"Queremos estabildad, no petr¨®leo caro"

Las grandes petroleras consideran preferible la estabilidad de un mercado mundial, atormentado hoy por el conflicto del Golfo, a las alzas exageradas del precio del barril de los ¨²ltimos meses. Rapha?l Hadas-Lebel, hombre fuerte del gigante petrolero Elf-Aquitaine, espera un escenario de precios muy alejado del s¨ªndrome del choque petrolero pronosticado tras la invasi¨®n de Kuwait. En su opini¨®n, esta estabilidad llegar¨¢ cuando se consiga la paz en el Golfo, y ser¨¢ m¨¢s el producto de un acuerdo pol¨ªtico global que una decisi¨®n unilateral de la OPEP.

Consejero de Estado del Gobierno franc¨¦s, asesor de dos ex primeros ministros conservadores -Raymond Barre y Jacques Chirac-, mel¨®mano y mecenas por vocaci¨®n, secretario general del Grupo Elf-Aquitaine desde 1984, Rapha?l Hadas-Lebel, que ha visitado recientemente Barcelona invitado por la Harvard Business School, no parece alterarse por los rayos mortales que iluminan las noches del golfo P¨¦rsico. Confiado en la inevitabilidad de un triunfo militar de la coalici¨®n encabezada por Estados Unidos, Hadas-Lebel defiende con vehemencia que el fin del conflicto deber¨ªa llevar al sector petrolero a una estabilidad de precios que ¨¦l personalmente considera vital para todas las partes: productores y consumidores.

Pregunta. ?Por qu¨¦ han fracasado las agoreras previsiones que situaban el barril de petr¨®leo por encima de los 70 d¨®lares en caso de guerra?

Respuesta. En este sector no hay que lanzarse a hacer previsiones, porque son sistem¨¢ticamente err¨®neas. Los petroleros han de ser prudentes y limitarse a trabajar sobre hip¨®tesis econ¨®micas que les permitan orientar sus inversiones.

P. ?Cu¨¢l es el precio ideal del barril de petr¨®leo?

R. Se deben tener en cuenta muchas consideraciones: los intereses de los pa¨ªses y las compa?¨ªas productoras, pero tambi¨¦n los de los pa¨ªses consumidores. Si el precio es muy bajo no podemos hacer inversiones, y en particular no podemos hacer nuevas exploraciones. Y hemos estimado que el precio m¨ªnimo para hacer nuevas exploraciones est¨¢ en torno a los 20 d¨®lares. A un precio inferior es muy dif¨ªcil. Y hay que tener en cuenta que la exploraci¨®n permite la reconstituci¨®n de reservas, algo cada vez m¨¢s dif¨ªcil porque los grandes yacimienteis ya se han descubierto, salvo quiz¨¢ en Alaska, la Uni¨®n Sovi¨¦tica y China. Es mucho m¨¢s dif¨ªcil encontrar peque?os yacimientos y adem¨¢s mucho m¨¢s caro.

El papel del consumidor

P. ?No enriquece a las grandes petroleras un precio superior?

R. Cuando los precios son demasidado elevados la gente cree que las compa?¨ªas est¨¢n satisfechas. Esto no es necesariamente as¨ª, porque un precio muy elevado provoca una reducci¨®n del crecimiento econ¨®mico; porque los consumidores buscan otras fuentes energ¨¦ticas competitivas con el petr¨®leo; porque los pa¨ªses pobres se enfrentan a una situaci¨®n insoportable. Una compa?¨ªa petrolera responsable, y les aseguro que ¨¦se es el caso de Elf, estima que no es conveniente un precio demasiado elevado. Por eso digo que una horquilla entre 20 y 25 d¨®lares es adecuada, pero por encima de 25 d¨®lares corremos un riesgo.

P. ?La paz en el Golfo significar¨¢ un hundimiento de los precios, como temen muchos observadores y la propia OPEP?

R. A corto plazo puede haber problemas de precios si hay una sobreproducci¨®n temporal. Por ejemplo, cuando los pa¨ªses que ahora no producen vuelvan a hacerlo a gran escala. A medio plazo puede haber variaciones err¨¢ticas, pero el inter¨¦s de los grandes productores y de los grandels consumidores es llegar a ese precio razonable, tal como decidi¨® la OPEP en su reuni¨®n de julio, unos d¨ªas antes de la invasi¨®n de Kuwait.

