El golpismo "inteligente"

Un grupo de jefes militares de alto nivel profesional, en su mayor¨ªa coroneles y tenientes coroneles, generaron el llamado colectivo Almendros, que dedic¨® sus esfuerzos a la justificaci¨®n ideol¨®gica de la intervenci¨®n militar en la pol¨ªtica antes del 23-F. El golpismo inteligente qued¨® casi intacto tras la intentona de febrero, pese al procesamiento y condena del coronel Jos¨¦ Ignacio San Mart¨ªn, uno de sus mejores elementos. La composici¨®n de este colectivo fue modific¨¢ndose, pero se sabe que buena parte de las iniciativas posteriores al 23-F, y sobre todo, la intentona frustrada del 27 de octubre de 1982, surgieron de algunos de esos coroneles y tenientes coroneles, que aceptaron el liderazgo -por lo menos moral- de Jaime Milans del Bosch, ya encarcelado y condenado por los hechos de febrero. En los a?os posteriores muchas de esas personas abandonaron esa clase de actividades.

Tres meses antes del 23-F, un grupo de militares con empleos de coronel y teniente coronel iniciaron una serie de reuniones sobre la situaci¨®n pol¨ªtica y militar de Espa?a. Su punto de referencia era el golpe de Estado en Turqu¨ªa, dirigido por el general Kennan Evren, que culmin¨® con ¨¦xito el 12 de septiembre de 1980.El n¨²cleo principal de ese grupo estaba constituido por hombres de confianza del coronel Jos¨¦ Ignacio San Mart¨ªn, en aquellos momentos jefe de Estado Mayor de la Divisi¨®n Acorazada Brunete.

Pero no era este puesto el que hab¨ªa atra¨ªdo a los dem¨¢s jefes militares hacia el proyecto, sino la antigua confianza e identidad de criterios que hab¨ªa relacionado entre s¨ª a ex responsables del Servicio de Documentaci¨®n de la Presidencia del Gobierno (SECED), una aut¨¦ntica c¨¦lula de investigaci¨®n y seguimiento de los grupos sociales, pol¨ªticos y militares que se movieron en los primeros a?os setenta, con vistas a la sucesi¨®n de Franco.

En la ¨¦poca de San Mart¨ªn fueron seleccionados para el SECED muchos militares con estudios universitarios. Su mano derecha, Leandro Pe?a, un hombre que no se recataba en decir: "Mi carrera es para presidente del Gobierno" -seg¨²n personas que le conocieron bien- estuvo vinculado al ex ministro del Plan de Desarrollo, Laureano L¨®pez Rod¨® y ejerci¨® en el SECED un papel similar al de jefe de plana mayor en otras unidades.

El grupo de San Mart¨ªn adquiri¨® gran influencia al servicio de Luis Carrero Blanco. Pero no se fiaba de ellos el jefe del Alto Estado Mayor, Manuel D¨ªez Alegr¨ªa -militar de inequ¨ªvoca significaci¨®n liberal-, ni tampoco Carlos Arias Navarro, que sucedi¨® a Carrero en la presidencia del Gobierno, tras el asesinato de aqu¨¦l por ETA. San Mart¨ªn fue sustituido: pas¨® a un puesto pol¨ªtico-administrativo y dos de sus colaboradores se marcharon, por alg¨²n tiempo, a una entidad bancaria.

Entre los colaboradores de San Mart¨ªn destacaba Eduardo Fuentes G¨®mez de Salazar, Napo, abreviatura de El Napole¨®n, colaborador activo, al igual que su ¨ªntimo amigo, el comandante Ricardo Pardo Zancada, en la revista militar Reconquista. En v¨ªsperas del 23-F, Fuentes estaba destinado en la Divisi¨®n de Inteligencia del Ej¨¦rcito, y Leandro Pe?a hab¨ªa logrado un puesto de observador o enlace espa?ol en el cuartel general de las fuerzas norteamericanas en Europa, en la ciudad alemana de Francfort.

