Los 'marines' se preparan para morir en combate
ENVIADO ESPECIAL Marines de 19 a?os redactan su testamento en el desierto saud¨ª y se preparan para morir ayudados por los capellanes castrenses mientras sus comandantes en los regimientos de Caballer¨ªa e Infanter¨ªa esperan una orden para avanzar por tierra sobre Kuwait. Riad fue objeto anoche de un nuevo ataque iraqu¨ª. Un misil Scud fue destruido por un Patriot sobre el cielo de la capital saud¨ª. La ca¨ªda de los restos produjo heridas a dos personas.
Continuar con los bombardeos sobre las posiciones iraqu¨ªes en el emirato durante al menos tres semanas parece ser lo aconsejado por los responsables de la Operaci¨®n Tormenta del Desierto. Los pilotos comentaron ayer que el domingo la visibilidad fue mejor que nunca. Seg¨²n ese testimonio, la jornada fue para descargar miles de toneladas de explosivos y misiles sobre Irak y los refugios de la Guardia Republicana, hundir una patrullera, demoler puentes que sobrevivieron a anteriores bombardeos y destruir cinco plataformas m¨®viles de misiles Scud."Los d¨ªas pasan, y a medida que nos acercamos a la frontera con Kuwait m¨¢s y m¨¢s preguntas se agolpan en mi cabeza". El marine KeIvin Smith, de 19 a?os, habla de la muerte con los periodistas de un pool norteamericano que visit¨® los puestos de combate m¨¢s pr¨®ximos a las defensas iraqu¨ªes. "Si me va a pasar algo, es mejor estar preparado".
Un molesto problema
Su compa?ero de trinchera, el soldado especialista Paul Frazier, dice que si muere en esta guerra no quiere que sus padres sufran ordenando lo que queda de ¨¦l. La mayor¨ªa de los marines que morir¨¢n en un desierto cuyas arenas y noches odian desde hace meses, no disponen de pertenencias valiosas.
En una de las tiendas de los campamentos militares levantados en un desierto de anochecer helador se rellenan cuartillas y los abogados del Ej¨¦rcito reciben a quienes en su mayor parte van a testar en favor de padres o hijos que todav¨ªa no conocen. La Cruz Roja Internacional calcula que 14.000 marines han sido padres desde que el 7 de agosto comenz¨® el despliegue de tropas de tierra estadounidenses. Tambi¨¦n rezan j¨®venes que no recuerdan su ¨²ltima salve.
La intolerancia saud¨ª respecto al culto de creencias no isl¨¢micasobliga a una discreta observancia de la pr¨¢ctica religiosa cristiana, pero soldados que en EE UU no van a misa lo hacen aqu¨ª con la devoci¨®n propia de quien puede morir ma?ana.
Miles de marines con blindados, camiones y helic¨®pteros prosiguen su movilizaci¨®n hacia posiciones de ataque en la l¨ªnea fronteriza de Arabia Saud¨ª con Kuwait. Pero hay tiempo para una ¨²ltima carta a la familia antes del asalto final.
La visita a Arabia Saud¨ª del secretario de Defensa norteamericano, Dick Cheney, y del jefe del Estado Mayor, general Colin Powell, parece haber descartado una inminente ofensiva terrestre.
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