"Hay que acelerar las alternativas a la prisi¨®n"
Ha estudiado qu¨ªmica, arte dram¨¢tico, magisterio, piano y cine, pero dirige una prisi¨®n. Naci¨® hace 55 a?os en Alcal¨¢ de Henares y tiene dos hijas. Mercedes Jabardo es la directora de la prisi¨®n Valencia II, ubicada en Picassent y recientemente inaugurada. Este centro de cumplimiento de penas est¨¢ dotado de los mayores avances y "permite trabajar para la reinserci¨®n social de los internos", pero ella considera que hay que "acelerar las medidas alternativas a la prisi¨®n".
FRANCESC BAYARRIMercedes Jabardo conoce bien las consecuencias que para un ser humano tiene el pasar por una prisi¨®n. La p¨¦rdida de visi¨®n, de perspectiva, la degradaci¨®n psicol¨®gica. Un d¨ªa encontr¨® por la calle a un joven que hab¨ªa permanecido un a?o entre rejas. "Estaba mareado", recuerda. Porque en un a?o, el c¨¢lculo de las distancias y la perspectiva puede cambiar mucho, explica.
Mercedes Jabardo es partidaria de acelerar las medidas alternativas a la prisi¨®n. Prefiere que no pierda su libertad alguien condenado, por vez primera, a penas cortas. Tambi¨¦n propone potenciar los centros especiales para toxic¨®manos, "porque su problema no es el delito que han cometido, sino la droga que consumen". Asimismo, durante sus a?os de directora de la prisi¨®n de Valencia puso en marcha un nuevo sistema de cumplimento de penas para mujeres con hijos. Algunas de estas mujeres viven en casas normales de la ciudad.
La directora de la prisi¨®n Valencia II sabe que su trabajo est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n. "Esta sociedad est¨¢ muy desorientada. Es suficiente que salga una noticia muy dram¨¢tica en el peri¨®dico, porque a todos nos repugnan determinados delitos, y autom¨¢ticamente la sociedad exige reterner a los delincuentes el mayor tiempo posible para que no est¨¦n en la calle", explica.
"Pero, de repente, por cualquier hecho que pasa dentro de las prisiones, muchas personas se preguntan qu¨¦ est¨¢n haciendo los funcionarios de las c¨¢rceles", a?ade. "Si la sociedad tuviera muy claro qu¨¦ se debe hacer en las prisiones, nuestro trabajo ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil", concluye.
"Estos bandazos" de la opini¨®n, dice, influyen en todo. Por ejemplo en "la actitud de los jueces para conceder libertades provisionales y condicionales". "Influye en tambi¨¦n el trabajo en cada uno de los estadios por los que pasa el interno". "Cuando hay un suicidio hay un sentimiento de l¨¢stima hacia las personas que est¨¢n dentro. Una semana antes, igual se pensaba de otra forma".
El clich¨¦ de la c¨¢rcel
Esta mujer lucha contra la imagen que de las prisiones se tiene en la calle. El clich¨¦ de las c¨¢rceles como lugares con sida, mafias, drogadicci¨®n, agresiones y motines no sirve despu¨¦s de los argumentos de esta mujer, que se considera "directora de despacho y tambi¨¦n de pasillos de la prisi¨®n".
Mercedes Jabardo invita a visitar los m¨®dulos de una prisi¨®n en la que los internos se encuentran haciendo deporte, repasando las preguntas del examen de matem¨¢ticas que acaban de efectuar o visitando los servicios sanitarios, que incluyen desde dentistas y oculistas hasta psiquiatras. "Cuando llegan aqu¨ª suelen presentar un estado poco saludable. Aunque la imagen que hay en la calle pueda ser la contraria, aqu¨ª superan enfermedades".
Mercedes Jabardo se muestra convencida de que la rehabilitaci¨®n es posible, aunque advierte que no es un trabajo ¨²nicamente de las prisiones, sino de la sociedad en conjunto. "Puede haber personas para las que no existe sistema imaginativo para recuperarlas, pero la mayor¨ªa puede reinsertarse".
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