Fuentes de la extinta Brigada Antigolpe -creada por el Ministerio del Interior a ra¨ªz del 23-F- y de la informaci¨®n militar afirman que dichas personas se relacionaron tambi¨¦n con el coronel Armando Marchante, jefe de un regimiento de artiller¨ªa en Cartagena; el comandante Eduardo Guill¨¦n, destinado en Valencia; el teniente coronel Joaqu¨ªn Villalba, de la Escuela de Estado Mayor del Ej¨¦rcito; y con el teniente coronel Gonz¨¢lez Mu?iz. San Mart¨ªn hab¨ªa sido destinado, mientras tanto, el puesto de jefe de Estado Mayor de la Divisi¨®n Acorazada Brunete, la unidad de intervenci¨®n inmediata desplegada en torno a Madrid.

Almendros

De este grupo de personas naci¨® la idea de crear el llamado colectivo Almendros, seg¨²n las fuentes antes citadas. Villalba y Marchante, que ya fueron mencionados en publicaciones de la ¨¦poca, desmintieron su participaci¨®n. Recientemente, Jos¨¦ Ignacio San Mart¨ªn ha transmitido una respuesta negativa a los intentos de este peri¨®dico para hablar con ¨¦l.Estos jefes militares ten¨ªan poco que ver con la extrema derecha, a la que consideraban sobrada de temperamento y falta de verdadero cerebro. En cambio, esa extrema derecha -y sobre todo los grupos situados en torno al ex ministro franquista Jos¨¦ Antonio Gir¨®n de Velasco- dispon¨ªan de una buena plataforma de difusi¨®n de datos e ideas: el diario El Alc¨¢zar, cuyos escritores y columnistas (Antonio Izquierdo, Ismael Medina, Luis Ja¨²denes y otros) manten¨ªan un discurso menos visceral que el de otras publicaciones ultras, aunque firmemente orientado a la denuncia del sistema de partidos pol¨ªticos, el Estado de las autonom¨ªas y las reformas militares del Gobierno, unido a la solicitud de intervenciones autoritarias.

De la simbiosis entre ambos intereses -el grupo de: los coroneles antes descrito y civiles situados en torno a El Alc¨¢zar- surgieron los art¨ªculos que, con la firma Almendros, intentaron la justificaci¨®n ideol¨®gica de la intervenci¨®n militar en la pol¨ªtica. Uno de dichos periodistas, Antonio Izquierdo, ha asumido siempre la responsabilidad de los trabajos que, con esa firma, fueron publicados antes del golpe del 23-F.

Esa intentona no respond¨ªa al esquema de los coroneles. Pr¨¢cticamente lo admiten personas que estuvieron situadas en el coraz¨®n del grupo.

Jos¨¦ Ignacio San Mart¨ªn se vio comprometido a ¨²ltima hora en el 23-F. Ricardo Pardo Zancada, el comandante de la Divisi¨®n Acorazada Brunete, que acudi¨® al Congreso en apoyo de Tejero, antepuso su lealtad al general Milans del Boch a cualquier otra consideraci¨®n. El coronel Marchante estuvo en contacto con Milans durante el 23-F, pero no movi¨® tropas. El teniente general Fernando de Santiago y D¨ªaz de Mend¨ªbil, una de las grandes figuras para estos coroneles -necesitados de un l¨ªder con m¨¢s estrellas que las suyas- no se mezcl¨® en la intentona.

El 'pacto del cap¨®'

El grupo reaccion¨® de otro modo. Comprobado el fracaso del golpe y ante una situaci¨®n comprometedora que no respond¨ªa a su proyecto, colaboraron en la b¨²squeda de una salida pac¨ªfica al asalto al Congreso. Esa operaci¨®n fue organizada por el comandante Guill¨¦n, desde Valencia, y el teniente coronel Fuentes G¨®mez de Salazar, en Madrid, despu¨¦s de un primer intento fracasado de San Mart¨ªn para obtener la retirada de Ricardo Pardo Zancada, que hubiera significado la exculpaci¨®n incluso de este ¨²ltimo.Las negociaciones de Fuentes G¨®mez de Salazar fructificaron en la firma del llamado pacto del cap¨®, que puso fin a la asonada y excluy¨® de responsabilidad a todos los participantes con grado inferior al de oficial.