P. ?Est¨¢ de acuerdo con las declaraciones del actual presidente de la OPEP, el argelino Sadek Boussena, que ha acusado a la Agencia Internacional de la Energ¨ªa [AIE] de provocar una bajada artificial del precio del petr¨®leo a trav¨¦s de la salida al mercado de las reservas gubernamentales?

R. No quiero pronunciarme sobre la posici¨®n de un determinado dirigente de la OPEP. Pero quiero constatar que la OPEP ha batido todos sus records de producci¨®n en los ¨²ltimos meses, hasta alcanzar los 23,8 millones de barriles al d¨ªa, sin Irak ni Kuwait. La AlE ha querido tomar precauciones, algo normal.

P. Las tensiones que se producir¨¢n en el seno de la OPEP cuando sea necesario reducir la producci¨®n, ?pueden hacer entrar en crisis al cartel?

R. Es dif¨ªcil pronosticar lo que pasar¨¢ en la OPEP cuando acabe la guerra. Eso depender¨¢ de las relaciones pol¨ªticas internas de la organizaci¨®n. No hay que olvidar que hay un conflicto en el que est¨¢n directamente implicados tres pa¨ªses miembros: Irak, Kuwait y Arabla Saud¨ª. Adem¨¢s, Ir¨¢n querr¨¢ jugar un papel particular. Todo depende de la salida pol¨ªtica del conflicto. Si hacemos abstracci¨®n de la soluci¨®n pol¨ªtica, podemos imaginar que despu¨¦s de un periodo inicial de incertidumbre, ligado al hecho de que los pa¨ªses que ahora no producen empiecen a producir, los miembros de la OPEP tomar¨¢n conciencia de sus intereses comunes, y de forma prioritaria de la necesidad de reconstruir los pa¨ªses del Golfo afectados por la guerra, y precisar¨¢n dinero. Podemos estimar que si la gente es sensata se interesar¨¢ por volver al precio acordado en julio. Pero no podemos estar seguros de lo que pasar¨¢ porque, insisto, las consideraciones pol¨ªticas ser¨¢n muy importantes.

El papel de la OPEP

P. ?Estar¨¢ la OPEP en condiciones de estabilizar por s¨ª misma el mercado si se produce un triunfo aliado en la guerra?

R. En el supuesto de una victoria militar de Estados Unidos y un cambio de r¨¦gimen en Irak, hay que ir hacia un acuerdo general que vaya m¨¢s all¨¢ de las decisiones de la OPEP. Un acuerdo b¨¢sicamente pol¨ªtico, con la participaci¨®n de Estados Unidos, de Europa, de los pa¨ªses del Golfo, y que tenga en cuenta los intereses de los pa¨ªses y las compa?¨ªas productoras y de los pa¨ªses consumidores.

P. ?Qu¨¦ dependencia tiene Elf del petr¨®leo del Golfo?

R. Nuestros mercados de producci¨®n est¨¢n esencialmente en ?frica -y m¨¢s concretamente en el golfo de Guinea- en lo que respecta al petr¨®leo, y en el mar del Norte en nuestra actividad gasista. Estamos diversificando nuestra presencia geogr¨¢fica. Somos la primera compania mundial que ha cerrado un acuerdo de exploraci¨®n y reparto de la producci¨®n con la URSS desde la primavera pasada. Trabajamos all¨ª igual que en otro pa¨ªs. Esto es importante y nos puede permitir lograr descubrimientos de inter¨¦s.

P. ?La inestabilidad pol¨ªtica de la Uni¨®n Sovi¨¦tica pone en peligro los proyectos de Elf en ese pa¨ªs?

R. Hemos tenido y a¨²n tenemos intensas conversaciones con las autoridades sovi¨¦ticas a todos los niveles. Tanto con las de la uni¨®n como con las de las rep¨²blicas, y m¨¢s concretamente con las de las rep¨²blicas de Rusia y de Kazajst¨¢n, que es donde se centran nuestros intereses. Han sido conversaciones muy positivas, que nos permiten pensar que nuestras inversiones en la URSS no tienen por qu¨¦ verse afectadas por un hipot¨¦tico cambio pol¨ªtico en el pa¨ªs.