme caso ni obedecerme, no faltaba m¨¢s. A los que se obedece de ese modo es a los Medios de Formaci¨®n de Masas, a los que le dicen lo que ya se sabe: a ¨¦sos s¨ª: a ¨¦sos, usted, firmes, orejas gachas y a repetir personalmente las ideas que le inculquen: a ¨¦sos s¨ª, ?verdad?
Y m¨¢s le digo, que eso es justamente lo que diferencia a los que tienen de veras el Poder de estos otros (como do?a Isabel Escudero los llamaba) cristos del poco poder que musitan alguna razoncilla por ac¨¢ abajo, por entre los resquicios de los Medios: a saber, que a unos se les obedece y a los otros no. Y m¨¢s a¨²n, que como est¨¢ ust¨¦ obligado a obedecer a los que tienen Autoridad, es natural que se desahogue de la mala leche que eso pueda criarle dentro no haci¨¦ndoles pu?etero caso a estos otros listillos que andamos por ac¨¢ solt¨¢ndole impertinencias, y que asegure usted su personalidad, acaso malparada por su sumisi¨®n a los Medios del Poder, demostr¨¢ndose independiente y libre de los poco pudientes y pas¨¢ndose por la entrepierna lo que le digan: "?vas t¨² a explicarme a m¨ª, t¨ªo, lo que son las cosas".
Y hace ust¨¦ bien, qu¨¦ co?os, en no hacer caso: ?qui¨¦n le dice a usted (ni a m¨ª tampoco) que precisamente aqu¨ª por mi boca est¨¢ hablando, qu¨¦ casualidad, la raz¨®n com¨²n, y que no est¨¦ yo tambi¨¦n, igual que los Empresarios, Pol¨ªticos y Formadores de Opini¨®n, tratando de meterle, por los intereses o la intenci¨®n que sea, unas ideas personales m¨ªas?: ?por qu¨¦ iba a ser yo limpiamente y nada m¨¢s que yo, ese YO que es cualquiera y que es por tanto voz del pueblo, y no iba a ser en realidad Fulano de Tal y tan cochinamente personal como otro hijo de vecino? Ya pod¨ªa yo tratar de hablarle desde abajo, con sentido com¨²n y p¨²blico, de decirle lo que usted siente, por debajo de sus ideas y su persona, como pueblo; ya pod¨ªa para ello ensayar artes de hablar llanamente, como el pueblo (que no es nadie) habla, renunciando a toda la jerga de pol¨ªticos, fil¨®sofos y periodistas: ?qu¨¦ prueba eso? Fuede ser un enga?o; puedo enga?arme yo tambi¨¦n en el intento; puedo ser, en el mejor de lo casos, si no un malintenciona do, un loco que aparenta senti do com¨²n para disimulo de su locura. Nada lo garantiza; bien puede ser as¨ª; y usted, como prudente, bien sabe, seguro, lo que dec¨ªa el viejo Hes¨ªodo, que "a los hombres igual confianza los pierde y desconfianza".
S¨®lo que, entonces, ?qu¨¦ hago yo aqu¨ª? ?Qui¨¦n me ha rriandado? ?Para qu¨¦ diablos tengo que andarle escribiendo a ust¨¦ noticias de abajo ni monsergas de la hostia? ?No te das cuenta -me digo a m¨ª mismo las pocas veces que me hablo- que han pasado siglos y siglos de siglos de gentes que no han oido tus razones ni las han le¨ªdo ni pu?etera falta que les ha hecho para ir viviendo como pod¨ªan, y que luego... luego han pasado, como t¨² est¨¢s condenado a pasar, a la Mayor¨ªa?
Opini¨®n mayoritaria
Por cierto, ?no le he contado a usted en alguna de ¨¦stas lo de esa locura de los antiguos, que llamaban 'los m¨¢s', pluurees, hoi ple¨ªones, a los muertos, y que as¨ª pod¨ªan decir, por eufemismo de 'morirse', elthein es ple¨®noon 'irse adonde la mayor¨ªa', see in pluuriis penetraare 'meterse en los m¨¢s'?: bastante razonablemente, ?no?, si se piensa que siempre, por m¨¢s que se haga a la poblaci¨®n crecer desaforadamente, han de ser los muertos la mayor¨ªa, y por tanto, seg¨²n el principio democr¨¢tico, los que por sus votos eleven al Poder la opini¨®n mayoritaria. Ellos son, desde luego, los que saben.
?O no? ?O piensa usted que no tienen por qu¨¦ ser siempre los muertos la mayor¨ªa? ?Que, a fuerza de reproducirse aceleradamente (y ocupar, si es caso,?verd¨¢?, la luna y los planetas: ya le veo a ust¨¦ asomar la pluma de la Ciencia-Ficci¨®n de que le alimentan), pueden llegar, en un futuro, los contempor¨¢neamente vivos a ser tantos y m¨¢s que todos los muertos de la Histor¨ªa y la Prehistoria?
Ya, hombre; pero es que, entonces, f¨ªjese ust¨¦ la que se preparaba: ?ser¨ªa esa nivelaci¨®n de cuentas la fin del mundo?; o bueno, sin ponerse tan pomposos, lo que casi tiene ust¨¦ que pensar es que, en ese trance, el axioma de todos modos se mantendr¨ªa: que los muertos son los m¨¢s, que la mayor¨ªa son los muertos; y entonces, cuando los vivos fueran la mayor¨ªa, ser¨ªa cuando los vivos estaban del todo muertos.
?O no ser¨¢ que est¨¢ pasando ya eso ahora?, ?que son la mayor¨ªa y que est¨¢n muertos? ?No viene a ser eso lo que en estas noticias le iba diciendo a usted, con motivo del principio democr¨¢tico del Voto, que la Mayor¨ªa es siempre el voto de los sumisos y conformes, esto es, el voto de los muertos? Y 6no ser¨¢ eso lo que sent¨ªa en su sue?o el bachiller S¨¢nchez, cuando sobrevolaba la urbe por la noche y la sent¨ªa palpitar abajo (como ¨¦l dec¨ªa, con un verso que no ten¨ªa que perderse) "con su aliento de cad¨¢ver"?
Sea como sea, si tantos son los que han muerto sin tener falta ninguna de mis razones, y si antes y m¨¢s lejos todav¨ªa, en el sinf¨ªn donde se pierde el Tiempo, toda esta aventura de los hombres y su Historia no es m¨¢s que algo as¨ª como las burbujas de jab¨®n y los pelitos de barba cuando est¨¢ desagu¨¢ndose el lavabo, ?qu¨¦ pinto yo aqu¨ª entonces? ?A qu¨¦ viene que siga penando por mandarle a ust¨¦ noticias de abajo, que ni usted oye ni los muertos?
Pues no, se?or: ya no le mando m¨¢s noticias de abajo a usted. Descanse, hombre.
Y, sin embargo, pensando en el derrumbe de este fant¨¢stico Sistema de econom¨ªa y pol¨ªtica que nos ha tocao, en el derrumbe que no ver¨¢n mis ojos, pero que en el Sistema mismo ya est¨¢ escrito... ?Qui¨¦n sabe?: puede que todav¨ªa, si nos dura el humor y la paciencia a m¨ª y a este benem¨¦rito Rotativo, saque en cambio a luz algunos avisos para el derrumbe dirigidos a mis biznietos.
es catedr¨¢tico de Lat¨ªn de la Universidad Complutense.
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