Cr¨ªticas al plan energ¨¦tico de Bush por no fomentar el ahorro de crudo

El Plan Estrat¨¦gico Nacional de Energ¨ªa que pretende poner en marcha el presidente de los Estados Unidos, George Bush, est¨¢ recibiendo cr¨ªticas por varios colectivos sociales de aquel pa¨ªs acus¨¢ndole sobre todo de hacer m¨¢s hincapi¨¦ en la producci¨®n de crudo que en el ahorro de energ¨ªa. As¨ª lo han manifestado los representantes del Partido Dem¨®crata y grupo ecologistas.Este plan que ha sido remitido a distintos ministerios para su estudio antes de ser enviado al Congreso, concede "modestos incentivos" a la conservaci¨®n de la energ¨ªa mientras que estimula la producci¨®n de crudo y la revitalizaci¨®n dejas plantas de energ¨ªa nuclear. Entre las medidas que contempla este plan hay varias que van dirigidas directamente a fomentar la producci¨®n de crudo. Destacan entre ellas la apertura de una exploraci¨®n petrol¨ªfera en el Refugio Nacional de Vida Salvaje del ?rtico situado en Alasca.

Los ecologistas y otros grupos interesados en la conservaci¨®n del medio ambiente se?alan que en este plan se recogen "pocas" propuestas para fomentar una reducci¨®n sustancial del consumo. La Casa Blanca ha rechazado incluir en su propuesta de incremento de los niveles de combustible econ¨®mico para los autom¨®viles. Sin embargo, propone suavizar los requerimientos que pesan actualmente en Estados Unidos sobre la gasolina econ¨®mica a aquellos fabricantes de autom¨®viles que opten por fabricar los llamados "veh¨ªculos flexibles", es decir, que funcionen tanto con gasolina como con otros combustibles alternativos.

Seg¨²n el borrado del plan, adem¨¢s de promover la extracci¨®n de petr¨®leo, la Casa Blanca quiere favorecer el proceso para la construcci¨®n de nuevos gaseoductos y facilitar los tr¨¢mites para conseguir licencias que permitan construir m¨¢s plantas nucleares. Entre esas facilidades para la construcci¨®n de plantas nucleares se encuentran algunas provisiones legales que limitar¨ªan las posibilidades del p¨²blico; y los estados de pronunciarse respecto a los requisitos que tienen que reunir los lugares elegidos para los controvertidos almacenes de residuos nucleares.