Voluntad de existencia

?rase una vez un pa¨ªs peque?o, de tan s¨®lo seis millones de habitantes, cuyos ciudadanos, a iniciativa de su Gobierno, y sobre todo de su honorable president, decidieron conmemorar con diversos actos, publicaciones, congresos, lo que ser¨ªa el aniversario de su nacimiento como naci¨®n. Entre otras realizaciones se acord¨® la construcci¨®n de un magn¨ªfico y costoso velero, que vendr¨ªa a recordar aquel glorioso pasado en que ni los peces osaban surcar el mar sin la ense?a real de aquella otrora gran naci¨®n.Un serio percance a un a?o vista de la conmemoraci¨®n vino a empa?ar, sin embargo, la ilusi¨®n de los art¨ªfices del proyecto. Cuando el velero realizaba una maniobra rutinaria en una bah¨ªa en calma, incomprensiblemente se rompi¨® la quilla, inclin¨¢ndose el velero por babor. La falta de previsi¨®n de los constructores fue adjudicada al Gobierno y al president del peque?o pa¨ªs que fueron denostados por poderosos medios de comunicaci¨®n, siendo objeto de sesudos editoriales donde se destacaron la alegr¨ªa derrochadora y la megaloman¨ªa sin fin de aquel president.

Aquel infausto suceso sirvi¨® de ejemplo, y desde entonces jam¨¢s se hundi¨® una casa, un velero o hubo explosi¨®n de gas en aquel pa¨ªs sin que hubiera, cuanto menos, un editorial ejemplarizante que pusiera las cosas en su sito.

Todo valdr¨ªa con tal de minimizar la insobornable voluntad de existencia diferenciada de tan peque?a naci¨®n.-