Bush autoriza la ofensiva terrestre para recuperar Kuwait "en el momento militarmente oportuno"

La suerte est¨¢ echada y habr¨¢ ofensiva terrestre contra Irak al haber expirado a las doce de la ma?ana de ayer (seis de la tarde, hora peninsular espa?ola) el ultim¨¢tum dado por EE UU al presidente Sadam Husein, sin que las tropas iraqu¨ªes hubieran iniciado "la retirada inmediata y en gran escala" de Kuwait, exigida el viernes por el presidente George Bush en nombre de la coalici¨®n internacional. Fuentes del Pent¨¢gono revelaron ayer que el comandante supremo de las fuerzas multinacionales, general Norman Schwarzkopf, ten¨ªa ya en su poder la correspondiente luz verde de Bush para iniciar el ataque "en el momento militarmente oportuno".

Un funcionario del Pent¨¢gono manifest¨® a primera hora de la tarde de ayer, que, a partir de este momento, "el mando militar tiene despejado el camino para tomar cualquier opci¨®n que estime necesaria" en el desarrollo de la guerra.Aunque se desconoc¨ªa el momento exacto en que Schwarzkopf ordenar¨ªa el comienzo de la mayor operaci¨®n b¨¦lica por tierra, mar y aire desde la II Guerra Mundial, analistas militares se?alaron que la inusitada actividad combinada de la artiller¨ªa y la aviaci¨®n en los dos ¨²ltimos d¨ªas apuntaba a un comienzo casi inmediato. Por ejemplo, los Harrier de los marines comenzaron el viernes a utilizar por primera vez desde Vietnam bombas de napalm para incendiar, antes de que lo hicieran las tropas iraqu¨ªes, las trincheras llenas de petr¨®leo construidas por Irak en su primera l¨ªnea de defensa.Actividad fren¨¦tica

La actividad fue fren¨¦tica durante toda la ma?ana en todas las esferas oficiales de Washington.

El presidente George Bush segu¨ªa de cerca los acontecimientos en su residencia de fin de semana de Camp David, acompa?ado de su secretario de Estado, James Baker. El titular de Defensa, Dick Cheney, se encontraba en su despacho del Pent¨¢gono, en contacto permanente con el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Colin Powell.

La confusi¨®n creada en un primer momento por las enigm¨¢ticas noticias procedentes de la ONU, seg¨²n las cuales el ministro de Asuntos Exteriores iraqu¨ª, Tarek Aziz, hab¨ªa aceptado antes de salir de Mosc¨² algo que se defini¨® confusamente como "la declaraci¨®n americana", fue aclarada inmediatamente por dos comunicados casi sucesivos de la Casa Blanca.

En el primero, cautelcso en el tono, Bush "lamentaba" que hubiera trascurrido el plazo sin que se produjera ninguna respuesta por parte de Irak y afia,d¨ªa que las operaciones militares "prosegu¨ªan su curso".

En el segundo, le¨ªdo personalmente por Fitzwater, se anunciaba que "al no haberse producido ninguna comunicaci¨®n entre Irak y la ONU que pudiera sugerir una disposici¨®n por parte de Irak a retirarse de acuerdo con las condiciones de la coalici¨®n, las fuerzas multinacionales no tienen otra alternativa que la continuaci¨®n de la guerra".

Despu¨¦s de afirmar que la ¨²nica respuesta iraqu¨ª hab¨ªa sido el lanzamiento de un nuevo misil Scud contra Israel, Fitzwater anunci¨® que Bush hab¨ªa hablado por tel¨¦fono durante cerca de mejdla hora con el presidente sovi¨¦tico, Mijafl Gorbachov -su tercera conversaci¨®n con el l¨ªde

de la URSS en dos d¨ªas-, as¨ª como con el jefe del Estado fran c¨¦s, Fran?ois Mitterrand, y con el primer ministro brit¨¢nico, John Major.

Bush expres¨® a Gorbachov su gratitud por sus intensos esfuerzos y le comunic¨® su "decepci¨®n ante la ausencia de una respuesta positiva por parte de Sadam Hussein", dijo Fiztwater. En un corriunicado anterior, facilitado a las siete de la manana, hora de Washington, la Casa Blanca rechazaba tajantemente el ¨²ltimo plan de paz sovi¨¦tico aceptado en Mosc¨² por Aziz, en nombre de su pa¨ªs, y reiteraba las condiciones anunciadas por el presidente Bush el viernes: o retirada inmediata, incondicional e inequ¨ªvoca antes del mediod¨ªa de ayer o guerra terrestre.Plan de Mosc¨²

La propuesta sovi¨¦tica qued¨® plasmada en un plan final de seis puntos, en losque Irak aceptaba retirarse de todo el territorio de Kuwait en un plazo de tres semanas, y de la capital del emirato, en cuatro d¨ªas. La ¨²nica condici¨®n de Bagdad era que se levantasen las sariciones impuestas por la ONU una vez que se hubiera completado la retirada.

La aceptaci¨®n iraqu¨ª de la ¨²ltima propuesta sovi¨¦tica cay¨® en saco roto en EE UU, cuyo presidente parec¨ªa cada vez m¨¢s decidido a no desaprovechar la oportunidad de conseguir una humillaci¨®n pol¨ªtica de su Hitler particular, como califica a Sadam Husein, por medio de una retirada vergonzante, o de una derrota total en el campo de batalla.

La tesis mantenida en Washington es que si Sadam Husein pudo invadir Kuwait en agosto en s¨®lo cinco horas, el plazo de una semana para retirarse dado por Bush es incluso generoso. A este respecto, se supo ayer que el presidente norteamericano fij¨® ese plazo de siete d¨ªas frente a los deseos del Pent¨¢gono, que deseaba conseguir una salida total de las tropas iraqu¨ªes del emirato en s¨®lo cuatro, con la esperanza de poder capturar el mayor n¨²mero de material b¨¦lico iraqu¨ª.