Arco 91, buena reacci¨®n frente a los imponderables
La Feria de Arte Arco 91 se clausur¨® anoche en Madrid. Las encuestas indican que puede haber descendido el n¨²mero de visitantes, as¨ª como las cifras dio ventas (¨¦stas, en unos 1.000 millones de pesetas). Los datos oficiales se dar¨¢n a conocer pr¨®ximamente. Por otra parte, fuentes policiales confirmaron que un representante de la galer¨ªa Pervaya (First), de Mosc¨², denunci¨® el robo de dos libros pertenecientes a una instalaci¨®n de Gor Tschachal, valorados en casi 100.000 pesetas.
A tenor de los nubarrones que se cern¨ªan sobre Arco 91 precisamente en su d¨¦cimo aniversario, y tras una ¨²ltima edici¨®n que hab¨ªa batido todas las marcas, a nadie le hubiera sorprendido el correspondiente fracaso.Es cierto que el fantasma de la crisis econ¨®mica, que ya se hab¨ªa dejado sentir de modo importante en las ferias de Basilea, Chicago y Colonia, y, a¨²n m¨¢s, el estallido (le la guerra en el Golfo
unas pocas semanas antes de que comenzase la edici¨®n de Arco, constitu¨ªan imponderables fatales, contra los que parec¨ªa que muy poco se pod¨ªa hacer desde la organizaci¨®n ferial madrile?a.
Quiz¨¢ lo ¨²nica postura que cab¨ªa era la que efectivamente se ha adoptado: no perder la calma y seguir adelante; pero, de todas formas, estos adversos hados eran a priori muy capaces de dar al traste con todo.
No ha sido, ni mucho menos as¨ª, y no por ninguna intervenci¨®n de la Providencia. En primer lugar, puestos a sacar lecciones de la experiencia, una vez que ha concluido, result¨® de suma importancia, como antes he apuntado, que los organizadores no perdieran la presencia de ¨¢nimo y siguieran adelante, y de igual forma que los participantes no se dejaran atrapar por el fantasma del miedo psicol¨®gico, que causa estragos, actitud esta ¨²ltima que conviene alabar principalmente en los galeristas extranjeros, y en especial en los americanos, la mayor parte de los cuales, pese a los rumores previos a la inauguraci¨®n de Arco 9 1, acudieron puntualmente a la cita.Atravesadas estas barreras verdaderamente mentales, se dio un paso decisivo, pues el rodaje profesional de Arco y su extraordinaria implantaci¨®n entre el p¨²blico espa?ol son ya lo suficientemente s¨®lidos como para que, habi¨¦ndose abierto las puertas con normalidad,, no pasara nada negativo.
En este sentido, a¨²n sin contar con cifras oficiales definitivas, no se ha apreciado un descenso notable de visitantes, y lo que es m¨¢s sorprendente, tampoco ninguna cat¨¢strofe econ¨®mica, al menos en lo que se refiere a las galer¨ªas espa?olas.
Hay que tener en cuenta a este respecto que el mercado espa?ol de arte contempor¨¢neo todav¨ªa se halla en una fase de desarrollo incipiente, y por tanto tampoco pod¨ªa darse ninguna notable cat¨¢strofe.
Galeristas
En este sentido tambi¨¦n hay que alabar el buen sentido de los galeristas participantes, que, vistas las inquietantes circunstancias del momento, tomaron una decisi¨®n no s¨®lo sabia, sino finalmente muy positiva a la hora de definir lo que se decanta como se?as de identidad de Arco.Me refiero al hecho de seleccionar un tipo de obra ciertamente de calidad media aceptable, pero predominando los artistas j¨®venes o las piezas no excesivamente contundentes desde el punto de vista de los precios, una obra m¨¢s asequible y de efecto, llam¨¦moslo as¨ª, m¨¢s refrescante.
Como, por otra parte. la mayor parte de las instituciones.y galer¨ªas de Madrid programaron, simult¨¢neamente a la celebraci¨®n de Arco 91, sus mejores galas, la oferta art¨ªstica de la capital ha resultado abrumadora.
Es evidente que los esp¨ªritus cr¨ªticamente quisquillosos pueden alegar, respecto a esta s¨²bita y puntual animaci¨®n, que se trata del excepcional oropel que cubre la miseria cotidiana.
No obstante, al margen de que esto hoy ya no es exactamente as¨ª, los que as¨ª piensen deber¨ªan comprender la importancia de estas estrategias de animaci¨®n para una situaci¨®n como la que todav¨ªa ofrece nuestro pa¨ªs en relaci¨®n con el arte actual, carente hasta hace muy poco de lo m¨¢s elemental.
De manera que la celebraci¨®n de esta d¨¦cima edici¨®n de Arco, a pesar de los imponderables, incluso si se confirmara que el volumen de ventas ha descendido bastante respecto al ¨®ptimo a?o anterior, viene a ser una prueba evidente de la madurez alcanzada tanto por la organizaci¨®n, como por profesionales y p¨²blico de nuestro pa¨ªs, as¨ª como de la credibilidad internacional que ha llegado a obtener ¨¦sta a¨²n biso?a feria de arte contempor¨¢nea de Madrid, que ha sabido responder con buena cara al indudable mal tiempo que se le ha avecinado, lo que en ocasiones resulta m¨¢s importante que la euforia ante el ¨¦xito.
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