M¨¢s de 10.000 japoneses mueren al a?o por la enfermedad del 'karoshi' o exceso de trabajo
Karoshi es la enfermedad mortal de la que muchos japoneses son v¨ªctimas debido al exceso de trabajo. El fen¨®meno no es nuevo, pero se ha ido extendiendo ¨²ltimamente aun a pesar de la nueva filosof¨ªa oficial de alentar la reducci¨®n de la jornada laboral y estimular el ocio. "Nada de eso se ajusta con la realidad de hoy, en la que el problema se ha acentuado en lugar de mejorar. Calculamos que m¨¢s de 10.000 personas mueren al a?o de karoshi, afirma un portavoz de una organizaci¨®n de abogados creada para atender estos casos.
Las autoridades japonesas han reconocido recientemente la posibilidad de que el karoshi constituya un peligro para la salud, pero el Ministerio de Trabajo ha aceptado muy pocas demandas por parte de famillares de v¨ªctimas y las empresas se resisten a colaborar poniendo m¨²ltiples obst¨¢culos y ocultando datos. Este mal afecta especialmente a los oficinistas y ejecutivos que tienen entre 40 y 50 a?os.El a?o pasado el ministerio acept¨® investigar 777 demandas de supuestos casos de karoshi y de ellos s¨®lo en 30 las familias lograron una indemnizaci¨®n. "Es dif¨ªcil demostrar un fallecimiento por karoshi con las normas tan limitadas que impone el Ministerio de Trabajo que s¨®lo tienen en cuenta la ¨²ltima semana de vida del trabajador", afirma Toshiro Ueyanagi, un abogado que forma parte del Consejo de Defensa Nacional de V¨ªctimas de Karoshi fundado desinteresadamente en julio de 1988 por el letrado Hiroshi Kawahito.
El grupo lo componen m¨¢s de 300 abogados y medio centenar de m¨¦dicos, psic¨®logos y asistentes sociales repartidos por todo Jap¨®n que ayudan a familiares de v¨ªctimas o a prevenir a potenciales v¨ªctimas. Tienen montada una l¨ªnea caliente telef¨®nica y han previsto establecer oficinas en el extranjero para atender casos de v¨ªctimas japonesas.
"Quienes m¨¢s llaman reclamando ayuda y vienen luego aqu¨ª suelen ser esposas de hombres de entre 40 y 50 a?os que han fallecido por exceso de trabajo, y otras m¨¢s j¨®venes que temen que sus esposos puedan morir si contin¨²an trabajando tanto", explica el abogado Ueyanagi. Desde el pasado mes de mayo existe tambi¨¦n en Tokio una asociaci¨®n de familiares de, v¨ªctimas que luchan por obtener compensaci¨®n econ¨®mica. de la empresa y el Estado.
Muerte repentina
La muerte por karoshi es repentina y sobreviene por hemorragia cerebral o insuficiencia cardiaca o respiratoria, debido a un exceso de fatiga que produce alta presi¨®n y endurecimiento arterial. Las personas m¨¢s propensas tienen entre 40 y 50 a?os, y m¨¢s de la mitad son empleados de oficina, ejecutivos de empresa y funcionarios p¨²blicos. M¨¦dicos de esta asociaci¨®n consideran que la barrera. fat¨ªdica para sucumbir al karoshi estar¨ªa en la franja de las 3.000 horas de trabajo real anuales. Seg¨²n sus c¨¢lculos, unos 10 millones de personas, de los 60 que componen la poblaci¨®n laboral activa japonesa, son potenciales v¨ªctimas de la enfermedad."El gran culpable del karoshi es el propio sistema laboral japon¨¦s y el poder tan inmenso de la empresa como entidad de grupo contra la que nadie se opone", explica el abogado Ueyanagi. Muchos especialistas sostienen que la legislaci¨®n laboral japonesa no defiende al trabajador, e incluso ¨¦ste parece ser el primero en violar la regulaci¨®n oficial cuando la empresa se marca objetivos de producci¨®n muy elevados. La mayor¨ªa de los trabajadores interrogados en una reciente encuesta oficial del Ministerio de Planificaci¨®n respondi¨® que estaba en contra de la reducci¨®n de horas de trabajo por temor a ganar menos. En Jap¨®n se contin¨²a trabajando m¨¢s que en cualquier otro pa¨ªs desarrollado, una media de 2. 100 horas anuales, lo que supone entre 200 y 500 horas m¨¢s que en Estados Unidos o Europa.
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