Yo dimito

?D¨®nde est¨¢ el Gobierno? Creo recordar que en este pa¨ªs hab¨ªa un Gobierno, unos ministros que se ocupaban de esto o de lo otro y que opinaban sobre las cuestiones que afectaban a sus gobernados. Pero ahora no est¨¢n, han desaparecido. ?Se acuerdan de un ministro que se llamaba Carlos Romero? Creo que era de Agricultura. Y tambi¨¦n hab¨ªa uno de Industria, me parece que se llamaba Aranzadi. ?Y el de Interior? Corcuera, se llamaba Corcuera. ?Y el de Transportes? S¨ª, hombre, s¨ª, el de Transportes era Barrionuevo. As¨ª hasta 15 o 16, no recuerdo bien porque hace tiempo que no s¨¦ nada de ellos.Hay dos que s¨ª est¨¢n, pero como descolocados. Uno es Solchaga, que ya no habla como ministro de Econom¨ªa, sino como vicepresidente del Gobierno; el otro es Sempr¨²n, que unas veces va de ex ministro y otras de ministro de la guerra de un pa¨ªs asediado. Qu¨¦ raro es todo, los ¨²nicos ministros que salen en la tele o no son ministros o representan a ministerios que no les corresponden.

Se?or Sempr¨²n, si tanto le gusta el puesto de Serra, ?por qu¨¦ no se lo cambia? Yo preferir¨ªa un ministro de Cultura que se ocupase de las cosas de su departamento en lugar de ir predicando la guerra santa por todas partes. Adem¨¢s, me gustar¨ªa que fuera m¨¢s tolerante que usted, que insultara menos que usted, que razonara m¨¢s de lo que usted razona, que no ri?era todo el rato a todo el mundo y que cesara menos a quienes no piensan como ¨¦l.

Usted puede permitirse el lujo de dimitir el d¨ªa que quiera priv¨¢ndonos del placer de su gobierno. Sea usted cort¨¦s conmigo y perm¨ªtame, aunque no est¨¦ en el reglamento, que yo dimita de usted en este instante. No puedo reconocerle como mi ministro de Cultura porque un d¨ªa de estos en lugar de invitarme a un estreno me manda usted al teatro de operaciones.

V¨¢yase, por favor.