La desaparici¨®n del 'lehendakari'
Garaikoetxea llam¨® al Rey desde surefugio en un pueblo de Guip¨²zcoa
El presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, estuvo ilocalizable para su Gobierno y para el conjunto de las fuerzas pol¨ªticas vascas durante la tarde del 23 de febrero y la madrugada siguiente. Su ausencia del palacio de Ajuria Enea, sede de la presidencia del Gobierno vasco, dio p¨¢bulo a toda clase de versiones sobre su desaparici¨®n. El interrogante, elevado a la categor¨ªa de misterio, fue esgrimido profusamente durante el per¨ªodo previo a la escisi¨®n en el Partido Nacionalista Vasco (PNV).Sin embargo, Carlos Garaikoetxea s¨ª dio se?ales de su existencia, por lo menos en La Zarzuela. Habl¨® con el Rey durante la noche del 23 F. Lo hizo desde una cabina telef¨®nica de la plaza del peque?o municipio guipuzcoano de Legazpia."Estaba en la cama, con gripe y 40 grados de fiebre", explica Carlos Garaikoetxea. "Vino un colaborador de la presidencia y me dijo que cogiera toda la informaci¨®n disponible, que hab¨ªa un golpe de Estado y que ten¨ªa que refugiarme en una casa segura. Cog¨ª mi agenda de tel¨¦fonos y salimos de Ajuria Enea".Con barba de tres d¨ªas y pantalones de pana, el actual presidente de Eusko Alkartasuna (EA) y su jefe de prensa, Jos¨¦ Ram¨®n Beloki, abandonaron la sede de la presidencia, minutos despu¨¦s de las 18.30. Despidieron a los escoltas en un cruce de caminos, lejos ya de Vitoria, y, juntos, se dirigieron a Legazpia a la casa en la que residen los padres del entonces jefe de prensa del lehendakari.Para evitar ser localizado a trav¨¦s de una posible escucha de la llamada, Garaikoetxea telefone¨® al Rey desde una cabina p¨²blica de la plaza del pueblo. "El Rey me dijo: 'Ya te llamar¨¦ m¨¢s tarde'. Cuando lo hizo era pasada la med*anoche".Un general le tranquiliz¨®
En las horas siguientes, el lehendakari habl¨® varias veces m¨¢s con La Zarzuela, con Fernando Jim¨¦nez, secretario del delegado del Gobierno en el Pa¨ªs Vasco -Marcelino Oreja, delegado del Ejecutivo, estaba llocalizable -viajando de Madrid a Euskadi- y con el capit¨¢n general de Sexta Regi¨®n Militar, Luis Polanco."Saqu¨¦ una buena impresi¨®n de mi charla con el general Polanco, porque ¨¦l estaba distendido. Recuerdo que hablamos de que sus hijos quer¨ªan aprovechar el suceso para librarse de ir al colegio al d¨ªa siguiente". Garaikoetxea asegura que desde La Zarzuela y el propio Fernando Jim¨¦nez le indicaron que no hiciera nada hasta que hablara el Monarca y que luego hiciera una declaraci¨®n de respeto al orden constitucional. "Ya en la madrugada habl¨¦ por fin con el Rey. Sus primeras palabras fueron: 'No sabes lo que ha sido ¨¦sto'. Luego volv¨ª a Ajuria Enea y estuve con dos de los consejeros, Etxenike y Labayen. Habl¨¦.con Radio Popular".
Por instrucciones del consejero de Interior, Luis Mar¨ªa Retolaza, los berrocis, cuerpo embrionario de la actual Ertzaintza (polic¨ªa auton¨®mica vasca), hab¨ªan reforzado las medidas de seguridad del palacio de la presidencia del Gobierno vasco con la orden de utilizar las armas largas.
El malestar creado por la ausencia de Garaikoetxea, cuyo paradero se desconoc¨ªa, se: acrecent¨® en la sede del PNV en Bilbao a ra¨ªz de la aparici¨®n en televisi¨®n del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. En nombre del lehendakari ausente, Xabier Arzalluz, presidente del PNV, lleg¨® a redactar un comunicado en t¨¦rminos tranquilizadores, pero el texto no fue finalmente difundido por consejo de Luis Mar¨ªa Retolaza, previendo la posibilidad de que el lehendakari lo interpretase como una usurpaci¨®n de funciones. Los militantes del PNV permanecieron en sus sedes despu¨¦s de que j¨®venes afiliados que prestaban su servicio militar en Burgos confirmasen que no estaban acuartelados. Grupos de afiliados se agolparon en la sede bilba¨ªna.A la sede nacionalista de Bilbao s¨ª llamo esa noche, pidiendo noticias, el dirigente de Herri Batasuna Txomin Ziluaga. La sede de HB permanec¨ªa cerrada con un cartel en la puerta que rezaba: "La asamblea. de esta tarde se ha suspendido por lo de Madrid".
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